Don Miguel Senén Abdon Díaz Sánchez.

ESTAMPA CAUDETANA. 

DON MIGUEL SENÉN ABDON DÍAZ SÁNCHEZ

Tenía cumplidos cincuenta y siete años. Había desarrollado su vida pastoral en la isla de Tabarca y en Elda, donde se  volcó en la defensa del obrero, para pasar luego a ser cura pilón (*) de la Real Villa de Caudete. 

Fue un día como el de hoy de hace ochenta y ocho años cuando dejó de pasar por su vida el calendario. Tal día como el de hoy se vino abajo la última de las hojitas de El Taco, calendario que publican los Jesuitas, y que nos llevan de la mano, hojita tras hojita, hasta el final de cada año. Sí, fue un día como el de hoy en el camino que conduce hacia Albacete, en el término municipal de Alpera, muy cerquita de donde se levanta la bodega de la Vega, un feligrés, que lo fuera suyo, apretó el gatillo de su arma disparada a bocajarro a quema ropa, que se dice, y lo deshizo por dentro. Pero Dios le concedió todavía un ratico más de vida, al pastor mártir, ratico que empleó, el bueno de don Miguel, para perdonar a aquel que tal felonía había realizado.

El día  6 de  noviembre de 2007, el papá de feliz recuerdo, Benedicto XVI, lo elevó al honor de los altares, junto a otros muchos españoles que tanbién padecieron el martirio por el mero hecho de ser gentes de iglesia y de fe.

Desde más allá de la muerte violenta, en la presencia de Dios, intercede por esta Real Villa de Caudete y de sus pastores, en particular, pues pastor de la misma lo fue él.

"Recibe mi saludo, mis 

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

10.11.2024. Domingo. (C. 2.058)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

(*) Se entiende por cura pilón a aquel que, habiendo sido bautizado en la pila bautismal de una parroquia, llega, con el tiempo, a ser su párroco.