ESTAMPA CAUDETANA.
AEONIUM HAWOTTHII.
Parecióme que me estaba esperando, esta mañana temprano, EL BEJEQUILLO TINERFEÑO.
Cuando salí con el cuerpo inerme de una joven tórtola que le aconteció, como le acontece a la gente joven, que presa del ímpetu de su fogosidad no repara, ni prepara, ni programa, ni proyecta, sino que, obedeciendo a los impulsos del momento, salió, antes de tiempo, de la casica donde era estupendamente atendida por sus progenitores.
La había encontrado la tarde anterior, desfallecida, casi sin fuerzas, debajo del kakilero. Intentó zafarse de mí dando un cortito vuelo que terminó con las pocas fuerzas que le quedaban y allí, quietecica la recogí. En un primer momento la suministré agua con una jeringuilla y le di unos garbanzos cocidos que habían sobrado del arroz al horno.
Y para librarla de las fauces del gato y de las del perro la solté en el claustro, el barroco-toscano, con la esperanza de que los padres dieran con ella y la sacaran adelante. El animalito se movió de un lado a otro pero, por lo que vi, sus padres no aparecieron. Así que la volví a cevar antes de depositarla entre las raicicas de una Costilla de Adán para que, guarecida, pasara la noche.
Esta mañana, al bajar a verla, me la encontré donde la había dejado, pero muertecica.
Al verla con su cabecita metida entre las plumas de su pecho y su larga cola emplumada, tiesa, enfilando al techo, dí en pensar:
"Mira se ha ido para acompañar al papa FRANCISCO en su viaje al otro lado de la vida".
Al salir al corralón con la tortolica fenecida en la mano, Allí estaba ella, LA ROSA DE PIEDRA, pues así se la llama también a la AEONIUM HAWOTTHII, sin duda alguna, me estaba esperando para mostrárseme recién florecida, muy bella en su pequeñez, vestidica con el hato de color crema que le es regalado por una naturaleza generosa con todas las plantas y flores pero que lo es, de modo muy especial, ¿las tendrá enchufadas?, con aquellas que son originarias de las Islas Canarias, como lo es ésta.
Allí estaba, en la jardinera pegada a la fría pared de cemento que nos separa de la finca colindante como diciéndome:
"Quiero que me llames ROSA DE PIEDRA sin que por eso haga ascos a BEJEQUILLO TINERFEÑO Porque, ¡anda! como me han bautizado los botánicos..."
Hoy es ella la que te acerca mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
24.4.2025. Jueves. (C. 2.214).
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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