ESTAMPA CAUDETANA.
LA MADRE Y EL HIJO SE HAN PUESTO EN MARCHA.
Ayer por la tarde fue Ella, LA MADRE, o para ser más exactos la Sagrada Imagen de su madre la Virgen de Gracia que aquí en esta Villa de Caudete tenemos por PATRONA PRINCIPAL, la que emprendió su camino de vuelta a su residencia, a su ermita-santusrio.
Había pasado con nosotros todo un mes, el de mayo, el de las flores, el dedicado a Ella.
Nunca antes, creo yo, había acontecido algo semejante pues, Ella, se acercaba hasta la Villa para compartir con sus hijos días alegres y festivos con motivo de las fiestas de Moros y Cristianos en su honor, pero en mayo, nunca. Solo se debió a que, según expreso deseo de los miembros de la Mayordomía, para que tuviera lugar un hecho significativo, conmemorar el centenario de la segunda coronación, esta vez, en la imagen esculpida, como ayer te decía, por el caudetano Miguel Bañón, ya que la anterior había sido consumida por el fuego en un día triste del mes de julio, el 22, del año 1936.
Y, ayer, con el mes, se nos fue su Sagrada Imagen y la del Copatrón de menor rango, San Blas. Emprendieron el camino que les conduciría a su ermita-santuario. Por cierto, durante la procesión les cayeron unas gotas desde lo alto, desde unas nubes pintadas de color antracita, que obligaron a salvar los preciosos hatos, con fundas de plástico transparente, pero que no echaron abajo el entusiasmo y el gozo de todos aquellos que las acompañaron.
Y, hoy, quién se ha puesto en marcha ha sido su HIJO JESÚS. JESÚS, también había pasado con nosotros, los seres humanos, un tiempo, un tiempo que concluyó hoy, pues todo el orbe católico celebramos su marcha, su ASCENSIÓN al lugar que tenía antes de venir a compartir con nosotros todo, y al decir todo, todo menos el pecado, estoy diciendo hasta la misma muerte. Y cuarenta días después de su triunfo sobre la muerte, de su Resurrección, lo contemplamos y despedimos, litúrgicamente hablando, simbolizando el hecho con el apagado del Cirio Pascual, claro, porque, Jesús, ha ASCENDIENDO AL CIELO.
Pero no se despide a la francesa, ¡qué va! pues nos asegura que nos enviará del Padre al Espíritu Santo para que sea el motor que dé vida, que mueva a su Iglesia, a su Familia, a sus hermanos.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DIAS!!!
1 de julio, Domingo 2025. (C.2.249).
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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