sábado, 4 de mayo de 2019

Santísima Vera Cruz de Alpera


ESTAMPA FORÁNEA.
SANTÍSIMA VERA CRUZ DE ALPERA.
  Alpera es un pueblo distante de Caudete unos cincuenta kilómetros. Para ir hasta él hay que salirse de la autovía de Alicante antes de llegar a Almansa por la salida que también hay que tomar para visitar su ermita a la imagen de LA VIRGEN MARÍA en su advocación de BELÉN, PATRONA de Almansa.
El pueblo de ALPERA celebra sus fiestas en estos días y, ayer, fue su día grande porque festejan el hecho de que cuentan en el pueblo con un trocito de la Cruz en que Cristo fue clavado guardado en un relicario situado allí donde se entrecruzan los brazos de otra cruz.
Hoy asistí a la fiesta junto a mi compañero Luis Torres, párroco de Caudete. Nos habían invitado y hasta allí nos acercamos.
Mientras celebrábamos la liturgia festiva mi  memoria me hizo retrotraerme a tiempos pasados (1975-1979).
Ya te he dicho que yo serví a la Iglesia de Cristo en tres valles de los Picos de Europa cuando éstos se suavizan a levante: Peñarrubia, Lamasón y Nansa, pues bien, en otro valle aledaño a esos tres, el de Liébana, hay un monasterio que hoy habitan los PP. Franciscanos, llamado SANTO TORIBIO, en la pedanía de Potes, en el que se venera el trozo más grande que se conserva de la CRUZ en la que murió Cristo. De ese trozo se hizo la prueba del carbono 14 y el resultado fue positivo cien por cien en lo referente a la clase de árbol y al tiempo en que creció. Era la clase de madera con la que se hacían las cruces donde clavaban a los condenados. La tradición ininterrumpida colabora a la afirmación de que SÍ QUE PERTENECIÓ A LA CRUZ DEL SALVADOR. Y así se viene venerando desde los primeros tiempos de la cristiandad. Como acontece en ALPERA desde los tiempos del Papa Clemente VIII que gobernó la Iglesia entre 1502 y 1605, según canta el Himno.
Presidió la celebración eucarística el Sr. Obispo de la diócesis, Don Ángel y con él concelebramos dos sacerdotes que fueron párrocos en su tiempo, Luis Enrique y Juan José y los PP. Carmelitas Luis Torres y yo mismo.
El Sr. Obispo se explayó en su homilía tocando los distintos temas que reciben luz desde la CRUZ EN LA QUE PADECIÓ MUERTE CRUEL, CRISTO, NUESTRO HERMANO Y SEÑOR. Nos dijo a toda la concurrencia que, al no caber en el interior de la parroquia, le escuchaban desde fuera, que:
«los cristianos no adoramos la Cruz, sino a Cristo que murió en ella y que con ELLA, Cristo, nos abrió la puerta del cielo, la casa del Padre Dios.
Que la CRUZ de Cristo iluminaba todas las CRUCES del ser humano en todos sus ámbitos: de la familia, del mundo del trabajo, de las relaciones interpersonales... porque en todos los campos se le levantan al ser humano CRUCES. Unas serán pequeñitas, otras, grandes y pesadas. Y para todas, como la de Cristo, el Señor Jesús las empleará para abrir puertas a la superación y a la plenitud a la que nos llamó Dios cuando nos dió la vida».
Concluída la celebración con la bendición final impartida por el Sr. Obispo, se convocó a la Banda Oficial del pueblo que, ante el altar acompañó a todo el pueblo en el canto del HIMNO a la SANTÍSIMA VERA CRUZ, al que siguieron vítores a AQUELLA CRUZ, en torno a la cual, el pueblo a una, vive efusivamente unos días sus fiestas patronales.
 Luego autoridades y clero, precedidos por la Banda nos trasladamos hasta la puerta del ayuntamiento donde el Sr. Obispo bendijo los rosquitos ante multitud de pueblo.
La bendición de los rosquitos es una tradición que trae en volandas por el tiempo situaciones de penuria y hambre en el pueblo, me decía el cura Don Juan José, que ejerció aquí durante 15 años, y apercibirá a las gentes del pueblo para que estén abiertos  a la generosidad.
Alguien me dijo que el pueblo gozó, tras las penurias, de muy buenos tiempos en los que recibía cada año más de 1000 temporeros para las campañas de la uva Tintorera que se pagaba tres veces por encima del valor del resto de las vendimiadas y que se empleaba para dar mayor color tinto al resto.
Luego, la plantación masiva ( hasta en los caminos, me decía un viejecico al que el tiempo había labrado surcos profundos en su piel tostada por un sol manchego, como aquel que licuó [volvió loco] los sesos del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha unos siglos atrás, mientras él trabajaba con mimo los viñedos que, desde siempre, han sido la base del bienestar de los más de dos mil habitantes del pueblo.
Otro señor, conocedor de la comercialización de los productos vitivinícolas del pueblo, me daba a conocer que aquí, en ALPERA, se fermenta un cava con denominación de origen con una clase de uvas que se cultivan a más de mil metros de altura  y que salen al mercado, mojando la oreja a los cavas catalanes, en la gran empresa que fundara Ramón Areces por los años cincuenta del siglo pasado, a unos precios que no permiten descorchar en muchas mesas) y otros adelantos que la ciencia sacó del laboratorio, dieron un golpe bajo al producto de la tierra, pero no lo remataron. El vino tintorero de denominación «La Cruz de Alpera», es riquísimo y el blanco verdejo con la misma denominación, me recuerda, por lo mismo, a aquel otro de la zona vallisoletana de Rueda.
Cuando todo terminó, acompañando el consistorio municipal y fuerzas del orden al Sr. Obispo y clero, precedidos por la Banda Oficial del pueblo hasta la iglesia, dos miembros, dos señoras, de la HERMANDAD DE LA SANTÍSIMA VERA CRUZ DE ALPERA, acompañaron al clero al restaurante «Los Arcos» donde nos ofrecieron una comida muy manchega, tan manchega que hubiera hecho las delicias del escudero, del bueno de Sancho Panza, de aquel caballero andante del que no sabemos de donde era originario porque el amanuense, por la razón que fuere, no quiso acordarse.

Un poco alegre, que no mareadillo, por los efluvios etílicos de ALPERA, va contento hasta ti, mi saludo, mis

           ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
4.5.2019. Sábado.  P. Alfonso Herrera, O. C.

4 comentarios:

  1. Muy buenos días P. Alfonso, que bonito e interesante lo que hoy nos cuenta , de nuestro pueblo vecino tan cercano y sin conocer , por mi parte nada de lo que hoy nos cuenta muchas gracias por su información. ¡ Que privilegio tan grande para el pueblo de Alpera tener ese trocito de Cruz! Donde Cristo murió. Le deseo tenga un buen día .( aquí en casa como ayer le comente también celebramos el día de la Cruz nos juntamos 12 amigas, para hacer las 1000 veces Jesús).

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  2. Con que buen relato nos dio hoy los buenos días.De lo que nos cuenta de Alpera,no tenía ni remota idea,tan cerca y nada de eso sabía.Muy interesante todo.En cuanto a lo que nos dice de sus vivencias en Cantabria,me ha hecho recordar,hace unos años por esos bonitos valles,por el desfiladero de la Hermida,hasta llegar a Potes(pueblo encantador).los Picos de Europa ,tan magestuosos ellos y el valle de Lievana,con su ermita incluida,pero no me entero de los detalles hasta hoy que me los desglosa usted
    Nadie me dijo nada de la reliquia de la Cruz,etc.Por todo eso ,por las cosas que nos descubre cada día y nos las amenizar con su " punto" especial,le doy las gracias....y mis buenos días para usted P.Alfonso!!!

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  3. Interesantísimo todo lo que has compartido amablemente desde tu vivencia .Expresas la riqueza de nuestras raíces cristianas más auténticas plasmadas en tantos lugares de nuestra España.
    Te felicito por no olvidar tu primera misión sacerdotal en el norte.
    Debiste vivirla como sólo se vive en la juventud.
    Un genial día para tí, Padre.

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  4. Gracias por tus aportaciones gráficas.Me encantan.

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