ESTAMPA CAUDETANA.
EL GRAFITI.
EL GRAFITI.
Cuando se corrieron las cortinas en sus rieles para dejar entrar un nuevo día,
el último de la semana, el sábado, ayer, la luz diáfana de un joven sol, que lo
tuvo regular con unas nubes muy molestas, desperezándose en Levante, dejó al
descubierto, ante la vista del viandante, el graffiti.
Amparado por la noche, tirando de «porque me da la gana», «por que quiero», quizá un tanto , no mucho porque el trazo es firme, influenciado por la ingesta de algún agente exterior a su joven mismidad, se sacó un rotulador que, al parecer, le quedará sin finiquitar porque el fin del curso está a la vuelta de la esquina y va a echar el cerrojo al IES. Y, para acabar con él, al chuleta de las ociosidades o al privado de ver con claridad las cosas, no se le ocurre otra cosa que emborronar los paños de las puertas del garaje del CONVENTO DE SAN JOSÉ (EL CARMEN).
Las buenas formas no están de moda en estos tiempos. El papel para escribir, tampoco. Lo que se lleva es la muralla y, para aquellos que la emplean, como si fueran de papel, les importa «un pito» que los llamen «canallas», según acuña el dicho popular:
«EL PAPEL DE LA CANALLA, ES LA MURALLA). Les importa un bledo porque como fue de noche, la noche se tragó al artista..., le dejó en el anonimato. «Que me quiten lo bailao», diría todo ufano el del rotulador. Como tantos otros por ese mundo de Dios (En Madrid meten «un buen paquete» a los padres de los pintores de fachadas y muebles urbanos que emplean como lugares de expresiones plásticas.
Este quidam se parece un tanto al que hace unas semanas se creyó lanzador de martillo o de jabalina en el estadio olímpico, porque, tras el atracón nocturno, mojado con «agua de fuego», según el decir de los indios USA, se permitió lanzar la bolsa con los detritus,
¿a que no sabes dónde? Pues ni más ni menos que al tejado del mismo garaje del CONVENTO DE SAN JOSÉ, donde permanece al día de hoy porque unos oficiales del M.I. Ayuntamiento a los que les pidió que la retiraran le contestaron que eso no era asunto de ellos Y, con toda seguridad, allí permanecerá hasta que la degradación acabe con ella o un viento recio se la lleve »¡
Amparado por la noche, tirando de «porque me da la gana», «por que quiero», quizá un tanto , no mucho porque el trazo es firme, influenciado por la ingesta de algún agente exterior a su joven mismidad, se sacó un rotulador que, al parecer, le quedará sin finiquitar porque el fin del curso está a la vuelta de la esquina y va a echar el cerrojo al IES. Y, para acabar con él, al chuleta de las ociosidades o al privado de ver con claridad las cosas, no se le ocurre otra cosa que emborronar los paños de las puertas del garaje del CONVENTO DE SAN JOSÉ (EL CARMEN).
Las buenas formas no están de moda en estos tiempos. El papel para escribir, tampoco. Lo que se lleva es la muralla y, para aquellos que la emplean, como si fueran de papel, les importa «un pito» que los llamen «canallas», según acuña el dicho popular:
«EL PAPEL DE LA CANALLA, ES LA MURALLA). Les importa un bledo porque como fue de noche, la noche se tragó al artista..., le dejó en el anonimato. «Que me quiten lo bailao», diría todo ufano el del rotulador. Como tantos otros por ese mundo de Dios (En Madrid meten «un buen paquete» a los padres de los pintores de fachadas y muebles urbanos que emplean como lugares de expresiones plásticas.
Este quidam se parece un tanto al que hace unas semanas se creyó lanzador de martillo o de jabalina en el estadio olímpico, porque, tras el atracón nocturno, mojado con «agua de fuego», según el decir de los indios USA, se permitió lanzar la bolsa con los detritus,
¿a que no sabes dónde? Pues ni más ni menos que al tejado del mismo garaje del CONVENTO DE SAN JOSÉ, donde permanece al día de hoy porque unos oficiales del M.I. Ayuntamiento a los que les pidió que la retiraran le contestaron que eso no era asunto de ellos Y, con toda seguridad, allí permanecerá hasta que la degradación acabe con ella o un viento recio se la lleve »¡
Recibe mi saludo más cordial y mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
9.6.2019. Domingo. P. Alfonso Herrera, O. C.
Las buenas maneras,el respeto,la educación,en algunos de nuestros jóvenes no están de moda.
ResponderEliminarLamentable e inútil actividad que va contra el autor porque deja claro su estilo de vida.
Un estilo de vida que ojalá no se afiance en su personalidad y sea un peligro vivo.
Y más que lo haga en lo más céntrico del pueblo y contra edificios emblemáticos de nuestra fe.
Con todo vamos a vivir felices este domingo solemne,Padre.
Muy buenos días , P.Alfonso, que lástima, que muchos jóvenes no se den cuenta del daño que hacen con esas actitudes dejando su pueblo sucio, en paredes , puertas, suelo,porque las baldosas de todo el pueblo dejan mucho que desear entre los chicres y los perros, si es una lástima que no cuidemos lo nuestro . Y la bolsa esa en en tejado ya está dos semanas. Que tenga un feliz domingo de PENTECOSTES.
ResponderEliminarQue tiempos vivimos . Poquísima educacion. Respeto cero. Malos modales. Y si ves que están haciendo algo y les llamas la atención se te ríen y lo vuelven a hacer peor todavía.La bolsa del tejado ya la vi hace bastantes días . Que tenga un buen día P. Alfonso
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