La Chumbera de Peñitas

ESTAMPA CAUDETANA.
LA CHUMBERA DE PEÑITAS.

   Ahí la tienes, en un rincón muy soleado del corralón del CONVENTO DE SAN JOSÉ (EL CARMEN).
A un asiduo lector de mis buenos días, le faltó, ayer mañana, tiempo para mandarme un WhatsApp poniendo los puntos sobre las íes de la información que había recibido yo de Lourdes y de su hermano acerca de que los segmentos de las chumberas se llamaban palestros (a lo mejor es que yo lo entendí mal), no era veraz porque, aquí, en la zona  de influencia caudetana, se las conoce con el nombre de PALERAS.
Otra asidua lectora también me informo de que, ciertamente, hace muchos años, aquellos niños que sentían celos de sus hermanos les ponían sus papás delante de una palera y les mandaban pincharla con algo punzante.  Esta misma comunicante me hace saber que, en aquellos tiempos, se empleaban como remedio para combatir los dolores de huesos se les quitaban las espinas, las calentaban, las envolvían en una tela y las colocaban en la zona dolorida, allí donde los huesos le dolían, liándoselas como si fuera una cataplasma. Mi comunicante me dice que recuerda cómo lo hacía su madre.
Aprovecho la ocasión que me brinda la corrección y aquellas noticias de tiempos pasados, para presentarte la chumbera de PEÑITAS. No solo en Caudete crecen las chumberas llenas de paleras, también al otro lado de la Autonomía Castellano Manchega, en mi pueblo, en Oropesa de Toledo, crecen por todos los campos.
La última vez que estuve por allí fui, como suelo hacer siempre, a hacer una visita a la MADRE Y PATRONA de los oropesanos, a la VIRGEN DE PEÑITAS y allí, al otro lado del camino real o cañada, no sabría decirte, que comunica Extremadura con el centro de España, por un lado, y el sur con el norte por otro, se encontraba, pegada a la pared de una finca, una hermosa chumbera. Cuando salí de hacer la visita a la MADRE de las gentes y PATRONA del pueblo, a Nuestra MADRE de PEÑITAS, me acerqué a la chumbera y le pedí perdón por quitarle un segmento que, con alguna dificultad, conseguí separar y me lo llevé a Madrid. Allí, en Madrid, lo puse en un tiesto y cuándo me trasladé a Caudete se vino conmigo. Aquí, en Caudete, echó dos cladodios (segmento o palera) el año pasado y este, ya trasplantada al suelo, está echando ocho. A este paso para el año que viene ya estamos comiendo higos chumbos. Habrá que tener cuidado porque entrar, entrar, entran bien pero salir...
Las gallinas respetan a la chumbera. Parece ser que han intentado darle un tiento y las espinillas les han hecho sacudir la cabeza y arrastrar su pico abierto por la tersa superficie del corralón  para sacarse la intrusa y, amigo, la experiencia siempre es un grado. Menos mal, porque, para mí, la chumbera que crece en un rincón soleado del corralón del CONVENTO DE SAN JOSÉ (EL CARMEN), es un signo, un símbolo que me recuerda a Aquella que vela por sus hijos los oropesanos, la VIRGEN DE PEÑITAS , de la que ya te he hablado, más de una vez, en mis buenos días.

Sin ninguna espinita va a encontrarse contigo ni saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS,!!!!!!
18.6.2019. Martes. P. Alfonso Herrera, O. C.