ESTAMPA CAUDETANA.
LA PAREJA DE TÓRTOLAS.
LA PAREJA DE TÓRTOLAS.
A sus tiempos me sacan de la tranquilidad conventual las parejas de tórtolas.
Bien es sabido que esta especie de aves es emigrante. Cuando llega octubre y, si el tiempo acompaña, aguantan hasta noviembre, emigran. Suelen posarse en las alambres del tendido eléctrico las que vinieron en primavera y, ellas y las crías sacadas en un par de nidadas, emprenden viaje, vuelo a las tierras del sur, las que están al otro lado del estrecho de Gibraltar, porque allí gozan de temperaturas más suaves. Sin embargo, este octubre pasado no levantaron vuelo, por lo menos, las que se instalan en el corralón del CONVENTO DE SAN JOSÉ (EL CARMEN) y aledaños. Aguantaron bien aquellos diez días duros en que el invierno levantó su vara de mando y dijo:
- «¡Aquí estoy!»
Y, aguantaron bien, porque no les faltó pitanza. El ecónomo de la casa hizo más visitas, que lo que viene siendo normal, a la tienda donde se provee de comida para gallinas y canarios. Y es que, junto a las gallinas, metían su pico una veintena de tórtolas, además de los tejaínos y mirlos, para satisfacer las apetencias de sus respectivos buches.
Cuando se instaló la primavera en Caudete y su zona de influencia, echando del lugar al invierno, algunas parejas de tórtolas se han quedado en casa, le han sacado el gusto al predio conventual. Otras se han ido a campo abierto para construír sus nidos. Y las que se han quedado, impulsadas por la fuerza de la naturaleza, procedieron, como les es natural, rompiendo, con ello, la paz del claustro conventual. Y no digo del corralón porque allí los mirlos, que también andaban a ello, no las dejaban ni a sol ni a sombra y las echaban a picotazo limpio defendiendo «su» medio.
Así que, el tiempo de noviazgo y su anidación, lo pasaban en el claustro tranquilo y pacífico y en sus cipreses, a donde no vienen los mirlos, salvo a hurgar en las jardineras de los alféizares de las ventanas en busca de gusanos o porque algún jovenzuelo se les escape del nido en el corralón y termine en los cipreses del claustro, como el andobas que se coló en mi cuatro la otra noche.
No le era cosa fácil al macho conseguir que su compañera aceptara insinuaciones, zureos y hasta violencia porque, a aletazo limpio, le mandaba a hacer gárgaras. Firmaban treguas cuando la hembra levantaba el vuelo y subía hasta la antena de tv. a donde la seguía el frustrado, pero apetente, macho. Allí arriba las ves descansando y esperando mejores momentos.
Pues bien, ya han criado la primera lechigada de pollos y andan «a lo suyo, a lo suyo», que diría el P. Ángel, haciéndo lo necesario y natural para que la puesta de la segunda nidada no les salga fallida, huera. Y en esa guisa estaban ayer en el claustro, junto a la fuente del mismo, cuando me sacaron de la atención en lo que estaba haciendo, con los imperiosos requiebros del macho pronunciados con exigencias y la contestación dura y seca de la hembra que acompañaba con unos aletazos que, sin duda, deberían hacerle daño, además de mantenerle alejado, como podrás ver si abres el vídeo que les grabé y que te mando. No es un vídeo realizado por el National Geographic, pero, para el caso, vale.
Bien es sabido que esta especie de aves es emigrante. Cuando llega octubre y, si el tiempo acompaña, aguantan hasta noviembre, emigran. Suelen posarse en las alambres del tendido eléctrico las que vinieron en primavera y, ellas y las crías sacadas en un par de nidadas, emprenden viaje, vuelo a las tierras del sur, las que están al otro lado del estrecho de Gibraltar, porque allí gozan de temperaturas más suaves. Sin embargo, este octubre pasado no levantaron vuelo, por lo menos, las que se instalan en el corralón del CONVENTO DE SAN JOSÉ (EL CARMEN) y aledaños. Aguantaron bien aquellos diez días duros en que el invierno levantó su vara de mando y dijo:
- «¡Aquí estoy!»
Y, aguantaron bien, porque no les faltó pitanza. El ecónomo de la casa hizo más visitas, que lo que viene siendo normal, a la tienda donde se provee de comida para gallinas y canarios. Y es que, junto a las gallinas, metían su pico una veintena de tórtolas, además de los tejaínos y mirlos, para satisfacer las apetencias de sus respectivos buches.
Cuando se instaló la primavera en Caudete y su zona de influencia, echando del lugar al invierno, algunas parejas de tórtolas se han quedado en casa, le han sacado el gusto al predio conventual. Otras se han ido a campo abierto para construír sus nidos. Y las que se han quedado, impulsadas por la fuerza de la naturaleza, procedieron, como les es natural, rompiendo, con ello, la paz del claustro conventual. Y no digo del corralón porque allí los mirlos, que también andaban a ello, no las dejaban ni a sol ni a sombra y las echaban a picotazo limpio defendiendo «su» medio.
Así que, el tiempo de noviazgo y su anidación, lo pasaban en el claustro tranquilo y pacífico y en sus cipreses, a donde no vienen los mirlos, salvo a hurgar en las jardineras de los alféizares de las ventanas en busca de gusanos o porque algún jovenzuelo se les escape del nido en el corralón y termine en los cipreses del claustro, como el andobas que se coló en mi cuatro la otra noche.
No le era cosa fácil al macho conseguir que su compañera aceptara insinuaciones, zureos y hasta violencia porque, a aletazo limpio, le mandaba a hacer gárgaras. Firmaban treguas cuando la hembra levantaba el vuelo y subía hasta la antena de tv. a donde la seguía el frustrado, pero apetente, macho. Allí arriba las ves descansando y esperando mejores momentos.
Pues bien, ya han criado la primera lechigada de pollos y andan «a lo suyo, a lo suyo», que diría el P. Ángel, haciéndo lo necesario y natural para que la puesta de la segunda nidada no les salga fallida, huera. Y en esa guisa estaban ayer en el claustro, junto a la fuente del mismo, cuando me sacaron de la atención en lo que estaba haciendo, con los imperiosos requiebros del macho pronunciados con exigencias y la contestación dura y seca de la hembra que acompañaba con unos aletazos que, sin duda, deberían hacerle daño, además de mantenerle alejado, como podrás ver si abres el vídeo que les grabé y que te mando. No es un vídeo realizado por el National Geographic, pero, para el caso, vale.
Hoy te lleva la estampa de un par de tórtolas que andan enfrascadas en eso de
la preparación de una nueva nidada en uno de los cipreses del claustro del
CONVENTO DE SAN JOSÉ (EL CARMEN), mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
11.6.2019. Martes. P. Alfonso Herrera, O. Carmelitana.
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
11.6.2019. Martes. P. Alfonso Herrera, O. Carmelitana.
Félix Rodríguez de la Fuente....fue uno de mis favoritos de juventud con aquellos espectaculares episodios sobre la vida animal.
ResponderEliminarHoy le has superado con tu descripción y documentos gráficos....
Sencillamente genial.Muchisumas gracias por tu atención compartida.
Un excelente día,Padre.
El vídeo precioso.
ResponderEliminarBuen despertar el de hoy a base de trinos de esas tórtolas visitadoras del claustro,yo tengo el patio lleno,aunque no sé si son tórtolas ,mirlos o estorninos,mi "sapiencia" en estas cosas es poca.Con fondo de trinos y gorgeos va m i saludo para usted P.Alfonso.🍀💥
ResponderEliminarBuen despertar tiene el claustro del convento con las tórtolas y demás pajarillos que viven cómodamente en ese lugar tan bonito . En el vídeo se ve lo bien que deben estar con las plantas y la tranquilidad de que no les van a hacer daño . Que tenga un buen día P. Alfonso
ResponderEliminar