ESTAMPA CAUDETANA.
PRO ORÁNTIBUS.
PRO ORÁNTIBUS.
Desde hace mucho, mucho, tiempo la Santa Madre Iglesia viene llamando la
atención de todos los fieles cristianos para que caigamos en la cuenta de que
nuestro negocio de salvación es de suma importancia, pues nuestro tiempo aquí,
en la tierra, es perecedero y, a la vez, cortico, como vemos que les acontece a
las cosas que caen bajo nuestra propia experiencia. Desaparecen después de
habernos dado un pequeño fulgor. De ahí la gran importancia que da la Iglesia a
un grupo de personas especialmente vocacionadas por el Espíritu Santo para,
apartadas del mundo y recluidas en los monasterios (monjes y monjas), dediquen
su vida a la oración por sus hermanos, los hombres y, eso, sin descuidar
aquello que decía san Benito: debéis proveer también a vuestra manutención de
ahí aquel aserto de la regla benedictina del «ora et labora» (reza y trabaja) o
como afirma el dicho tan castizo acuñado en el idioma castellano de «a Dios
rogando pero con el mazo dando».
En este bendito pueblo de Caudete contamos con la presencia inestimable, inestimable por el gran valor que tiene, en la economía de la SALVACIÓN, un monasterio que aquí, en Caudete, llaman DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y DE LA VIRGEN DE GRACIA, en el que vive un puñadico de mujeres, las Madres Carmelitas de clausura o como las apodáis aquí en el pueblo, «LAS ENCERRÁS».
Toda una vida a nuestro servicio. Toda una vida entregadas a la oración que, al decir de su hermana Teresa de Jesús, la de Ávila, es «tener una animada charla con quien sabemos que nos ama» y que no es otro que Dios. Y, en esa animada charla con el Buen DIOS Y PADRE ¿de qué van a hablar con Él? Pues del pueblo en el que están insertas, además, la Superiora, la Madre Josefina, de la familia conocida como «Los Monjos», es natural del pueblo y se las sabe todas y, si algo se le escapa, siempre tiene a alguien que le da el chivatazo y, enseguida, sale en su conversación (oración) con Dios. Vamos que este pueblo de Caudete está enchufado, tiene línea directa con Dios a través de la centralita (monasterio) en la que hacen su vida nuestras hermanas Carmelitas.
Ellas las monjas carmelitas siempre están con las clavijas en la mano, esto es, siempre están rezando a Dios por nosotros, siempre, siempre, siempre, nos ponen en comunicación con el buen Dios y Padre. No descansan. Son machaconas hasta dejarlo de sobra. Dios Padre tiene que mirarlas con unos ojos y un rictus complaciente diciéndose para sí mismo:
-«Pero cómo es este grupito de hijas mías que están consagradas, sola y exclusivamente, para llamarme la atención acerca de que viven con un montón de hermanos por los que interceden y quieren llevar por el buen camino para que puedan encontrar la puerta de entrada a casa que, a la hora de la verdad, es el único gran negocio que deberían tener todos entre manos y, además, nunca vienen solas siempre se hacen acompañar de María, la Madre de mi Hijo. Eso sí, vienen de punta en blanco, ataviadas con el hábito del Carmelo con el que, de cuando en cuando, ELLA misma, tiene a bien dejarse ver cuando visita el mundo para encontrarse con sus hijos, los hermanos de mi Hijo. Así que no me puedo negar a todas y cada una de las súplicas con las que, una y otra vez, vienen a mi presencia para tener un ratito de charla conmigo. Y es que ¡son tan tozudas!».
Por eso la Santa Madre Iglesia quiere que, al menos una vez en el año, en el domingo de la Santísima Trinidad, HOY, nosotros tengamos ese rato de charla con DIOS UNO Y TRINO y, a lo largo de él, le hablemos de ellas, de nuestras MONJAS ENCERRÁS, dándoles así, de alguna manera, las gracias por su consagración, por su dedicación, por su entrega, por su auxilio, por su consejo, por abrirnos los ojos, POR SU ORACIÓN.
En este bendito pueblo de Caudete contamos con la presencia inestimable, inestimable por el gran valor que tiene, en la economía de la SALVACIÓN, un monasterio que aquí, en Caudete, llaman DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y DE LA VIRGEN DE GRACIA, en el que vive un puñadico de mujeres, las Madres Carmelitas de clausura o como las apodáis aquí en el pueblo, «LAS ENCERRÁS».
Toda una vida a nuestro servicio. Toda una vida entregadas a la oración que, al decir de su hermana Teresa de Jesús, la de Ávila, es «tener una animada charla con quien sabemos que nos ama» y que no es otro que Dios. Y, en esa animada charla con el Buen DIOS Y PADRE ¿de qué van a hablar con Él? Pues del pueblo en el que están insertas, además, la Superiora, la Madre Josefina, de la familia conocida como «Los Monjos», es natural del pueblo y se las sabe todas y, si algo se le escapa, siempre tiene a alguien que le da el chivatazo y, enseguida, sale en su conversación (oración) con Dios. Vamos que este pueblo de Caudete está enchufado, tiene línea directa con Dios a través de la centralita (monasterio) en la que hacen su vida nuestras hermanas Carmelitas.
Ellas las monjas carmelitas siempre están con las clavijas en la mano, esto es, siempre están rezando a Dios por nosotros, siempre, siempre, siempre, nos ponen en comunicación con el buen Dios y Padre. No descansan. Son machaconas hasta dejarlo de sobra. Dios Padre tiene que mirarlas con unos ojos y un rictus complaciente diciéndose para sí mismo:
-«Pero cómo es este grupito de hijas mías que están consagradas, sola y exclusivamente, para llamarme la atención acerca de que viven con un montón de hermanos por los que interceden y quieren llevar por el buen camino para que puedan encontrar la puerta de entrada a casa que, a la hora de la verdad, es el único gran negocio que deberían tener todos entre manos y, además, nunca vienen solas siempre se hacen acompañar de María, la Madre de mi Hijo. Eso sí, vienen de punta en blanco, ataviadas con el hábito del Carmelo con el que, de cuando en cuando, ELLA misma, tiene a bien dejarse ver cuando visita el mundo para encontrarse con sus hijos, los hermanos de mi Hijo. Así que no me puedo negar a todas y cada una de las súplicas con las que, una y otra vez, vienen a mi presencia para tener un ratito de charla conmigo. Y es que ¡son tan tozudas!».
Por eso la Santa Madre Iglesia quiere que, al menos una vez en el año, en el domingo de la Santísima Trinidad, HOY, nosotros tengamos ese rato de charla con DIOS UNO Y TRINO y, a lo largo de él, le hablemos de ellas, de nuestras MONJAS ENCERRÁS, dándoles así, de alguna manera, las gracias por su consagración, por su dedicación, por su entrega, por su auxilio, por su consejo, por abrirnos los ojos, POR SU ORACIÓN.
No te olvides de pedir por ellas ni de echarles una manica en sus necesidades
La vida humana de tejas para abajo es maravillosa.Algunos se quedan libremente en ese espacio.
ResponderEliminarLos que recibimos el don de superar ese espacio reducido nos abrimos a la dimensión real e invisible de Dios.El Creador y Señor de nuestra realidad minúscula y finita.
Hoy es un gran día....para alabar bendecir y proclamar .... Dios....Padre,Hijo y Espíritu Santo están en nuestro corazón,el Sagrario que más le gusta.
Una solemnidad pilar de nuestra vida
Buenos días, Padre.
Muy buenos , días P.Alfonso, en Caudete es un gran privilegio el tener este convento de MADRES CARMEMLITAS, ( las encerras) , siempre que las necesitas las tienes a disposición para que intercedan en nuestras necesidades , es un regalo que Dios nos apuesto tan accesible. Como es el día de ducado a Ellas las tendremos más presentes en nuestras oraciones. Me alegro que la foto que a puesto del cártel anunciador ,que todos los domingos está la exposición del Santísimo, para que se enteren más personas, que JESÚS EUCARISTIA, nos espera.Le deseo pase un feliz domingo.
ResponderEliminarMuy buena mención la de hoy,dedicada a ese grupo de mujeres dedicadas casi exclusivamente a rezar por todos nosotros.Muchas gracias a ellas por su dedicación a esa labor tan especial y maravillosa.Hoy pedire con mi humilde oración por ellas.Buenos días de La Santísima Trinidad tenga usted P.Alfonso.
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