Los Cinco Artistas

ESTAMPA CAUDETANA.
LOS CINCO ARTISTAS.

Lo había leído en Caudete Digital pero la exigencia del quehacer exigido por la liturgia había hecho que la exposición de cinco artistas caudetanos, abierta al público todas las tardes de 18,00 a 21,00 horas, desde el pasado día 12  en la sala de exposiciones Pérezgil de la casa de cultura de la Real Villa y que se prolongaría hasta el día de hoy, día de los Santos Inocentes (la dirección de la casa de cultura se ha pasado un poquito al darnos la inocentada que supone el cierre de la misma). Hubiera sido estupendo que se extendiera hasta más allá de Reyes.
-«¿Habéis visto la exposición de obras de cinco de nuestros artistas?», nos dijo Conchi Vinader cuando se acercó a nosotros para felicitarnos las Navidades y desearnos buen año 2020, ayer por la tarde.

Estaba departiendo amigablemente con Pepe  y con Maruja, su esposa, cuando se nos unió y, claro, como Comisaria de la Exposición  hizo viva propaganda de la misma y, el evento, vino a tomar cartas de existencia entre mis  proyectos.
Tras acercarme a saludar y a felicitar las Fiestas de la Navidad del Señor a dos matrimonios que andan impedidos, tuve tiempo de pasarme por la Casa de Cultura para llenarme las pupilas con la riqueza sacada a la existencia desde la imaginación de cinco personas con sensibilidad, mediante su plasmación, en arte, que, ayer, todavía permanecía en la sala de exposiciones Pérezgil,
cinco artistas:
LUCAS AGUILAR BAÑÓN
MARINA COTARELO
MANUEL SERRANO BALLESTER
JOAQUÍN LLORENS SANTA
LUIS ELORRIAGA PLANES

y seis caminos a través de los cuales hicieron venir a ser el fruto de su encuentro con el vate particular:
El humilde barro,
El barro cocido convertido en cerámica,
El Raku (técnica japonesa o vasos hechos con ella)
El cuarzo,
El hierro
El bronce.
Me agradó la exposición en su conjunto por lo que dejo aquí mi agradecimiento y felicitación a todos y cada uno de los artistas del lugar que han cedido sus obras para goce y disfrute del pueblo, en general. No es que una obra me guste más que otra pero no puedo por menos que  quedarme con aquellas que están íntimamente relacionadas con el tiempo litúrgico que vivimos. Por ello, me llamó la atención la obra de Joaquín Llorens Santa que lleva por título Maternidad

Puede que te preguntes y ¿Por qué?
No sé cuál será el pensamiento del autor, pues no he hablado con él al respecto, pero yo he abstraído de esa composición, eminentemente lineal, la imagen de una familia:
El padre, más alto y estilizado (y si se refiere a la Sagrada Familia, cuya fiesta celebraremos mañana), la mujer (la Virgen Madre), más baja, con forma más prominente,  como busto de recién parida,  perfectamente dotada para amamantar al hijo que, intuyo, en el triangulito que aparece a los pies de la imagen.
Si se refiere el artista al misterio de la Navidad, me quito la gorra, ¡chapó! porque ha llevado al hierro el abajamiento de todo un Dios, le ha dejado a los pies de la humanidad con la que ha venido a fundirse y ÉL, que todo lo puede, ¡mírale!, dependiendo, absolutamente, del hombre, de María y de José. ¡Qué cosas tiene Dios! ¡Qué bien lo captó Joaquín!
Otra imagen que centró mi atención, ésta, mucho más clara, clarísima, es la que moldea en terracota Manuel Serrano Ballester

No me digas que no. Ahí tienes el misterio, que no lo es tanto, porque, el artista, ha bajado al barro la soledad de aquel matrimonio en el momento grandioso del nacimiento del Niño que ya reposa sobre las pajas en un pesebre y, él, el hombre, José, amparando a su mujer de cualquier peligro en medio de una escena de amor que acelera el corazón, maravillosamente lograda por los sensibles dedos del alfarero Manuel.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
28.12.2019. Sábado.

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.