ESTAMPA CAUDETANA.
AMORES.
AMORES.
A estos pequeñicos narcisicos por aquí los llaman AMORES y si se lo escuchas
decir a la Madre Priora del Monasterio de las Madres Carmelitas de clausura te
dará la razón del por qué, te dará el complemento del nombre, te dirá:
"AMORES DE JESÚS".
- Así es Sor Josefina, la de la familia de los Monjo, un alma al estilo de su hermana de Ávila, aquella que vivió a caballo de los siglos XVI y XVII, la Doctora de la Iglesia, la andariega como la apellidarían sus coetáneos y no precisamente para alabarla, sino para "tomarla un poco el pelo" debajo de la toca, vamos, para "ponerla en solfa", que se dice, porque paraba poco en su convento abulense ya que andaba de un lado para otro fundando conventos a los que sometía a la estricta observancia de la regla primigenia, la de San Alberto, Patriarca de Jerusalén, aquella que dio a los cruzados que decidieron permanecer en el Monte Carmelo en estricta observancia de la ley del Señor al amparo y compañía de la Señora del Lugar, la Virgen María Inmaculada (600 años antes de que se proclamara el dogma de la INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN POR EL PAPA PÍO NONO) que, luego, con el tiempo, pasó a denominarse BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DEL MONTE CARMELO, fieles a la norma de vida, Regla, de 1209 que regularía la vida de compromiso de los miembros de la Orden del Carmen a la que darían origen aquellos cruzados, sin ninguna mitigación.
Aquella era Santa Teresa y a aquella se parece un tanto la Priora del Monasterio aunque no precisamente por andariega, aunque algo tenga por exigencias perentorias de sus hermanas de Comunidad. A ella, a Teresa de Jesús, se parece porque es una mujer totalmente enamorada de Jesús al que descubre y vive en todo aquel con quien se encuentra y, de modo especial, en sus hermanas de Comunidad.
Pero cuando le dije:
"Mira, AMORES, que dice Feliciana, la señora que se desvive por la parroquia de San Francisco" cuando los vi haciéndose ofrenda de sí mismos al Santísimo...
Sí, me contesta la Madre Josefina, AMORES DE JESÚS".
En la huerta del Monasterio deben tener un terrenico donde crecen libremente estas minipreciosidades, minipreciosidades por ser pequeñas, pero grandiosas en sí mismas por su belleza y por el aroma que exhalan.
También crecen profusamente los AMORES en el patio de la parroquia de San Francisco. Allí, al sur, pegaditos a la pared medianera en un arriate largo crecen a cientos estos NARCISICOS que llenan con su suave fragancia todo el recinto religioso. El jarrón que ves al principio está lleno de AMORES de allí.
La Madre Priora tuvo a bien regalarme unos bulbos para que medren en el corralón del convento de San José (El Carmen) puesto que en él no muestran su sencilla y, por serlo, su gran belleza. Espero que las gallinas no les metan el pico fiero. Las monjas Carmelitas son muy generosas.
"AMORES DE JESÚS".
- Así es Sor Josefina, la de la familia de los Monjo, un alma al estilo de su hermana de Ávila, aquella que vivió a caballo de los siglos XVI y XVII, la Doctora de la Iglesia, la andariega como la apellidarían sus coetáneos y no precisamente para alabarla, sino para "tomarla un poco el pelo" debajo de la toca, vamos, para "ponerla en solfa", que se dice, porque paraba poco en su convento abulense ya que andaba de un lado para otro fundando conventos a los que sometía a la estricta observancia de la regla primigenia, la de San Alberto, Patriarca de Jerusalén, aquella que dio a los cruzados que decidieron permanecer en el Monte Carmelo en estricta observancia de la ley del Señor al amparo y compañía de la Señora del Lugar, la Virgen María Inmaculada (600 años antes de que se proclamara el dogma de la INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN POR EL PAPA PÍO NONO) que, luego, con el tiempo, pasó a denominarse BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DEL MONTE CARMELO, fieles a la norma de vida, Regla, de 1209 que regularía la vida de compromiso de los miembros de la Orden del Carmen a la que darían origen aquellos cruzados, sin ninguna mitigación.
Aquella era Santa Teresa y a aquella se parece un tanto la Priora del Monasterio aunque no precisamente por andariega, aunque algo tenga por exigencias perentorias de sus hermanas de Comunidad. A ella, a Teresa de Jesús, se parece porque es una mujer totalmente enamorada de Jesús al que descubre y vive en todo aquel con quien se encuentra y, de modo especial, en sus hermanas de Comunidad.
Pero cuando le dije:
"Mira, AMORES, que dice Feliciana, la señora que se desvive por la parroquia de San Francisco" cuando los vi haciéndose ofrenda de sí mismos al Santísimo...
Sí, me contesta la Madre Josefina, AMORES DE JESÚS".
En la huerta del Monasterio deben tener un terrenico donde crecen libremente estas minipreciosidades, minipreciosidades por ser pequeñas, pero grandiosas en sí mismas por su belleza y por el aroma que exhalan.
También crecen profusamente los AMORES en el patio de la parroquia de San Francisco. Allí, al sur, pegaditos a la pared medianera en un arriate largo crecen a cientos estos NARCISICOS que llenan con su suave fragancia todo el recinto religioso. El jarrón que ves al principio está lleno de AMORES de allí.
La Madre Priora tuvo a bien regalarme unos bulbos para que medren en el corralón del convento de San José (El Carmen) puesto que en él no muestran su sencilla y, por serlo, su gran belleza. Espero que las gallinas no les metan el pico fiero. Las monjas Carmelitas son muy generosas.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
29.2.2020. Sábado. Hoy se nos va febrero.
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
Un bello amanecer florecido y esperanzado de que continúe con los bulbos para sembrar en el Corralon del Venerable Convento de San José.
ResponderEliminarBuenas días,Padre.
Las flores son una preciosidad y más por ser de Jesús.
ResponderEliminarBonita mañana con ese ramillete de flores amores de Jesus,y con el perfume que desprenden,feliz sabado,,
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