Nace el Primer Narciso en el Corralón

ESTAMPA CAUDETANA.
NACE EL PRIMER NARCISO EN EL CORRALÓN.

Diríase que ayer el sol se hizo pequeñico, muy pequeñico, tan pequeñico que se dejó caer hasta el corralón del convento de San José (El Carmen) e iluminó todo el entorno, todo lo llenó de luz, y se puso a jugar con las gallinas desde lo alto del pedúnculo de un NARCISO
¡Fíjate!
Ahí le tienes. Sin preocupación alguna, sin cuidado, sin temor, tan campante, como quien no quiere la cosa, jugando con las gallinas ¡las gallinas! Oye, y se lo pasan pipa porque éstas no hacen otra cosa que escarbar entorno al solico pero guardando las distancias. Ni se les ocurre darle un picotazo ni siquiera a modo de beso para saludarle. Le respetan. Claro, es el sol y al sol ¿quién es el guapo que le mira por encima del hombro?, fíjate que los sesudos científicos de la Nasa, sí, esa de los americanos USA, han lanzado estos días de atrás un artificio para estudiarle de cerca, hasta allí arribita por donde él se mueve a sus anchas y que, para llevarlo a cabo de cerca, le van a situar en una órbita a 124.000.000 de kilómetros. Ahí es nada, como si fuera a un tiro de piedra o, si me apuras, como de aquí a Villena..., por decir algo. Espero que, cuando llegue hasta allí, solo habrá viajado 25,1 millones de kilómetros, si llega en enero, o 28,6  millones de kilómetros si llega en julio, no le succione el sol y "si te he visto no me acuerdo, moreno".
No, yo creo que  si las gallinas no le meten el pico al NARCISO no se debe a que sea el sol, sino a que la naturaleza es muy sabia y les ha puesto una señal de prohibido meterse con el NARCISO. De hecho el color amarillo para todos los bichos que pululan sobre la superficie de la tierra o sobre los suelos profundos de los océanos es un semáforo en rojo que les avisa de que tienen que andarse con mucho cuidado porque cualquier atrevimiento puede resultar fatal. Por eso los bichitos que, al nacer, llegan a este mundo con una capita de color amarillo o a franjas amarillas y negras, pueden andar sin mayor cuidado porque nadie se meterá con ellos, por la cuenta que les trae. A lo sumo sólo untarán sus flechas en sus pieles porque la ponzoña que segrega cierto batracio sirve para echar abajo con sus cerbatanas, desde lo alto de los árboles a los monos que, luego, harán las delicias de las gentes del poblado sito en la profundidad de la amazonía brasilera.  O, a lo mejor, ha ocurrido uno de esos milagros que nos trae el canal de tv. NatioWild  en sus programas de divulgación de la naturaleza. Alguna vez he visto cómo una leona amadrinaba a un cervatillo y mantenía a raya a quellos que querían hincarle el diente. Y muchos otros más. O ver compartir acomodo a perros con gatos y a estos con pájaros. Pero no lo creo, me inclino a pensar que se debe a que el NARCISO tiene Usía, es decir, debe tener algo, alguna especie de pantalla invisible que les impide a las depredadoras por excelencia, que son las gallinas darles picotazos. Debido a ello, ahí tienes al primero de los muchos NARCISOS que vendrán a la vida en el corralón del convento  de San José (El Carmen) llenándole de chispeante colorido a ras de tierra porque las voraces gallinas, que se la tienen jurada a toda planta que inicie su salida a tomar el sol y a todo bichito que corretee o vuele al alcance de sus picos en su ámbito, a los NARCISOS RUBIOS, ni los miran, pasan totálmente de ellos, a lo sumo se entretienen escarbando  a una distancia prudencial de ellos.

Hoy te va, teñido de guapo amarillo narciso del corralón, mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
2 1.2.2020. Viernes.

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.