jueves, 30 de abril de 2020

El Disgusto


ESTAMPA CAUDETANA.
EL DISGUSTO.
Él viajó conmigo en los primeros días de septiembre del año 2017. En el bolsillo traía yo la orden de destino y en la caja de la furgoneta un montón de plantas, entre ellas, un CEREZO,  el cerezo que Pedro Béjar, hombre de la región de La Vera, frontera del valle del Jerte, famoso por los millones de cerezos que le tapizan de blanco con su flor cada primavera y, luego, le visten de rojo, del rojo de la gente con alcurnia, con el rojo de sus cerezas. Unos 40 o 50 km separan su pueblo del mío de Oropesa por la carretera que nos lleva a Plasencia, primero y, luego, tras dejar atrás Béjar, tierra de paños y Guijuelo, que es patria de los buenos productos ibéricos, nos mete en Salamanca.
Pedro me había regalado un cerezo guapo, guapo donde los hubiera, ya te he hablado de él alguna vez, sobre todo cuando el año pasado Floreció y se enjarretó unos cuantos pendientes, no muchos, solo unos poquitos, pero que me sirvieron para catar su fruto. Ya estaba acostumbrado a mí porque había sido una pieza especial en el conjunto de la foresta de mi bosquecillo madrileño, es dónde le planté en un gran tiesto y donde lució el precioso color de las tierras veratas y también sus primeras florecillas que no cuajaron.
Se vino conmigo, como te he dicho, a estas tierras de La Mancha Baja para labrarse un porvenir y a fe que en ello estaba. El primer año, cuando perdió la hoja, le hice un buen hoyo de 60 Cms de profundidad  por 40 de ancho y un buen alcorque para que retuviera las aguas del cielo o del riego. Aquel año, 2018, se puso guapo muy guapo, era la vedette del corralón del convento de San José (El Carmen). Crecieron y crecieron sus ramas casi dos metros que, luego se encargaría Paco, al que conocemos como el Molinero, nieto de Bienvenido de podarle como sólo él sabe hacerlo. El segundo año, ya te he dicho, floreció y nos obsequió con unos pendientes de cerezas a las que andaba yo vigilando de modo especial para que los mirlos no se me adelantaran, porque lo mirlos son mucho mirlos y de una sentada...Gracias a eso las caté.
Este año estaba yo contento porque le vi salir con fuerza, pero, en este mundo, no todo es felicidad y el cerezo, que Pedro Béjar me regalara, se murió. No me explico el por qué. No sé a qué se debió, porque, la verdad,  le he cuidado con mimo, cómo cuido todos y cada uno de mis amigos los árboles y las plantas allí donde crecen ya sea en el corralón, ya sea en jardineras o tiestos.
Sí, el cerezo se me ha muerto. No voy a decirte que ha sido víctima de la pandemia que está dando para el pelo a muchos de los especímenes humanos, principalmente a los mayores, a aquellos que fueron capaces de, con su sudor y esfuerzo, dar estabilidad a un país que había quedado hecho unos zorros tras una violenta contienda fratricida. Una generación vilmente  zarandeada por el turbión que nos ha venido de fuera, traído por un coronavirus y por la dejadez de quienes debieron estar "ojo avizor" para prevenir su entrada.
El cerezo no ha muerto por el coronavirus. No, no le ha matado el coronavirus. El cerezo se ha muerto, calladito, en silencio, sin dar explicaciones. Ocurrió que, de la noche a la mañana, empezaron a arrugarse sus hojitas a ponerse negras con el color de la oscuridad de la muerte.
El corralón está triste porque se ha marchado uno de sus habitantes. Pero no lo ha hecho como lo hacen nuestros viejecitos, solicos y sin ningún ser querido que le dijera adiós. Ni mucho menos, le ha acompañado, en todo momento, un rosalico que cree cercano a él y que ha ido metiendo prisa a dos de sus capullos
para que se abrieran a tiempo. Y, cuando esto sucedió, fue cuando el cerezo de la Vera, el que me regalara Pedro Béjar, nos dijo adiós. Se fue contento porque se fue con estas preciosas flores, ofrenda del vecino que, para él, floreció.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
30.4.2020. Jueves. Día 48 de confinamiento
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.

5 comentarios:

  1. Fina Solera Rodriguez30 de abril de 2020, 0:18

    Buenos días P. Alfonso . Después de tanto viajar el pobre cerezo y ya que usted le dió un buen lugar en el corralón del convento y bien cuidado el a dicho adiós después de dejar que usted pudiera degustar su fruto el pasado año . No a podido ser y eso que estaba muy bien acompañado con ese rosal tan bonito recién florecido . Las plantas son así unas veces disfrutamos de ellas y a veces nos dan un disgusto .
    Que pasen un buen Jueves encerrados en casa .

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  2. Pobre cerezo. ...menos mal que tuvo dos lindas rosas para despedirlo.
    Un excelente jueves Pascual,Padre Alfonso.

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  3. Buenos días P Alfonso,,el cerezo a tenido una muerte feliz cuidado por usted,y aconpañado por ese rosal que se abrian sus rosas al mismo tiempo que el se despedia,,,asi es la vida vivir para morir,,feliz dia,,,

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  4. Réquiem por ese cerezo viajero.Triste,pero bonita salutación la de hoy,como siempre nos adorna con plantas flores la cruda realidad del momento . Gracias por ello P.Alfonso,que tenga un buen día y siga cuidando esas maravillosas plantas,aunque le den algún disgusto como el cerezo.🙏🙋

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  5. Muy buenos días P. Alfonso, sí es de lamentar la perdida de una planta ,pero mucho cuando más cuando sus frutos no solo se pueden degustar sino que puedan dar su alimento, después de tantos avatares vividos el pobre cerezo, pero bueno así es la vida.Bonitas las rosas que le acompañaron .Usted cuide sé aunque encerrado como todos , que tenga un buen día.

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