No pienses que me voy a referir en mi escrito de hoy al miembro predominante de las milicias romanas, ni siquiera a un jefe tribal. No, para nada. Me estoy refiriendo a la sencilla, guapa, bonita flor de una planta rastrera llamada a convertirse en un peligro a poco que se descuide uno, después de que haya generado cápsulas dotadas de cortos, pero durísimos pinchitos, y, así, defienden, primero, la maduración de las semillas allí encerraditas y, después, se sirven de ellos para engancharse, por ejemplo, en la pelambrera de un cánido, y ser transportadas vete a saber a dónde, como al corralón del convento de San José.
Me estoy refiriendo ni más ni menos que a la planta conocida con el nombre de andar por casa de ABROJO.
De esta planta ya te hablé el año pasado y te decía, creo recordar:"que formaba como una especie de alfombra en la acera que jalona la antigua carretera de Valencia, después de haber dejado atrás la estación de servicio, un poco antes de la entrada a la calle Colón. Y, así mismo te decía que,: "de un tiempo a esta parte, venían creciendo en el corralón del convento de San José (El Carmen) estas plantas rastreras, expansivas debido, quizá, a que el perro con el que contamos, hubiera traído las semillas prendidas a su pelambrera, quizá, porque la ausencia de gallinas, que fueron pasto de las voraces fauces del susodicho perro, ya no hacían de las suyas al picotear las plantitas al asomar sus yemas fuera de la dura y seca capa de tierra del susodicho corralón conventual
Una vez desaparecidas las gallinas a quien correspondió tomar su testigo fue a un servidor que, con el escardinche, así lo llamamos en mi pueblo, las mantengo a raya. Pero, claro, por descuidos u otros quehacere, la muy indina, aprovecha la ocasión y surge, como por ensalmo, por aquí, por allí o por acuyá y comienza a colonizar distintos lugares del corralón.
Antes de darle el matarile para evitar que nos causen algún percance al pincharnos, le tomo prestada esa sencillita y guapa flor para que haga las veces de cartero y te lleve mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
8.10.2025. Miércoles (C. 2.364).
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