sábado, 23 de septiembre de 2023

Los Volantes


ESTAMPA CAUDETANA.

                                                                   LOS VOLANTES                                                                                                                     
                              

(Los VOLANTICOS de las fiestas de este año frente al Ayuntamiento momentos antes de emprender su paseo por las calles de la Villa)

foto : (VOLANTICOS DE LA ANTIGUA a su paso por delante del convento de San José) 

foto: (hato de una VOLANTICO en el escaparate de una de las tiendas de la Villa)

Todo en las fiestas Patronales de Moros y cristianos, en esta Real Villa de Caudete, posee un colorido difícil de igualar. Desde que se tienen noticias, desde siempre, venimos asistiendo a esa explosión de brillo y color con que se visten sus calles y plazas, cuando pasan por ellas, las gentes reunidas en las distintas Comparsas que, salvo la Antigua, que ya venía de antes, tomaron carta de ciudadanía, con sus estatutos, en 1880 y, luego, muy posteriormente, en 1977, por escisión de la de Los Moros, nació Tarik, nombre que tomó la nueva Comparsa de aquel moro que holló con su planta y las de sus guerreros las nobles tierras caudetanas allá por el siglo VII.

Pero la noticia de este modo de celebrar sus fiestas viene de mucho antes. Dicen las crónicas de la Villa que, con motivo de la inauguración de las comunicaciones por ferrocarril entre Madrid y Alicante, llevada a efecto por la Reina  Isabel IIª en el año 1858, tuvo, su Majestad  en la estación de esta Villa, una recepción con la que fue muy gratamente sorprendida porque las gentes del lugar le dieron la bienvenida, pleitesía y acatamiento, vestidos con ropajes de “cristianos y turcos”. Y mucho antes, a principios del siglo XVII el Obispo de Orihuela, diócesis a la que pertenecía la Real villa de Caudete, su Ilma. Rvdma. Sr. Andrés Balaguer, era recibido en la Villa por los lugareños ataviados al estilo de la milicia, “por una especie de soldadesca que hacían disparos con sus arcabuces y trabucos precedidos por el Capitán que daba escolta a un PAJECICO” El PAJECICO podía ser niño o niña (*).

Durante las fiestas de la Villa, aquella soldadesca siempre iba precedida por el Capitán y el Sargento prestaba guardia y cobijo a un PAJECICO lindamente vestido porque, al parecer, era símbolo de la pureza de Aquella, la Virgen de Gracia, a la que se honraba en dichas fiestas Patronales. A este personajillo siempre se le conoció con el nombre de PAJE hasta entrado el siglo XX.

Con la constitución de las diversas Comparsas en 1880, cada una de ellas llevaba su o sus propios PAJECICOS y se comenzó a darles su importancia instaurando para ellos EL PASEO DE PAJECICOS por las calles de la Villa. Así se los viene nombrando hasta las fiestas de 1930 en que ya se une, a su denominación DE PAJECITO, la actual de VOLANTES pues, en el programa de fiestas de aquel año, aparece, por primera vez, este nombre de VOLANTES: “paseo de PAJECITOS O VOLANTES” (*). 

Respetando toda la explosión colorista de los hatos de las infinitas escuadras que se reúnen en torno a cada una de las distintas Comparsas, para mí, lo más lindo, lo más impresionante, lo más guapo, lo más bonito, lo más angelical, que mantiene y  no pierde nada de  aquel sentido primigenio de ser símbolo de la pureza de Aquella a la que dan pleitesía, la Virgen de Gracia, son los VOLANTES, los VOLANTICOS como gusto en denominar.

 Ellos vuelven a hacer su pasico en este escrito para llevarte mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

23.9.2023. Sábado. (C.1.683)

(*) En la familia de Francisco Cantos Albertos, me dice, desde que él tiene referencias familiares, quien hacía de PAJECICO era una niña: lo fue su madre y la madre de ella, y la abuela de ella y su tatarabuela y, presumiblemente lo fueran las mujeres de la familia hasta vete a saber cuando en ese ir hacia atrás en el tiempo. Y, como en esta familia, acontecería en tantas otras familias).

 (*) Parece ser que comenzó a dárseles el nombre de VOLANTES debido a los nuevos modelitos de sus hatos) 

Nota. Los datos históricos me han sido suministrados por Francisco Cantos Albertos.

P. Alfonso Herrera. Carmelitas.

viernes, 22 de septiembre de 2023

Beata Florencia Caerols Martínez

ESTAMPA CAUDETANA

BEATA FLORENCIA CAEROLS MARTÍNEZ

El día 11 de marzo de 2001 el papá de feliz memoria, San Juan Pablo II, la declaró BEATA, y, así, la elevó al honor de los altares fijando su fiesta litúrgica para el día de hoy, 22 de septiembre.

Ya la dediqué un recuerdo fervoroso el día 2 de octubre de 2019 en mi saludo de  BUENOS DÍAS porque, en esa fecha del año 1936  unos escopeteros, cumpliendo una ley gubernamental inicua, la sacaron de la cárcel de Alcoy y la llevaron al lugar que llaman Rotgla de Corbera, en la pedanía de Játiva donde la martirizaron. Los encargados de la ejecución dijeron al secretario del pueblo, tras notificarle el cumplimiento de la orden de ejecución: "Murió perdonándonos y consagrándose al Sagrado Corazón de Jesús".

Esa fue FLORENCIA, la mujer nacida en esta Real Villa de Caudete el 20 de febrero de 1890 que fue bautizada y confirmada en la parroquia de Santa Catalina, a la que la Iglesia celebra festivamente en el día de hoy, aunque fue pasada por las armas el 2 de octubre de aquel año en el que había dado comienzo una guerra en la que, por el mero hecho de ser buena gente, comprometida con el progreso cultural y humano de sus compañeras de fábrica, acudir a visitar al Santísimo y a la celebración de la Eucaristía, de formar parte de algunas instituciones pías como LAS MARÍAS DE LOS SAGRARIOS  o LAS PIAS MISIONES DE SANTA TERESITA DE LUXIEU, de dar catequesis a los niños y de promover el bautismo a los neonatos en tiempos difíciles, como lo fue ella, eran ajusticiados cumpliendo una ley inicua emanada de un gobierno decadente que trataba de hacer desaparecer la fe de la ciudadanía.

Quienes promovieron tales salvajadas publicando leyes tendentes a hacer desaparecer del pueblo, en general, y de sus gentes, en particular, la fe y las convicciones religiosas y quienes las ejecutaron como meros instrumentos a las órdenes de aquel poder, ya cayeron en el pozo del olvido, en un estrato aplastado por tantos otros que le han ido sucediéndo con el pasado del tiempo, mientras que ella, Florencia Caerols Martínez sigue viva y es objeto de celebración festiva en esta Villa donde se la ha dedicado una placita recoleta a la que se accede por la calle Echegaray.

Ella no se nos fue definitivamente, como afirmaba el papa San Juan Pablo II cuando contestaba a la pregunta de un periodista que le inquirió acerca de lo que les acontece a los que se mueren: “Ellos  no se  nos  van definitivamente, se quedan con nosotros de otra manera” Eso es lo que nos acontece a las gentes de esta Villa caudetana, que gozamos de la compañía e intercesión de nuestra mártir Florencia.

Hoy celebra la Iglesia en general y la caudetana, en particular, la GLORIA DE UNA DE SUS HIJAS.

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

22.9.2023. Viernes. (C.1.682)

 Nota. La fotografía que ilustra este escrito y las notas históricas las he tomado de la información que suministra la Diócesis de Albacete.

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

jueves, 21 de septiembre de 2023

La Campanica de la Virgen de Gracia.

ESTAMPA CAUDETANA

LA CAMPANICA DE LA VIRGEN DE GRACIA.

Los habitantes de esta Real Villa de Caudete ya lo sabéis. Pero hoy me permito recordároslo porque, uno de los momentos de las Fiestas Patronales de Moros y Cristianos, en honor de la Virgen de Gracia, Patrona del lugar, me vino fijado por los tañidos de la CAMPANICA que cuelga en el lateral izquierdo del camarín donde se encuentra su Sagrada Imagen.

Cuenta una leyenda, con visos de verosimilitud, que, allá por los inicios del siglo XV, Juan López, un pastorcico que trashumaba con sus animales hasta esta tierras huyendo de los crudos inviernos conquenses, fue objeto de una gracia especialísima, pues la Virgen de GRACIA, LA MADRE DEL SEÑOR, tuvo a bien manifestársele con el fin de darle a conocer el lugar donde habían sido  soterradas su Sagrada Imagen junto con la del Santo Blas, ambos copatrones de la Real Villa de Caudete, y diversos elementos del culto litúrgico para evitar que sufrieran el mismo fin que tantas imágenes y elementos de culto, llevado a cabo por la furia iconoclasta con la que venían arrasando y adueñándose  de nuestros ámbitos patrios los invasores norteafricanos “tras haber dado para el pelo” al último rey Godo, don Rodrigo, en las riberas del río Guadalete. Y, ante tal peligro, estábamos en el siglo VIIIº, los monjes que cuidaban el santo lugar, de su ermita, procedieron a soterrarlas alarmados por las  noticias que iban llegando a la Villa. Y antes de poner “los pies en polvorosa”, huyendo hacia el  norte, ante el vertiginoso avance de las hordas moras al mando de un jefe que unió su nombre, el de Tarik (*), al acontecer de la Villa en su devenir por el tiempo, decidieron eso, ocultarlas soterrándolas.

Habría de pasar la friolera de setecientos años hasta que Juan López, el pastorcico natural de Paracuellos de la Vega, un muchacho que había nacido sin uno de sus brazos, fuera elegido por la Virgen de GRACIA para manifestarse a él en La Zafra de Los Alhorines


(Capillica, con el Azulejo que ilustra el hecho, levantada en el lugar de la sierra de la Zafra donde se le apareció la Virgen a Juan López)

lugar que, por entonces, pertenecían al predio caudetano. No hizo mucho caso y siguió apacentando su rebaño por el entorno hasta la llegada de la primavera en que volvió con su ganado a su tierra de Cuenca. Y fue allí donde la Virgen de Gracia, una madre no ceja nunca de insistir ante sus hijos, volvió a manifestársele y esta vez con rotundidad de modo y manera que no quedara duda de la intención que llevaba su mensaje que no era otro:

QUE SACARAN A LA LUZ SU SAGRADA IMAGEN Y TODO LO ACUMULADO EN UNA OQUEDAD EXISTENTE AL ESTE DE LA VILLA DE CAUDETE. 

la razón contundente consistió en proveerle, al muchacho, del brazo que  no vino con él al nacer. Así que, cuando volvió a bajar a los llanos manchegos, puso en conocimiento de las autoridades del  momento el mensaje de la Virgen del que era portador y ofreciendo, como prueba fehaciente de la veracidad de tal encomienda, el brazo del que había carecido hasta que le fue dado por la Señora del cielo.

Acompañado por las autoridades fueron hasta el lugar que le había indicado la Virgen y, al apartar unas retamas, apareció el orificio que daba entrada a la cueva.                                                                                

(Lugar donde estuvieron ocultas setecientos años las imágenes de la Virgen de Gracia y de San Blas. En la actualidad se encuentra situado debajo del camarín de la Virgen en su santuario)

En ese momento se oyó el tañer de una CAMPANICA al tiempo que se descubría la cavidad, toda ella iluminada por la luz de un cirio que permanecía inconsútil. Allí estaban las imágenes de la Virgen de Gracia y de San Blas y todo lo que habían introducido los  monjes siete siglos antes. Aquel tañido de la CAMPANICA dio origen a otra leyenda que, al día de hoy, se tiene por cierta, consistente:

”EN QUE TODO AQUEL QUE, TRAS VISITAR A LA VIRGEN EN SU SANTUARIO, HICIERE SONAR LA CAMPANICA QUE CUELGA EN TODO LO ALTO, EN EL CENTRO MISMO DE SU CAMARÍN, Y QUE SE CREE QUE ES AQUELLA QUE SONÓ ENTONCES, NO PADECERÁ MALA MUERTE”.

El vídeo que aparece en el inicio de este escrito, realizado en un momento del BESAPIÉS de la Virgen, el pasado domingo,  nos trae el sonido de aquella campanita y, al traérnoslo, pone de manifiesto la creencia de que así acontecerá en el día que Dios tenga a bien llamar a casa a quien hubiere hecho sonar la CAMPANICA DE LA VIRGEN DE GRACIA, LA MADRE DE SU HIJO.

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

21.9.2023 Jueves. (C. 1.681)

(*) El tal moro Tarik, en su subir hacia el norte, como quien se da un paseo por falta de oposición, llegó, varios meses después de anexionarse la Villa de Caudete, a hacer otro tanto con otra Real Villa, con la de Oropesa de Toledo, en el oeste de la Autonomía Castellano – Manchega, que es el lugar donde yo vi la luz primera. Aquí tenéis los caudetanos la representación de aquellos momentos históricos de la ocupación y su reconquista con la apoteosis final del descubrimiento de las Sagradas Imágenes de la Virgen y de San Roque una vez que fuisteis liberados del yugo musulmán, en los famosos EPISODIOS CAUDETANOS, en los que teatralizáis, cada septiembre, durante las fiestas aquellas gestas. En la Villa de Oropesa también tenemos algo parecido con la representación, DEL RESCATE DE LA DONCELLA, pues es sabido, nos lo trae en volandas las olas del tiempo en su devenir, que el moro Tarik cobraba sus impuestos a los villano de Oropesa en doncellas de la Villa, pero permitía permutar tal impuesto por el peso de la doncella en ORO, hecho que viene representado por una balanza en la que aparece, erecta, una doncella en uno de sus platos y, en el otro, un montón de oro (eso indica que, en mi pueblo, la gente de entonces, era rica, veta que explotó muy bien el moro). De donde se dice, es lo fácil, que es de ahí de donde recibe su nombre mi Villa de nacimiento. Pero, no. Mi villa es muy anterior al hecho de que el bueno de Viriato trajera de cabeza a los romanos por aquellos lugares y mucho antes de que lo hicieran las huestes moras con Tarik al frente, pues es sabido que la provincia romana de la Lusitania tenía su frontera con la de la Hispania, en los aledaños de mi Villa. Así, pues, mi Villa  rivaliza, si no gana, en antigüedad a los Deutones caudetanos.

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

miércoles, 20 de septiembre de 2023

El Besapiés

ESTAMPA CAUDETANA.

EL BESAPIÉS.

(Imagen actual de la Virgen de Gracia)

Durante el pasado domingo tuvo lugar el BESAPIÉS a LA PATRONA. Este acto litúrgico es costumbre que arraigó en la Real Villa de Caudete mediado el siglo pasado, pues echó a andar el año 1942, el domingo siguiente a las Fiestas Patronales del lugar, como ya te daba noticia el domingo pasado, el posterior a las FIESTAS PATRONALES DE MOROS Y CRISTIANOS EN HONOR DE LA VIRGEN DE GRACIA. 

Resulta que, por aquel entonces había desaparecido el furor del desencuentro entre hermanos que motivó una guerra fratricida que se llevó por delante, además de muchos españoles, muchísimo vestigio de la cultura de esta gran nación que es España y, en esta Villa, se convirtieron en ceniza tantos elementos culturales y religiosos, entre los que se encontró la Sagrada Imagen de la Virgen de Gracia, pues ardió en su santuario tras ser arrojada de su camarín, el 22 de julio de 1936. Sólo se salvó la pelotita que llevaba la Virgen en su mano derecha porque salió rodando y fue a parar junto a una pared donde la encontró el hijo del santero y que, hoy, es la que sostiene la nueva Imagen en su mano, como lo hiciera la antigua. En la primavera del año 1941, apaciguado el conflicto un par de años antes, la Mayordomía encargó una nueva imagen de la Virgen para que viniera a ocupar el lugar de aquella que había sido incinerada   El escultor escogido fue Miguel Bañón Díaz, natural de esta Real Villa de Caudete. Ya te dije que la familia Izquierdo donó un hermoso ciprés que crecía en el campo de su propiedad conocido  como  "Casa de los Frailes". Se sirvió el escultor  de aquella imagen, tantas veces contemplada, que guardaba en su memoria y de una fotografía que fue mandada hacer  el año 1906 que mandara hacer por  el tesorero de la Mayordomía, Don Joaquín Pascual Fernández, padre que fuera de Don Antonio, sacerdote de este pueblo que murió recientemente con los cien años cumplidos, a  Don Jorge Arnedo y Asensi amigo personal del demandante y fotógrafo de profesión.

(Fotografías realizadas a la antigua imagen en 1906)

Dicha fotografía logró salvarse de la quema.

Como buen caudetano se esmeró para que, con su buen hacer sirviéndose de la gubia, el escoplo y el martillo fuera tomando forma la nueva imagen, preciosa, de la Virgen de Gracia. El escultor hizo entrega de la obra acabada, el día 3 de septiembre de 1941 

(Ésta es la foto de la imagen  que esculpió Miguel Bañón Díaz. Si te fijas bien, verás que los zapatitos de la Virgen están desgastados por el BESAPIÉS a lo largo de los años)

Tres días después fue bendecida solemnemente por el Obispo de Badajoz Exmo. Sr. Don José María Alcaraz y Alenza.

Esa imagen, restaurada hace unos años, fue la que, el domingo pasado, se expuso, sin ropaje alguno, para ser venerada por los fieles caudetanos en EL BESAPIÉS.

A las 19.00 horas con Alba y estola apareció en el presbiterio el P. Carmelita natural de la Villa, Antonio Graciá Albero, para presidir la liturgia que habría de poner el broche de oro a las Fiestas Patronales de este año. Entonó a capella el canto de la Salve a la Patrona y, al finalizar, dio paso a un grupo de gargantas escogidas que cantaron los Gozos de la Virgen.

Hecha la oración final, esperaba una larga cola de fieles devotos para honrar en la imagencica a la Madre y Patrona. 

Cuando salí del santuario, muy cerca de las 20,00 horas todavía llegaban fieles para  honrar a la Virgen.

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

20.9.2023. Miércoles. (C. 1.680)

Notas:

1 El escultor percibió por su trabajo la cantidad de 12.000 Pts.

2 Las notas históricas como las fotografías que acompañan este escrito me fueron suministradas por Don Francisco Cantos Albertos.

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

lunes, 18 de septiembre de 2023

Pleitesía a La Reina. Un hecho que pasó desapercibido el pasado día 7.

ESTAMPA CAUDETANA

PLEITESÍA A LA REINA. UN HECHO QUE PASÓ DESAPERCIBIDO EL PASADO DÍA 7.

Otro de los momentos importantes de las pasadas fiestas de Moros y Cristianos, para mí, tuvo lugar, también, en un momento determinado de la procesión acompañando a la Patrona, a la Virgen de Gracia, el pasado día siete de los corrientes. Discurría ésta según los cánones establecidos. Faltaban pocos minutos para las ocho, hora de llegada a la Glorieta de la Cruz. El director del evento mandó parar el cortejo porque había de llegar, la Sagrada Imagen de la Patrona, a las ocho en punto a la Glorieta, como mandan los cánones y, ésta, está a la vista.

Por mis dedos iban pasando la cuentas del último de los misterios de Luz del Rosario que instituyera aquel Papa devotísimo de la Virgen María, San Juan Pablo IIº, aquel misterio que nos lleva de la mano a reflexionar sobre la Institución de la Eucaristía y fue entonces cuando lo vi. A aquella hora, como aconteciera a lo largo del trayecto de la Procesión, no se movía ni una brizna de aire. Las brisas contenían hasta la respiración. Todo era quietud. La luminosidad que el sol lanza delante de sí, antes de instalarse sobre la bóveda celeste, lo envolvía todo y fue por ello por lo que lo percibí con toda claridad y “me quedé de una pieza”. Antonia, la miembro de la Mayordomía, experta en el campo de la fotografía, estaba tomando instantáneas del acontecer de la procesión y ¡No se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo a sus espaldas! Aconteció en un trecho donde la pérgola verde que cubre y guarece la Avda. de la Virgen de Gracia, se encontraba ralo o, mejor, claro, a la espera de que el Ilmo. Ayuntamiento remedie la falta de foresta. Allí crece sólo una MORERA que el año pasado sufrió un severo castigo de poda por los agentes de parques y jardines de la Real Villa de Caudete y que, al presente, luce, orgullosa, un montón de brotes,  varetas vigorosas que se elevan al cielo con toda la fuerza y nutrientes que le aportan las raíces de todo el árbol curtido por el paso de los años.

San Roque, el favorecedor de la Villa en tiempos de peste (*), y San Blas el copatrón ya habían pasado de largo por delante de la MORERA y habían detenido su paso como lo hiciera Ella, la Virgen de Gracia, y tenían “a un tiro de piedra” la Glorieta de la Cruz. Fue entonces, cuando el director ordenó continuar la marcha. La MORERA YA HABÍA INCLINADO TODAS SUS VARETAS AHÍTAS DE HOJAS DOTADAS DE UN PRIMOROSO VERDE QUE MÁS QUE OTOÑALES PARECÍAN PRIMAVERALES, SOBRE EL CAMINO AL PASO DE LA SAGRADA IMAGEN DE SU REINA, PORQUE LO ES, DE ELLA Y DE TODO LO QUE HA SALIDO DE LA MANO DE DIOS, Y ASÍ LA CONTEMPLAMOS EN EL QUINTO MISTERIO GLORIOSO DEL ROSARIO.

Sin tener en cuenta ni obedecer a las recomendaciones que hace el Papa Francisco acerca del uso de los instrumentos electrónicos en acciones litúrgicas, me proveí del telefonillo y esperé hasta el momento en que la Sagrada Imagen de la REINA, de la VIRGEN DE GRACIA pasara debajo de la MORERA para fijar el hecho, tan fuera de lo común, de que una vieja MORERA que crece en la Avda. que lleva su nombre, DABA PLEITESÍA A SU REINA AL PASAR DELANTE DE ELLA ofreciéndola, como dosel, lo más lindo que tenía, sus jóvenes brotes vigorosos que inclinó a su paso (Instante que recoge la instantánea que está a la cabecera de estas letras).

Para mí, es todo un signo. Reconozco que  no soy tan santo ni tan puro como los niños a los que tiene a bien aparecerse la Madre del Señor para traernos avisos de Dios y apercibirnos acerca de que, con harta frecuencia, herramos el camino. Pero tengo por seguro que en la procesión de la Virgen de Gracia desde su santuario hasta la Villa de la que es Patrona, asistí a un hecho natural sin igual: LA REVERENCIA QUE LA NATURALEZA  PRODIGÓ  A LA MADRE DEL SEÑOR Y MADRE NUESTRA A LA QUE INVOCAMOS EN ESTA REAL VILLA, CON TODO AFECTO, EN SU ADVOCACIÓN DE GRACIA.

Ayer, día DEL BESAPIÉS de su Sagrada Imagen, acción litúrgica con la que quedaban cerradas definitivamente las fiesta patronales de Moros y Cristianos en honor de la Virgen de Gracia, hice el mismo camino de la procesión hasta llegar a la MORERA y la encontré tal y como la ves en esta fotografía que te adjunto.

En ese momento se movía un aire fresquico que movía suavemente las varetas de la MORERA para un lado y para otro, pero siempre buscaban la verticalidad, NADA COMPARABLE A LO QUE ACONTECIERA EL PASADO DÍA SIETE, POCO ANTES DE LAS OCHO DE LA MAÑANA, EN QUE, SIN MOVERSE NI EL MÁS MÍNIMO SOPLO DE AIRE, TODAS LAS VARETAS JÓVENES Y PUJANTES DEL VETUSTO ÁRBOL, PERMANECIERON INCLINADAS AL PASO DE SU REINA, LA VIRGEN DE GRACIA QUE SUBÍA A PASAR LAS FIESTAS DE MOROS Y CRISTIANOS EN SU HONOR CON SUS HIJOS.

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

18.9.2023. Lunes. (C. 1.679)

(*) Tengo oído que hace mucho tiempo asoló la Villa una peste que amenazaba con despoblarla en su totalidad y, las gentes de entonces, fundadas en la fe y abiertas a la esperanza, invocaron a San Roque para que les obtuviera de Dios el verse libres de peligro tan cierto porque, cada día, el carro contratado por el Consistorio del momento, sacaba a enterrar a un montón de fallecidos. El primero de los beneficios obtenidos por el Santo Roque fue el "pagar" la caridad de ejercer con ellos la obra de misericordia de “dar sepultura a los muertos”, y. éste, le fue otorgado al carretero, pues se vio recompensado, ya que nunca enfermó, siempre gozó de buena salud a pesar de que, constantemente, estaba en contacto con los apestados fallecidos. (Mi madre nos decía: hijos  no tengáis miedo porque sólo se pega lo que Dios quiere”. Mi madre era una mujer de fe).

San Roque consiguió que Dios corrigiera a la sabiduría popular que afirma, desde muy antiguo: ”Por la caridad entra la peste”. El buen carretero no se apestó. En toda súplica, siempre tiene que haber una contrapartida o compromiso y el compromiso que adquirieron aquellos antepasados, aquellas gentes de fe, fue el comprometerse a sacar la sagrada imagen del Santo Roque en procesión con los patrones de la Real Villa de Caudete. Y  Dios escuchó las súplicas del Santo Roque en favor de las gentes de esta Villa y, desde entonces, San Roque procesiona con los Patrones. Este año también lo hizo.

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

domingo, 17 de septiembre de 2023

Sale y viaja la Patrona

ESTAMPA CAUDETANA.

SALE Y VIAJA LA PATRONA.


Ya han pasado siete días. Hoy tendrá lugar el BESAPIÉS DE LA SAGRADA IMAGEN. Con este rito se dan por concluidas definitivamente las Fiestas Patronales.  Este entrañable rito viene haciéndose desde el 13 de septiembre, domingo siguiente al día de la fiesta, del año 1942  en que,  Don Francisco Díaz Alcover, cura pilón, lo implantó. Consiste este rito en besar los pies de la sagrada imagen que posa, sin ropaje alguno, para que los fieles puedan contemplar la belleza de la imagen esculpida por otro caudetano, Miguel Bañón Díaz, el año anterior, sirviéndose de la madera de un ciprés de la “Casa de los Frailes”, de la familia Izquierdo.

Ya se han apagado las luces que ponían claridad y color en las calles y plazas de la Villa.

Ya los árboles de luz que encendían los cohetes en la cubierta del cielo caudetano dejaron sus fulgores sumidos en la oscuridad impenetrable de nuestras noches.

Ya dejaron de oírse los estampidos estruendosos de arcabuces y escopetas que atronaban todo el centro y los contornos de la Villa.

Ya la pólvora no quemada, y la ceniza de la que sí lo fue, ha desaparecido de nuestros ámbitos porque el camión ha baldeado sistemáticamente  los lugares por donde fue depositándose.

Ya su penetrante olor se ha disuelto y viajado lejos, en volandas de los ocho aires que barren nuestro predio.

Ya la vida ajetreada de los villanos ha vuelto por sus fueros con la vista puesta en otras fiestas como las que traerán las de San Miguel en que los campaneros darán información pormenorizada, de los diferentes toques que practican, a la vecindad y visitantes. Y, luego, más allá, en el calendario, la Navidad y San Antón y San Blas el copatrón. Y más tarde la semana festera que parte en dos el contar el tiempo en esta Villa y, después, elecciones de damas y de Reyna y, por fin, otra vez, Moros y Cristianos. Y "vuelta a empezar".

Sí, ya todo terminó. La pólvora se quemó toda, como manda la legislación, y los arcabuces y escopetas se fueron a descansar en sus baúles hasta el año que nos traerá un nuevo calendario y en él, otras fiestas de Moros y Cristianos en honor de Ella, de nuestra Madre la Virgen de Gracia.

Pero, echando la mirada atrás recuerdo que uno de los momentos más entrañables de las FIESTAS PATRONALES DE ESTA REAL VILLA DE CAUDETE fue, sin duda alguna, LA SALIDA DE ELLA, DE LA PATRONA, de su casa, de su santuario.

Fue puntual, como siempre, A LAS SIETE DEL DÍA SIETE, salió  la Madre para venir a vivir con sus hijos las tradicionales fiestas en su honor y agotar, de paso, los días de la novena a Ella dedicada. 

Al asomar la sagrada imagen por el dintel de la puerta, la campanilla en su espadaña doblaba, loca,  apercibiéndonos del hecho al tiempo que una potente traca iba estallando ahogando el sonido de la campanica.  La banda oficial de la Villa, Santa Cecilia, tomó el testigo de ambas manifestaciones festivas y la recibió a los sones del Himno Nacional.  

Alguien dijo cuando salía la Sagrada Imagen: "sólo hay en esta Villa de Caudete un acto que comienza con escrupulosa puntualidad, la SALIDA DE LA SAGRADA IMAGEN DE LA PATRONA PARA IR AL ENCUENTRO CON SUS HIJOS (*)

Para aquella hora toda la explanada del Santuario y los aledaños hervía de fieles que no querían perderse el momento tan señalado y esperado. Verla aparecer y, al unísono, como impulsados por un resorte a los acordes del Himno Nacional, los corazones se elevaron desde los pechos y volaron hasta la Madre que salía, preciosa, con un hato negro que alguno decía que “era debido al luto por celebrarse el aniversario de la explosión de pólvora que tuvo lugar durante tal efemérides hace sesenta años”. Otros, por el contrario, muy cargados de razón, se pronunciaban en contra afirmando que la Virgen procesiona alternando el color del hato: "un año va de blanco, otro de azul y al tercero de negro. Este año toca negro". 

La procesión se puso en marcha.

Era noche cerrada y, desde lontananza, comenzaron a llegar los estampidos de los arcabuces que, hábilmente manejados por diestros arcabuceros, avisaban a la población de que la Patrona ¡ya viene! 

Hacía una temperatura envidiable. No se movía ni una hoja de los árboles, diríase que no querían perderse la grandiosidad del momento al que asistían desde los altos para darle cobijo cuando pasara debajo de ellas. Tanto la brisa de la noche como las del día, que se juntan cuando amanece, también se habían detenido. Y, sí, caminaba ya en su carroza precedida por la legión de miembros de la Mayordomía y cofrades rigurosamente trajeados y provistos de velas encendidas. Seguía a la carroza con la sagrada imagen, el clero, la Reina de las fiesta con sus damas de honor, la Corporación Municipal, con  su edil al frente, acompañado por las autoridades civiles, militar y de orden público y, cerrando la procesión, las banda de Santa Cecilia, la oficial de la real Villa. Multitud de fieles jalonaban todo el camino por donde pasaba la Virgen de Gracia, otros, la acompañaban.

Llegamos a la Glorieta de la Cruz en el tiempo programado, a las 08,00 horas de la mañana, una hora. Desde lo alto del cielo ya el sol se ponía a sus pies, a los pies de su reina  

Allí, a su llegada, seguidamente se rodaron las banderas al son del Himno Nacional, por aquellos que fueron designados por las Comparsas. 180 fueron las vueltas porque Ella estaba presente.y seguidamente los volanticos de las comparsas, esas criaturitas lindamente ataviadas, que son las perlas que la Villa ofrece como presente a la Patrona, hicieron su baile, su rueda, particular y ancestral en honor de Ella que, a la sazón, se encontraba flanqueada por las imágenes de San Blas, el copatrón y de San Roque, el benefactor de la villa en tiempos crudos de peste.

                     

Luego fue el descanso. Es como si la Madre se preocupara por los hijos que la acompañábamos y nos dijera: ”andad, andad a tomar un refrigerio”.  Y allí se quedó Ella con San Blas y San Roque y mucho devoto que se había llevado el tentempié en una bolsa o, simplemente, la ofrecieron el sacrificio de la privación con el fin de hacerla compañía.

Volvieron a sonar los arcabuces. Por riguroso turno los arcabuceros de las distintas comparsas nos decían a estampidos:¡La Virgen de Gracia vuelve a emprender el camino! Llegaron a la altura del monasterio de las monjas Carmelitas de  Clausura y, frente a la iglesia que tenía las puertas abiertas de par en par y, Ella, mirando al sagrario saludaba a su Hijo que la estaba esperando. Y. a su vez, se miraba a sí misma en todo lo alto, vestida de carmelita, como tiene a bien aparecerse así vestida a chavalicos sencillos, verdaderas almas angelicales, aquí y allá, por esos mundos de Dios.

Poco habría de andar la comitiva después del encuentro de la Madre con el Hijo en el  monasterio de las monjas carmelitas antes de volver a parar porque, nada más entrar en la población por la Puerta de la Villa, se detuvo en un templete para recibir la bienvenida de sus hijos de Caudete y escuchar el canto de los tradicionales villancicos, piropos musicalizados, que se le cantan cuando pisa las calles de la Villa.

Y, cuando se acallaron los aplausos y los vítores, ya sin parada alguna, viendo solo el cielo azul, como uno de sus mantos, por encima de los tejados de las casas de las callejuelas de la parte antigua de la Villa, se llegó hasta la Parroquia de Santa  Catalina donde la hija le cedió su lugar de honor a la Madre que llegaba, en el camarín, en lo alto del retablo. Y comenzó la misa de bienvenida.

Ciertamente fue un momento único, siempre lo es, éste de la salida de su casa para emprender el camino que ha de llevarla a pasar unos días con sus hijos.

 Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!                                                                                                                                                                  17.9.2023. Domingo. (C. 1.678)                                                                                                                                

 

(*) Tengo oído que, en tiempos pretéritos, hubo un regidor en esta Villa que antes de llevar aquí el bastón de mando, lo había llevado en la milicia y de entonces le venía un carácter de armas tomar o, mejor, de volver a lucir sus galones y ¡vaya si los lució en una ocasión como ésta de la que te doy noticia en el día de hoy! Resulta que todo estaba dispuesto aquel día SIETE A LAS SIETE de aquel año para que saliera la Patrona del su santuario ¡Pero! El clero se retrasó por lo que fuere, que eso no me lo han dicho, y aquel alcalde, como si hubiera sido un primer espada en la plaza de toros, se apretó los machos o lució los galones o sacó a relucir su genio y dijo a voz en grito: ”Son las SIETE y la Virgen sale, o no sale”. Y la virgen salió. Presumo que el clero de entonces se llevaría un buen susto aquel año.

Nota. Los datos históricos y las fotografías me han sido cedidos por Francisco Cantos Albertos y el vídeo por Dña. Teresa Albertos.

 P. Alfonso Herrera. Carmelita.

miércoles, 13 de septiembre de 2023

El Sol, ayer tarde, se hizo Pastelero.

 

ESTAMPA CAUDETANA.

EL SOL, AYER TARDE, SE HIZO PASTELERO.


Ya desapareció hace mucho tiempo, como una voluta llevada por el viento, el día de San Juan, día del que se afirma en un dicho ser aquel: "en el que se igualan las noches y los días" y, el tiempo, en su correr constante, sin darse un respiro, se va engullendo, a ojos vista, las horas del día. 

Ayer, concluida que fue la Eucaristía en la que celebrábamos la fiesta del Dulce Nombre de María, volviendo a casa, en la Plaza de Ntra. Señora de El Carmen, me topé con una imagen que lo llenaba todo, ahí la tienes a la cabecera de estas líneas. El sol, a punto de esconderse detrás de la torre del homenaje del castillo de mi pueblo de Oropesa, más que pintor parecióme que emulaba a un excelente pastelero. Sacó de su maletín los pinceles y los colores y puso de tal guisa al cúmulo nimbo que pugnaba por situarse en la vertical de la Real Villa de Caudete pero por más que lo intentaba no lo conseguía porque se lo impedía un fresco vientecico que venía de levante, y fíjate cómo dejó el sol, camino del descanso,  a la preciosa nube que, más que blanca nube, parecía un montón de crema pastelera ofreciéndose para nuestro gusto y placer. 

Yo la cacé así a esa instantánea creada por un sol que, al ocultarse tras las almenas del castillo de mi pueblo de Oropesa, al otro lado de la Autonomía Castellano Manchega, nos regalaba con su obra. Pero otros, según me traslada una amable comunicante, había sido más presta que yo y con la cámara de su telefonillo, fue captando paso a paso el maravilloso hacer de un sol en su caída. Te regalo, en su nombre, esos momentos 

Mientras, yo aprovecho para mandarte mi saludo, mis

 

¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

13.9.2023. Miércoles (C. 1.677)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.