sábado, 7 de diciembre de 2024

El objeto volador no identificado

ESTAMPA CAUDETANA.

EL OBJETO VOLADOR NO IDENTIFICADO.

Ocurrió cuando dejé la calle Dos de Mayo y me introduje en la calle Echegaray. Eran las 19,00 horas. 

Me llamó rápidamente la atención el contemplar en el cielo tres luminarias: la luna, que estaba haciendo méritos, Venus y allí arribota, por encima de los dos astros celestes otro fogonazo  de luz. 

Las tres luminarias hacían equilibrio sobre el caballete del tejado de Villa Isabel. 

Tiré de telefonillo e introduje en la cámara oscura del teléfono móvil la escalera de luz mientras una interrogación vino a fijarse en mi cabeza: ¿Qué será esa luz que se ha puesto por moño el bueno de Venus?

Llevaba yo unos días contemplando a Venus que se movía solo en la oscuridad de la noche, hasta que surgió la luna como un bebé arropadico por un halo brillante y di en pensar:

"estos dos se han citado en lo alto del cielo de la Real Villa de Caudete para ponerse de acuerdo en la preparación de las ya cercanas Fiestas de La Navidad del Señor". 

Y no me preocupé  de nada más. Allá ellos con sus asuntos.

Pero aquel botón de luz en todo lo alto sí que espoleaba mi curiosidad y, lo malo del asunto, es que no tenía a mi alcance a nadie que pudiera poner luz en mi oscuridad.

Ya en la Avenida de la Virgen de Gracia, a la izquierda del palacete Villa Isabel, aprovechando que en ese lugar no tenía contaminación lumínica, volví a hacer una foto. Pero, hete aquí, que "la cosa" luminosa que hace un momentico se encontraba en todo lo alto, se dejó caer a velocidad vertiginosa, como lo hace un fotón de luz, y se había situado entre Venus y la luna pero no como un lucero más, sino como un racimos de luces de colores, mismamente como si alguien hubiera encendido un árbol de fuegos gigantesco entre la luna y el planeta de más arriba en el camino hacia el sol.

Me quedé parado viendo tal artificio que no podía deberse a satélites que lo acompañaran en su viaje al rededor del sol porque este planeta, nos dicen los astrónomos, no los tiene. ´

Durante el resto de mi paseo, paseo que realizo dentro de esas tres horas en que se muestra Venus en la anochecida porque en las tres horas que lo hace antes de amanecer yo estoy "libando" dulces sueños, no percibí fenómeno semejante. Y para que lo veas te adjunto las fotografías que  hice a Venus y a la Luna a lo largo de él, 

(Tomé está foto desde la calle Concha Espina).

(Ésta la impresioné situado entre los dos chalet inmediatamente anteriores a la Glorieta de la Cruz)

( Y, cuando volvía a casa, los saqué, una última, desde la Avenida del Atleta Antonio Amorós a través del espacio que me brindaba la calle de Blasco Ibáñez).

Y, sí, según la fotografía que da fe, asistí antes de ayer, a un hecho para el que no tengo explicación a no ser que se tratara, como te he apuntado anteriormente, de un fotón de luz  que, cansado de viajar a la velocidad de la luz, se hizo añicos como un cohete al explotar en la bóveda celeste, en una noche obscura.

¿Sería, acaso, UN OBJETO VOLADOR NO IDENTIFICADO?

Ciertamente que no. Esas lucecitas de colores no son otra cosa que un racimo de drupas (semillas) del árbol del Rosario  o, como lo llaman los botánicos, Melia Azedarachh

Recibe mi saludo, mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

7.12.2024. Sábado. (C. 2.083)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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