ESTAMPA CAUDETANA.
LA FELICITACIÓN.
Ya te ponía ayer en antecedentes acerca de que un tercer elemento reclama nuestra atención cuando flanqueamos cualquiera de las entradas a la Plaza de la Iglesia, principalmente aquella por la que se entra viniendo desde la calle del Santísimo Sacramento, porque es allí donde nos lo encontramos.
No es otro que la FELICITACIÓN luminosa que se nos dirige a todos los viandantes desde todo lo alto pendiendo de uno a otro lado del espacio que delimita la Plaza y la calle del Santísimo Sacramento.
Hace unos años se colocaba, en ese lugar, la silueta del MISTERIO de La NAVIDAD, UN BELÉN, hecho luz.
Más tarde, porque se le fueron fundiendo los cordoncicos de luz que silueteaban el Belén y no se restauraron, fue sustituído por una leyenda, una leyenda preconizada o recomendada desde las altas instancias de la sociedad de las Naciones que componen la Unión Europea a fín, decían los Gerifaltes de la política de allende los Pirineos, de no herir los sentimientos de aquellos que han llegado desde fuera y que no profesan la fe cristiana. La leyenda decía escuetamente "FELICES FIESTAS", sin ninguna otra referencia a la razón por la cual se felicitaba al personal unas fiestas. Siendo, como es en realidad, la razón primera y principal de la aceptación y acogida de las gentes que nos vienen de fuera en busca de un palmo de tierra donde edificar su vida y la de su familia.
Los hechos están ahí y son tozudos: cuando estas pobres gentes llegadas en pateras son distribuidas por distintas lugares de la península, les dejan, por regla general, abandonaditos a su suerte, si son mayores de edad y, a los niños, cuando cumplen la mayoría de edad, quien se hace cargo de ellos no es ningún grupo político, ni ninguna ONG dependiente de ellos, es la acción caritativa de la Iglesia Cristiana fundada por el que celebramos, precisamente viniendo a nosotros en estas fechas tan íntimas, tan familiares, que son en las que rememoramos el hecho grandioso de la Encarnación del Hijo de Dios, cuyo natalicio es sobre el que pivotan todas estas Fiestas Navideñas. Y la razón de hacerlo así es por indicación divina (Levítico 19,33-34:"cuando un extranjero venga a morar a vuestra tierra no le oprimas. Lo amarás como a ti mismo porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto")(Éxodo 22,21:" y al extranjero no maltratarás porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto")(
Deuteronomio 24,14:"y al jornalero pobre y menesteroso ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que viven en tus tierras o en tus ciudades, no los oprimirás")
Más de cuatro millones de comidas ha dispensado Cáritas en lo que va de año según ha trascendido por los medios de comunicación social, además de procurarles puestos de trabajo y atenderles en otros menesteres y necesidades. Y nada se ha sabido que hayan hecho algo semejante otros grupos de cualquier índole o ideologías particulares.
En esta villa cada primer domingo de mes el párroco tiene estipulado que las colectas que se llevan afecto en todos los lugares de culto se entregan a Cáritas parroquial donde, los agentes de Cáritas, atienden principalmente al gran número de extranjeros que viven entre nosotros, llegados de uno u otro confin.
Por ello cuando he visto colgando el cartel luminoso allí donde la Plaza de la Iglesia es frontera con la calle Santísimo Sacramento, en la misma puerta de la parroquia de Santa Catalina, me he visto sorprendido muy gratamente porque lo que se nos felicita, no sé si por indicación del Ilustrísimo Ayuntamiento, pienso que sí, o por decisión de la empresa adjudicataria de colocar los motivos luminosos que nos anuncian el grandioso hecho de la Navidad del Hijo de Dios en nuestra carne mortal, el caso es que este año sí que se nos felicita con motivo de la NAVIDAD, NAVIDAD, que celebrada en un ámbito de origen cristiano, se refiere exclusivamente al NACIMIENTO DE CRISTO Y, en esta Real Villa, con una connotación muy especial porque uno de los fastos entrañables incurso en las FIESTAS son LOS BAILES EN HONOR DEL NIÑO, DEL RECIEN NACIDO DIOS CON NOSOTROS.
¡Bien por quien decidiera, defendiendo lo nuestro, que se colgara en todo lo alto de la Plaza de la Iglesia una FELICITACIÓN COMO ES DEBIDO, CRISTIANA.
Iluminado por la luz que dimana de tal pancarta luminosa de FELICITACIÓN, te envío hoy mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
18.12.2024. Miércoles. (C. 2.092)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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