ESTAMPA CAUDETANA.
LAS SAGRADAS FORMAS INCORRUPTAS.
LAS SAGRADAS FORMAS INCORRUPTAS.
El «YO estaré con vosotros todos los días hasta el final del mundo» (Mt.28,20) lo tenemos los cristianos como una verdad inamovible. Y se da en la práctica del ir la historia adelante en la vida de los cristianos. Y de MODO REAL en el SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA DONDE EL SEÑOR JESÚS permanece REALMENTE a la espera de los hombres y para salir al encuentro de ellos dándose como ALIMENTO. La historia de la IGLESIA está llena de hechos sorprendentes e incomprensibles para el discurso de la mente humana (consulta: Lanciano-Italia-, donde se conserva la HOSTIA Convertida EN CARNE Y EL VINO EN SANGRE desde el año 700)
Aquí en CAUDETE también tenemos un testimonio sorprendente:
SAGRADAS HOSTIAS INCORRUPTAS.
Corría cómo reguero de pólvora encendido. Ya se había tomado la decisión de prender fuego a los templos del pueblo. Era el 22 de julio de 1936.
Ante tal noticia y el cariz que iban tomando los acontecimientos por la efervescencia de de los sentimientos enconados contra la fe cristiano-católica, el sacristán de por aquel entonces, de nombre MANUEL GIL PÉREZ que, a la sazón, contaba con 38 años, se adelantó a quienes iban a profanar la iglesia parroquial de Santa Catalina echando abajo imágenes y elementos del culto para prenderlos fuego juntos a otros materiales que acarrearon hasta el templo, y sacó del sagrario el copón con las formas consagradas para evitar su profanación. Convenientemente ocultadas, las llevó hasta la casa donde vivía accidentalmente porque le habían desalojado de la casa del sacristán, aledaña a la parroquia
Al día siguiente, 23 de julio de 1936, levantó una de las baldosas del suelo del dormitorio del matrimonio y cavó un hoyo de unos 20 cms. en el que depositó, en una taza de plata, las SAGRADAS FORMAS, envuelta en dos purificadores, dejándolas enterradas en el hoyo practicado.
Pasados siete meses, en febrero de 1937, empujado, posiblemente por el temor, la curiosidad o por duda y falta de fe, el bueno de Manuel levantó la baldosa retiró la tierra y cuál no fue su sorpresa al ver que el paño purificador que estaba en contacto con la tierra estaba todo húmedo y aquel otro que tapaba las SAGRADAS FORMAS estaba totálmente seco y ELLAS BLANCAS E INCORRUPTAS. Volvió a dejarlas como las encontró, esparciendo serrín de madera antes de volver a poner la baldosa sobre el pequeño hueco convertido en SAGRARIO.
Cuando en septiembre de 1938 fue movilizado MANUEL para ser enviado al frente. Antes de partir, volvió a abrir el escondite, para observar las SAGRADAS FORMAS y las encontró tal cual las depositó aquel 22 de julio de hacía dos años.
Antes de partir encomendó a Isabel, su esposa, que cuidara del SAGRADO ESCONDITE y que permaneciera siempre encendida la lámpara de aceite.
El día 22 de abril de 1939, (la contienda fratricida se había dado por concluida el primero de ese mes), estando presente el párroco de Santa Catalina, Don Francisco Díaz Alcover, del que te hablaba estos días de atrás, se llevó a efecto el desenterramiento de las SAGRADAS FORMAS. Se encontraron en el mismo estado en que fueran ocultadas a los cinco días de haberse iniciado un conflicto, que jamás debió ponerse en marcha, mientras humeaban, todavía, los restos del incendio de la parroquia de SANTA CATALINA llevado a efecto el día anterior y de la que fueran sacadas las SAGRADAS FORMAS por el arrojado sacristán MANUEL GIL PÉREZ. Acto seguido el párroco las trasladó al sagrario de la Parroquia.
Hoy permanecen, yo he visto el milagro, como cuando fueron enterradas aquel 23 de julio de 1936, en un sagrario chiquito encima del de la parroquia.*
Todo luminoso se te acerca hoy mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
5.2.2018 Lunes.
* Para trasladarte hoy mis BUENOS DÍAS me he servido de la declaración que hizo el sacristán, actor de los hechos, MANUEL GIL PÉREZ. P. Alfonso Herrera. O. Carmelitana
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