miércoles, 22 de agosto de 2018

El Atajo


ESTAMPA CAUDETANA.
EL ATAJO.







Ayer pasé por EL ATAJO de Sta. Catalina. Iba a Jornetas.

Dice el aforismo "no hay atajo sin trabajo".

Hay en este pueblo de Caudete UN ATAJO (habrá más, sin duda alguna), pero yo solo conozco ese que favorece el tránsito de las personas, sin que tengan que dar una vuelta grande, para llegarse, según en qué casos, desde EL REAL, el barrio que queda detrás de la iglesia parroquial de Santa Catalina y la Plaza de la Iglesia y viceversa.
El ATAJO no es costoso porque sea de fuerte pendiente, que no la tiene (el que era costoso era aquel atajo que seguíamos los chicos de mi barrio, en Oropesa, para llegarnos, cada mañana y cada tarde hasta la escuela), lo es por otra circunstancia muy "asqueante".
Ese ATAJO se llevó a efecto por la insistencia del Sr. Alcalde de principios de siglo, pues hizo vereda en su ir y venir al Obispado de Albacete hasta que consiguió el permiso de uso pertinente para dejar expedito el camino a ese ATAJO, cediéndoles terreno y el corral allí existente.
No lo sé, pero presumo que, como contrapartida, aquel Alcalde, que ostentaba la representación de toda su Corporación Municipal, asumiría el cuidado y mantenimiento del espacio cedido al pueblo para el uso y disfrute, cosa que, ante la evidencia, deja bastante que desear.
Oriana Fallaci, ¿quién no conoció o tuvo noticia de esta periodista italiana que vivió entre  el 29.6.1926 y el 15.9.2006? En su magnetófono recogió las respuestas que, personajes conspicuos del siglo pasado, fueron entrevistados por ella, también los papas del momento a pesar de que esta mujer era atea confesa y no sé si practicante porque toda persona necesita creer en ALGO O EN ALGUIEN.
Pues bien, a causa de la situación social que suscitaba la llegada masiva de gentes de otros lugares a la vieja Europa, lanzaba unas diatribas espeluznantes contra el Cabalieri italiano y contra todos los que ostentaban poder en los solares patrios europeos. No te voy a aburrir con el  origen, la razón de ser de este movimiento de masas que afluían a Europa a partir de los sesenta y la razón-condición que se impusieron, pues puedes consultarlas en sus libros ("La rabia y el orgullo", "La fuerza de la razón" y otros). Pero sí que quiero fijarme, porque viene al caso del ATAJO de Santa Catalina que va de la Plaza de la Iglesia hasta más allá de ella, hasta El Real. En uno de los capítulos de uno de sus libros llama de todo al alcalde de Florencia, daba noticia de la denuncia hecha en prensa. El motivo no era otro que la situación en que había venido a quedar el Duomo (la catedral) florentino, esa joya arquitectónica con un campanile que ofrece, tras subir sus muchas escaleras, al intrépido escalador, toda la panorámica de la ciudad.
-Y ¿en qué situación quedó?
-En una letrina.
Las heces apiladas junto a la pared, entre los arbotantes, los orines formando regueros que fluían calle abajo o estancados en la Piazza, un olor nauseabundo a desechos humanos con "solera"
Vamos ¡Un asco!
Las gentes aquellas que a Florencia llegaron desde los países de donde procedía el petróleo y que te hubieran cortado, no ya el canalico por donde se espele la orina, sino el mismo cuello, si se te ocurriera a ti hacer otro tanto en la pared de su lugar de culto, había dejado aquello para el arrastre, arrastre que ni los encargados de la limpieza ciudadana se atrevían a retirar.  ¡Cómo estarían los aledaños de la Catedral!
Pues bien, Oriana publicó un manifiesto en un periódico de tirada nacional llamando al levantamiento de la ciudad en pleno y de aquellos que de otros lugares que quisieran  unírseles para hacer patente al Alcalde y a sus ediles su descontento y exigirles que tomaran cartas en el asunto y ¡Vaya si las tomaron!
Yo fui, tiempo después, acompañando a los chicos del COU  del colegio en su despedida para ir a la universidad y Florencia era ya una ciudad con encanto, limpia, maravillosa.
Tengo que hacerte unas salvedades:
1,- La situación que se da en EL ATAJO no es la misma que se daba en la Florencia de los sesenta del siglo pasado, pero... todo se andará si no se pone coto porque el reguero de orines va tomando carta de ciudadanía, situándose en plaza, como puedes ver en las fotos. Y los "pintores" que, amparados en el anonimato, hacían sus fechorías van quedándose sin espacio donde plasmar sus "genialidades".

2.- No creo que los que allí depositan sus sobras corporales sean, como en aquel entonces florentino, los inmigrantes que han llegado al pueblo, sino, más bien, quienes tales guarradas hacen, son indios del lugar sin pizca de civismo.

3,- Que ni autoridades, ni ciudadanos en general, "debemos llamarnos a andanas".
Un monumento levantado por la fe de un pueblo y que encierra en sí mismo la historia del devenir de generaciones de caudetanos, creo que debe ser tratado con esmerado cuidado y no convertirlo en letrinas y sus muros en vulgar papel de aquellos que lo embadurnan con sus escritos salidos de tono, dando razón al aforismo que ya va teniendo  peso "el papel de la canalla, es la muralla".

Como cada día va a buscarte mi saludo, mis

            ¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
22.8.2018. Miércoles. P. Alfonso Herrera, O. C.

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