ESTAMPA CAUDETANA.
SAN JOSÉ.
SAN JOSÉ.
Esta bonita imagen de San José siempre se encontró en una pared de la capilla
de la Comunión de Santa Catalina. Desde los tiempos del párroco pilón Ramón
Gisbert con ocasión de que alguien le regaló la imagen de San Cayetano, decidió
colocarla en las hornacinas libres del retablo y, con ella, las que se
encontraban en la Capilla de la Comunión, la de SAN JOSÉ entre ellas.
Te voy a contar por qué la vemos subida en su peana:
Cuando los aires de desencuentro entre los españoles del primer tercio del siglo pasado trajeron los nubarrones negros de un conflicto en el que privaba un rechazo a la fe cristiana y a todos sus símbolos, también a las personas consagradas y a los practicantes de la misma aconteció que aquella contienda trajo consigo mucho dolor debido a que hubo mucho derramamiento de sangre. Cuando las cosas fueron a más y ya llevaba unos días, cuatro, sonando la trompeta de la guerra, y los vientos fieros llegaron a Caudete con el ánimo de imponer el planteamiento político emanado desde arriba, desde la cúpula que imperaba en el país, desde el Gobierno, se publicaron leyes y se dieron órdenes que no dejaban lugar a interpretación alguna. Se procedió a llevar a cabo sus consignas, una de las cuales era terminar con cualquier vestigio religioso. Se corrieron las voces y se propagaron como reguero de pólvora encendido. Y como la mejor "purificación" o erradicación la producía el fuego, fuego pegaron a las iglesias de Caudete, máximo símbolo de fe religiosa y lugar donde se reunía la gente de fe para celebrar el culto. Aconteció tal dislate el día 22 de julio de 1936. Las teas no prendieron primero en Santa Catalina, lo harían poco después y el ínterin, me dice CANDELA, un jovenzuelo acertó a pasar por la puerta de la capilla de la Comunión y ni corto, ni perezoso, arrambló con la imagen DE SAN JOSÉ a la que bajo de su peana y, a hombros se la llevó a su casa y la ocultó debajo de los sacos que contenían las cebollas, industria del hogar, jugándose el tipo porque la orden emanada del Gobierno, que a la sazón, estaba reunido en Valencia, era taxativa, no dejaba lugar a dudas ya que especificaba en uno de sus puntos: "aquellos que fueran sorprendidos guardando u ocultando imágenes o elementos del culto deberían ser pasados por las armas".
Candelas, me dice que aquel jovenzuelo, que sería con el tiempo su padre, no se arredró y mantuvo la imagen del Patriarca San José debajo de las cebollas de las cuales vivía la familia. Y, aunque fue detenido, no lo fue por haberle sido descubierta la imagen del Santo, que no lo fue, en el almacén de las cebollas, sino por otros asuntos que nada tenían que ver con el "TESORO ESCONDIDO EN SU CASA" de los cuales nada me dijo su hija CANDELAS. Fue conducido, precisamente, al CONVENTO DE SAN JOSÉ, por entonces, convertido en cárcel. Y es que a veces se encuentra uno con unas coincidencias... "ÉL, ESCONDIENDO A LA IMAGEN DE SAN JOSÉ Y SAN JOSÉ (EL CONVENTO DE SAN JOSÉ (EL CARMEN) A LA SAZÓN CÁRCEL, TENIÉNDOLE A ÉL CONSIGO Y, A LO QUE FUE (NO SE SABE CÓMO) NADA LE PASÓ AL JOVENZUELO QUE SALIÓ Y SE LA JUGÓ POR EL SANTO. Hubo personas que fueron sacados del CONVENTO DE SAN JOSÉ y no volvieron.
Tengo para mí, vistas las explicaciones que me dió CANDELAS, que SAN JOSÉ SALIÓ POR ÉL DEVOLVIÉNDOLE EL FAVOR. (¿MILAGRO? ¿Por qué no?).
Me encontró CANDELAS en el estanco de la calle Luis Pascual a donde había entrado yo a franquear unas cartas con tarjetas de felicitación por las Fiestas de la Navidad del Señor, y se detuvo delante de mí y me dijo, sin importarle lo más mínimo quienes con nosotros allí se encontraban:
-"Ud., que escribe sobre cosas del pueblo, quiero que escriba sobre el San José que está en el retablo de la parroquia de Santa Catalina y que, primero, estuvo en la Capilla de la Comunión. Y al hacerlo escriba también de mi padre. Y, a grandes rasgos, me contó aquel hecho, aquella página de la Historia caudetana, LA PÁGINA DE LA HISTORIA DE SU PADRE. Espero haber satisfecho el deseo de CANDELAS, pues te he dado a leer una paginita de la historia de su padre.
Te voy a contar por qué la vemos subida en su peana:
Cuando los aires de desencuentro entre los españoles del primer tercio del siglo pasado trajeron los nubarrones negros de un conflicto en el que privaba un rechazo a la fe cristiana y a todos sus símbolos, también a las personas consagradas y a los practicantes de la misma aconteció que aquella contienda trajo consigo mucho dolor debido a que hubo mucho derramamiento de sangre. Cuando las cosas fueron a más y ya llevaba unos días, cuatro, sonando la trompeta de la guerra, y los vientos fieros llegaron a Caudete con el ánimo de imponer el planteamiento político emanado desde arriba, desde la cúpula que imperaba en el país, desde el Gobierno, se publicaron leyes y se dieron órdenes que no dejaban lugar a interpretación alguna. Se procedió a llevar a cabo sus consignas, una de las cuales era terminar con cualquier vestigio religioso. Se corrieron las voces y se propagaron como reguero de pólvora encendido. Y como la mejor "purificación" o erradicación la producía el fuego, fuego pegaron a las iglesias de Caudete, máximo símbolo de fe religiosa y lugar donde se reunía la gente de fe para celebrar el culto. Aconteció tal dislate el día 22 de julio de 1936. Las teas no prendieron primero en Santa Catalina, lo harían poco después y el ínterin, me dice CANDELA, un jovenzuelo acertó a pasar por la puerta de la capilla de la Comunión y ni corto, ni perezoso, arrambló con la imagen DE SAN JOSÉ a la que bajo de su peana y, a hombros se la llevó a su casa y la ocultó debajo de los sacos que contenían las cebollas, industria del hogar, jugándose el tipo porque la orden emanada del Gobierno, que a la sazón, estaba reunido en Valencia, era taxativa, no dejaba lugar a dudas ya que especificaba en uno de sus puntos: "aquellos que fueran sorprendidos guardando u ocultando imágenes o elementos del culto deberían ser pasados por las armas".
Candelas, me dice que aquel jovenzuelo, que sería con el tiempo su padre, no se arredró y mantuvo la imagen del Patriarca San José debajo de las cebollas de las cuales vivía la familia. Y, aunque fue detenido, no lo fue por haberle sido descubierta la imagen del Santo, que no lo fue, en el almacén de las cebollas, sino por otros asuntos que nada tenían que ver con el "TESORO ESCONDIDO EN SU CASA" de los cuales nada me dijo su hija CANDELAS. Fue conducido, precisamente, al CONVENTO DE SAN JOSÉ, por entonces, convertido en cárcel. Y es que a veces se encuentra uno con unas coincidencias... "ÉL, ESCONDIENDO A LA IMAGEN DE SAN JOSÉ Y SAN JOSÉ (EL CONVENTO DE SAN JOSÉ (EL CARMEN) A LA SAZÓN CÁRCEL, TENIÉNDOLE A ÉL CONSIGO Y, A LO QUE FUE (NO SE SABE CÓMO) NADA LE PASÓ AL JOVENZUELO QUE SALIÓ Y SE LA JUGÓ POR EL SANTO. Hubo personas que fueron sacados del CONVENTO DE SAN JOSÉ y no volvieron.
Tengo para mí, vistas las explicaciones que me dió CANDELAS, que SAN JOSÉ SALIÓ POR ÉL DEVOLVIÉNDOLE EL FAVOR. (¿MILAGRO? ¿Por qué no?).
Me encontró CANDELAS en el estanco de la calle Luis Pascual a donde había entrado yo a franquear unas cartas con tarjetas de felicitación por las Fiestas de la Navidad del Señor, y se detuvo delante de mí y me dijo, sin importarle lo más mínimo quienes con nosotros allí se encontraban:
-"Ud., que escribe sobre cosas del pueblo, quiero que escriba sobre el San José que está en el retablo de la parroquia de Santa Catalina y que, primero, estuvo en la Capilla de la Comunión. Y al hacerlo escriba también de mi padre. Y, a grandes rasgos, me contó aquel hecho, aquella página de la Historia caudetana, LA PÁGINA DE LA HISTORIA DE SU PADRE. Espero haber satisfecho el deseo de CANDELAS, pues te he dado a leer una paginita de la historia de su padre.
De hoy mismo, no de ayer, es, para ti, mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
8.1.2019. Martes. P. Alfonso Herrera, O. C.
Emotiva historia la de hoy,tenemos muchas de ese corte en el pueblo.Si tiene noticias de ellas,espero que nos las irá contando.Gracias por darnos tan amenamente sus buenos días,lo leo con agrado diariamente y me consta que tiene muchos seguidores.Buenos días P.Alfonso.!!!
ResponderEliminarMe gustan sus comentarios pero el de hoy se puede decir que si fue un milagro primero se salvo San José y luego el muchacho que lo oculto buenas tarde
ResponderEliminarQue historia mas entrañable y que bien contada por Alfonso. Tiene duende este cura!!!!!
ResponderEliminarValiente joven al que San José guardo .....gracias a su familia por refrescar la memoria y a tu brillante pluma Padre para compartir hechos destacados
ResponderEliminar