El Compromiso. Murales

ESTAMPA CAUDETANA.
EL COMPROMISO.
MURALES LA COMUNIDAD.

 

Me han hablado de él, del animoso joven caudetano que ha encontrado "veta" en un ambiente social en discusión, que no en disputa (o ¿Sí?) de la cuestión en torno a la igualdad de géneros.
Tantas asociaciones, principálmente feministas, tanto quehacer de los Padres de la Patria, los diputados y senadores, tanto ímpetu promovido por gobiernos por solucionar una vejación hacia el sexo llamado débil que ha llevado a la muerte en lo que va de siglo y, más concretamente desde que se lleva contabilidad, a más de NOVECIENTAS MUJERES es campo más que abierto para que acciones como la promovida ayer desde las 10,00 hasta las 18,00 horas en la plaza de la Iglesia concitara la atención de mucho pueblo con un doble fin:
1.- llamar la atención de la sociedad de la Villa y
2.- tratar de aunar esfuerzos comunes para erradicar  tamaña barbaridad. Es menester hacer desaparecer de nuestra sociedad LA VIOLENCIA DE GÉNERO.
La actividad realizada ayer tuvo la intención de poner su granito de arena en esa lucha empleando como medio, dicen sus organizadores, EL ARTE.
Se trataba de confeccionar un mural de 10 m cuadrados, me dijo Paco Medina, Concejal de fiestas, dejando la huella de una mano en un azulejo (manís), impregnando dicha huella con un producto apto para ser cocido de modo y manera que conjuntados todos ellos formen un todo que, luego, se encargará el Exmo. Ayuntamiento de buscarle un lugar adecuado para fijarlo, de modo que sirva de llamada de atención y recuerdo del compromiso asumido por los vecinos del Pueblo.
LA COMUNIDAD CAUDETANA SE IMPLICA PARA ERRADICAR DEL PUEBLO UNA SITUACIÓN INJUSTA (LA VIOLENCIA DE GÉNERO) Y, COMO PRUEBA DE ELLO, CONFECCIONA UN MURAL.
A lo largo del día un grupo joven y animoso han venido tocando sus tambores y tamboriles por las calles del pueblo. Me hice el encontradizo con ellos y le pregunté a una guapísima chica caudetana del grupo musical de tambores por el motivo y justificación de tanto ruido que ni los de Calanda, allá en Aragón, los igualaría y me contestó: "PORQUE ESTAMOS COMPROMETIDOS EN LA LUCHA PARA ERRADICAR LA VIOLENCIA DE GÉNERO"
El grupo estaba formado por jovencitos de ambos sexos y de distintas razas.
¡ESPERO QUE LO CONSIGÁIS!, les dije.
Cuando se apagaron los sones de tambores y tamboriles, cuando se recogieron los azulejos (manís) con las huellas impresas, cuando se tiró el hueso del rico jamón, finamente cortado, con que se obsequiaba al personal y el olor del chocolate se había disuelto en lo alto del cielo de la Plaza de la Iglesia, elevado hasta allí arriba por un aire al que calentó un sol que más parecía de mayo que de un febrero metido en el invierno, cuando todo quedó tranquilo... comenzaron a abrirse las puertas del auditorio de la Casa de Cultura de la villa porque iban a levantar el telón del escenario para que María Luisa Merlo, aquella chica que salía tantas veces  llenando la pantalla del "Estudio 1", en blanco y negro, de los años sesenta-setenta, con su voz dulce que parecía pronunciada tras comerse una cucharada grande de mermelada de melocotón. No te oculto que me hubiera gustado un montón sentarme en la platea del auditorio para darme el placer de verla y oírla, de cerca, tras un paréntesis de muchos años, ¡pero!, siempre hay un pero, estaba ocupado presidiendo la Eucaristía dominical de víspera en la parroquia de Santa Catalina.
Junto a Jesús Quintero hicieron, me han dicho, pasar un rato  agradable a los espectadores con la obra de Santiago Carlos Oves y Jordi Galcerán, "Conversaciones con mamá" que trata de la situación creada a un hombre que ha perdido su trabajo por reajuste de personal en la empresa donde trabaja y, para salvar la situación familiar propia, pretende vender la casa de su madre... Muy actual.
No siempre salen las cosas a pedir de boca. Ayer, a mí, no me salieron.

Recibe mi saludo, mis

          ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
10.2.2019. Domingo P. Alfonso Herrera, O. C.