ESTAMPA CAUDETANA.
LA COMUNIÓN LLEVADA A LOS ENFERMOS.
LA COMUNIÓN LLEVADA A LOS ENFERMOS.
Ayer dio Dios orden al sol para que nos preparara un día lindo a los caudetanos
y, lo hizo, vaya si lo hizo.
Ya te he dicho alguna vez que, en Caudete, existe una gran tradición valencianista. No es para menos, porque el pueblo que desconecta con su historia corre el peligro de estropear su futuro igual que le ocurre a una embarcación atada a puerto en un día si la fuerza de la galerna o los envites de una mar brava, rompen las amarras o calabrotes.
Valencia, en tiempos pasados, cartografiaba su mapa hasta lo que hoy conocemos como La Mancha Baja. Y, amigo, en ella está Caudete. Lo que pasó en los primeros años del siglo XVIII, 1707 o por ahí, es que los Borbones, que tenían asiento en Madrid, «dieron para el pelo» a los Carlistas en la famosa batalla de Almansa y en ese momento hicieron cisco a Caudete, su predio y su industria, vamos que lo chafaron en favor de Almansa y de la castellana Villena y, claro, lo segregaron del Reino de Valencia y, desde entonces, ya solo aparece en aquellos mapas anteriores a dicha batalla porque desde entonces se pasó a los de Castilla. Pero, claro, las costumbres y tradiciones no las pudo arrancar la política del alma caudetana. Además, ya se preocupa LA ASOCIACIÓN VALENCIANISTA DEL LUGAR de mantener viva la llamica o, como quieras, la cadena de gruesos eslabones que unen al pueblo de Caudete con el Reino valenciano, ahora Autonomía, por el que sale al mar.
En fiestas, en tipismos, en costumbres, en músicas, en tradiciones, como la de rodar la bandera barrada del país valenciano, que fue prohibida tajantemente en su cuna, en los tiempos que siguieron al final de la contienda nacional, mientras que aquí no dejó nunca de rodarse, cosa que causaba gran sorpresa y admiración a las gentes de allá que venían por aquí.
Hay también una tradición extendida por todo el Reino Valenciano, consistente en procesionar con el SANTÍSIMO SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA BAJO PALIO.
Cada lunes de la segunda semana de Pascua, para llevarle a los enfermos del pueblo, en sus casas, que une nuestro tiempo con aquellos siglos XIV y XV en los que vivió y desarrolló su actividad evangelizadora el Patrón del Reino de Valencia, el fraile dominico SAN VICENTE FERRER, según me cuenta Kiko que, de datos historico-culturales de Caudete, es un pozo de conocimientos. Me decía que ha habido épocas en que la PROCESIÓN se vio interrumpida a nivel nacional en el lapso de tiempo de la década de los años treinta del siglo pasado por disposición gubernamental, y, cuando, a nivel autonómico, la política de la Consejería de Trabajo declaró laborable el día de San VICENTE FERRER, aquí en Caudete, seguía celebrándose la fiesta y realizándose la PROCESIÓN CON EL SEÑOR SACRAMENTADO BAJO PALIO a la que asistieron, por el Ilmo. Ayuntamiento, su Edil y cinco concejales. La Banda Oficial de Música acompañaba LA PROCESIÓN.
Se desarrolló el acto litúrgico, que no tiene otro fin que el de acercar al SEÑOR a los enfermos del pueblo, como era de esperar ya que la preparación y el desarrollo corrió a cargo de la COFRADÍA DE LA SACRAMENTAL, cuyo Presidente, Joaquinico, portaba el paraguas blanco que cubría al párroco y al Señor que llevaba en sus manos, desde que salía del palio, hasta los domicilios de los enfermos y vuelta. También era él el que ordenaba cuándo debía reemprenderse la marcha tras las paradas en los domicilios de los enfermos.
Acompañaban al SANTÍSIMO, además de los miembros de la COFRADÍA DE LA SACRAMENTAL, un buen número de caudetanos con velas encendidas.
Un momento a destacar fue la entrada en la RESIDENCIA DE ANCIANOS para que pudieran recibir también la SAGRADA EUCARISTÍA, momento en que la Banda Oficial del Pueblo entonaba el Himno Nacional.
El acto religioso oficial comenzaba con la Eucaristía presidida por el párroco P. Luis Torres con el que concelebraba el párroco anterior, P. Ramón Manéu, asistidos por el diácono permanente del pueblo, Pepe.
Ya te he dicho alguna vez que, en Caudete, existe una gran tradición valencianista. No es para menos, porque el pueblo que desconecta con su historia corre el peligro de estropear su futuro igual que le ocurre a una embarcación atada a puerto en un día si la fuerza de la galerna o los envites de una mar brava, rompen las amarras o calabrotes.
Valencia, en tiempos pasados, cartografiaba su mapa hasta lo que hoy conocemos como La Mancha Baja. Y, amigo, en ella está Caudete. Lo que pasó en los primeros años del siglo XVIII, 1707 o por ahí, es que los Borbones, que tenían asiento en Madrid, «dieron para el pelo» a los Carlistas en la famosa batalla de Almansa y en ese momento hicieron cisco a Caudete, su predio y su industria, vamos que lo chafaron en favor de Almansa y de la castellana Villena y, claro, lo segregaron del Reino de Valencia y, desde entonces, ya solo aparece en aquellos mapas anteriores a dicha batalla porque desde entonces se pasó a los de Castilla. Pero, claro, las costumbres y tradiciones no las pudo arrancar la política del alma caudetana. Además, ya se preocupa LA ASOCIACIÓN VALENCIANISTA DEL LUGAR de mantener viva la llamica o, como quieras, la cadena de gruesos eslabones que unen al pueblo de Caudete con el Reino valenciano, ahora Autonomía, por el que sale al mar.
En fiestas, en tipismos, en costumbres, en músicas, en tradiciones, como la de rodar la bandera barrada del país valenciano, que fue prohibida tajantemente en su cuna, en los tiempos que siguieron al final de la contienda nacional, mientras que aquí no dejó nunca de rodarse, cosa que causaba gran sorpresa y admiración a las gentes de allá que venían por aquí.
Hay también una tradición extendida por todo el Reino Valenciano, consistente en procesionar con el SANTÍSIMO SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA BAJO PALIO.
Cada lunes de la segunda semana de Pascua, para llevarle a los enfermos del pueblo, en sus casas, que une nuestro tiempo con aquellos siglos XIV y XV en los que vivió y desarrolló su actividad evangelizadora el Patrón del Reino de Valencia, el fraile dominico SAN VICENTE FERRER, según me cuenta Kiko que, de datos historico-culturales de Caudete, es un pozo de conocimientos. Me decía que ha habido épocas en que la PROCESIÓN se vio interrumpida a nivel nacional en el lapso de tiempo de la década de los años treinta del siglo pasado por disposición gubernamental, y, cuando, a nivel autonómico, la política de la Consejería de Trabajo declaró laborable el día de San VICENTE FERRER, aquí en Caudete, seguía celebrándose la fiesta y realizándose la PROCESIÓN CON EL SEÑOR SACRAMENTADO BAJO PALIO a la que asistieron, por el Ilmo. Ayuntamiento, su Edil y cinco concejales. La Banda Oficial de Música acompañaba LA PROCESIÓN.
Se desarrolló el acto litúrgico, que no tiene otro fin que el de acercar al SEÑOR a los enfermos del pueblo, como era de esperar ya que la preparación y el desarrollo corrió a cargo de la COFRADÍA DE LA SACRAMENTAL, cuyo Presidente, Joaquinico, portaba el paraguas blanco que cubría al párroco y al Señor que llevaba en sus manos, desde que salía del palio, hasta los domicilios de los enfermos y vuelta. También era él el que ordenaba cuándo debía reemprenderse la marcha tras las paradas en los domicilios de los enfermos.
Acompañaban al SANTÍSIMO, además de los miembros de la COFRADÍA DE LA SACRAMENTAL, un buen número de caudetanos con velas encendidas.
Un momento a destacar fue la entrada en la RESIDENCIA DE ANCIANOS para que pudieran recibir también la SAGRADA EUCARISTÍA, momento en que la Banda Oficial del Pueblo entonaba el Himno Nacional.
El acto religioso oficial comenzaba con la Eucaristía presidida por el párroco P. Luis Torres con el que concelebraba el párroco anterior, P. Ramón Manéu, asistidos por el diácono permanente del pueblo, Pepe.
Concluida la ceremonia religiosa, los miembros de la
SACRAMENTAL y el párroco, se trasladaron al restaurante «El Lengüetero» para
darse un homenaje con el abundante almuerzo que sirven en ese lugar de
restauración.
¡Había que reponer fuerzas!
¡Había que reponer fuerzas!
A mí, todavía me quedan fuerzas para enviarte mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
30.4.2019. Martes. Con hoy nos dice adiós el mes de abril y,
con él, también se va el invierno, si hacemos caso al refrán: «Cuando abril ha
terminado, el invierno se ha marchado».
P. Alfonso Herrera,
Orden Carmelitana
Gracias por explicar la historia que da lugar a la fiesta de San Vicente en nuestro Caudete.
ResponderEliminarEs muy emotivo y solemne el paso del Señor para aliviar a los enfermos del pueblo.
Un buen martes final de este mes primaveral,Padre.
Muy buenos días P. Alfonso,ésta procesión, que en Caudete se celebra como usted muy bien nos explica, es muy emotiva ver como los enfermos reciben a JESÚS SACRAMENTADO en sus casas con gran fervor. En el día de ayer el portador del paraguas era el Paolo, y el domingo el portador del paraguas era Joaquinico, pues el domingo recibieron a JESÚS SACRAMENTADO los enfermos de la Parroquia de Santa Catalina. Esta buena costumbre se recupero el año pasado , por la Sacramental fueron16 los enfermos que la recibieron, con toda está aclaración , le deseo que pase un buen día.
ResponderEliminarMuy buen día de sol nos regaló ayer nuestro Señor,para que se pudiera realizar a gusto la celebración de San Vicente,bonita mañana.Como bien dice usted,una antigua celebracion,con orígenes valencianos.En Caudete,con la Procesión de San Vicente,se dan por terminadas las Pascuas,con sus correspondientes "monas".Buenos días para usted también P.Alfonso.
ResponderEliminarCon su relato de hoy recuerdo cuando le llevaban el Santísimo a mi madre el día San Vicente . La pobre estuvo mucho tiempo enferma . Es una costumbre muy arraigada en Caudete como todo lo Valenciano . Gracias a Dios siempre hay gente nueva para seguir con las tradiciones . Que tenga un buen día
ResponderEliminarVoy hacer una aclaración la organización de los días fue a cargo de Conchi Lopez, muy bien
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