Los Medievales de Oropesa, mi Pueblo

ESTAMPA FORÁNEA.
LOS MEDIEVALES DE OROPESA, MI PUEBLO.

  Ya han pasado veinte años desde que se reinstauraran las fiestas y, yo, sin haberlas disfrutado in situ, sí, a través de la prensa que con tirada nacional sirven la noticia a todas las esquinas patrias y más allá, a oropesanos que, por el mundo, hacemos patria, como es mi caso, o a través de la Tv. de Castilla la Mancha que, por activa y por pasiva, nos las mete en las casas sin necesidad de hacer el viaje, pues es frecuente que me paren por la calle o me llamen por teléfono y me digan:
- «Oiga que he visto a su pueblo por la tele o en los papeles». O
- «Ponga la tele, que están dando cosas de su pueblo»
Y es que mi pueblo, no es que lo diga yo, es que es MUY FAMOSO.  Y ha correteado mucho, y bien, por la historia.
Fue Carmen, la talaverana con apellido vasco, la esposa del pequeño de los Alía, la que, en sus tiempos de alcaldesa de OROPESA por el PP, tragó, en cantidad considerable, el polvillo que dormía ya durante  siglos en legajos y, al hacerlo, descubrió prebendas reales concedidas a la VILLA DE OROPESA  cuando el ser humano disfrutaba de aquel siglo, el XIV (10 de agosto de 1344 concedidas por el Rey Alfonso XI y Fernando VII en 27 de noviembre de1815). Hacía tiempo que los moros andaban  (así se conocen a los habitantes del norte de África, desde Mauritania a Libia) bajándose para El  Al Ándalus por la presión de las fuerzas cristianas. La plantufla mora que fue asentada en OROPESA por un tal Tarik cinco siglos antes, y que ya lo había hecho con anterioridad en Caudete, dejó su huella y nada más porque se fueron echando cisco y pisándose, que diría el poeta en su soneto, sus calzones follados (zaragüelles).
Hoy están en el momento álgido de sus fiestas MEDIEVALES fantásticamente proyectados y preparados por el Concejo del pueblo con José Antonio, su edil por el PSOE, hijo del que fuera buen amigo, Antonio Morcillo, jefe de la estación del ferrocarril. Y es que, cuando se trata de animar los festejos, como ocurre aquí en Caudete, las siglas del partido político no tienen relevancia salvo en el ánimo y empeño de superarse, cada vez más.
- Aquí en Caudete tenemos «LA EMBAJADA», una obra teatral puesta en escena por el pueblo que cuenta la epopeya  de la conquista mora  y la reconquista cristiana y en mi pueblo de Oropesa también montan una escenificación que la rememora y que lleva por título «EL TIEMPO ENTRE CONJURAS» cuyo libreto ha sido escrito por Álvaro Moreno Ancillo, resobrinillo mío, hijo de Nazario, garterano, y de mi prima hermana, Teresa (Rip, ambos). Álvaro, es Doctor en medicina, alergólogo de fama y encuentra tiempo para reconstruír una casa-palacio antigua y para emborronar con una literatura muy amena, las páginas, que juntas, van componiendo sus libros.
- Durante estos días todo el pueblo se traslada a siete u ocho siglos atrás y todo y todos, lugareños y la Villa, intra opidum y aledaños a las murallas, han apagado los brillos del siglo XXI y se ha enfundado en el siglo XIII y de esa guisa reciben y acogen al gentío, 15 o 20 veces el número de las gentes del lugar. Los responsables de aquella empresa que colabora con el municipio en la vuelta al MEDIEVO, han dado en afirmar que en ningún lugar, como en OROPESA, a donde son llamados para organizar las fiestas de tiempos pasados, han encontrado un lugar más adecuado para llevar a cabo la recreación.
- En un banco de la plaza de El Navarro forrado con azulejos (manises, que decís por aquí), se cuenta la leyenda de la concesión real de Alfonso XI y al otro lado la que otorgara Fernando VII y entre ambas noticias, las efigies de los PATRONES DEL PUEBLO: NUESTRA MADRE, LA VIRGEN DE PEÑITAS Y SAN ALONSO DE OROZCO que, habiendo nacido en la Villa en 1500 y que callejeó por sus calles hasta que fue llevado a estudiar, moriría en Madrid 91 años después.

- ¡¡¡PASADLO BIEN, PAISANOS!!!

06. 04. 2019 Sábado. P. Alfonso Herrera, O. C.