ESTAMPA CAUDETANA.
CANCIÓN DE AMOR.
CANCIÓN DE AMOR.
Ayer las noticias del telediario nos trajeron la buena nueva de un reencuentro:
Un joven marino que desembarcó en Dunquerque y que no quedó tendido en las arenas de aquellas playas, se enamoró de una mademoiselle francesa de la que guardó una foto. La guerra les separó. Los organizadores del evento hicieron todo lo posible para, si vivía, encontrar a aquella chavala. Y la encontraron. No le dijeron nada al mozalbete de casi cien años y la sorpresa llegó. Pusieron en un paréntesis los años de separación y sus avatares y... volvieron a encontrarse. Las emociones no se pueden encerrar en cuerpos acartonados y, ¡salieron!, nos lo mostró la Tv.
Un joven marino que desembarcó en Dunquerque y que no quedó tendido en las arenas de aquellas playas, se enamoró de una mademoiselle francesa de la que guardó una foto. La guerra les separó. Los organizadores del evento hicieron todo lo posible para, si vivía, encontrar a aquella chavala. Y la encontraron. No le dijeron nada al mozalbete de casi cien años y la sorpresa llegó. Pusieron en un paréntesis los años de separación y sus avatares y... volvieron a encontrarse. Las emociones no se pueden encerrar en cuerpos acartonados y, ¡salieron!, nos lo mostró la Tv.
Yo te cuento hoy otra HISTORIA DE AMOR. La pesqué al vuelo
cuando salía de la parroquia de San Francisco.
Ya habían dejado caer las campanas de Santa Catalina sobre los tejados del pueblo los toques de las siete de la tarde cuando, terminada la Eucaristía en San Francisco, entraba yo en la callejuca dedicada a la memoria de Juan Arellano García, constructor del Barrio cien años atrás. Y los vi. Me pareció que, para la edad que aparentan tener, iban lijericos. Contemplar la ESTAMPA y echar mano del telefonillo, fue todo uno.
Juan Arellano García, desde el manís que da nombre al callejón, contemplaba la escena: Dos abueletes, vestidos de vida, de fiesta, porque la vida es una fiesta, agarradicos de la mano. Ella, es mujer, con su bolso en bandolera y él, tocado con un sombrerico de paja, más de adorno que de protección, con la ayuda de un bastón que, posiblemente, sea lo único que no le duela, van en amorosa complicidad en busca de la gran Avenida del Barrio, de la Avda. de San Jaime.
Pienso que el bueno de Juan Arellano, en su placa de manís, «disfrutaría como un enano», que se dice, contemplando la escena y, elevando el tono de sus sentimientos, se haría oír con aquella exclamación que venía de su más allá del ahora:
-¡VALIÓ LA PENA!
Sí, creo que el bueno del constructor de todo el Barrio y de otros edificios emblemáticos de la Villa, habrá sentido en su interior una explosión de gozo al contemplar, desde el lugar privilegiado donde permanece su figura, a esa pareja de vecinos del Barrio que, agarrados de la mano, seguros en la inseguridad de los muchos años, pasean su AMOR a la caída de la tarde.
Ahora que el fustigador agobiante del día pone tierra de por medio y se va en busca del horizonte, dejando detrás de sí unas sombricas templadas, agradables, sin que el «morisco» venga a llenarles de polvo, levantado de la calzada, los chispeantes ojos, salen ellos a pasear sus humanidades ahítas de amor. ¡Ahí los ves!, agarradicos de la mano se comprometieron ante Dios y la Iglesia:
-«Yo, fulanito/a te quiero a ti menganita/o y me entrego a ti como esposo/a y prometo serte fiel en las alegrías y las penas, en la salud y en la enfermedad... (EN LOS MUCHOS AÑOS), todos los días de mi vida, hasta que la muerte nos separe».
Compromiso, promesa, voto, que se hicieron cuando el AMOR STORGE, amor de amistad, respeto, afinidad en gustos, intereses y compromisos les llevó de la mano al AMOR EROS que hizo que se fundieran, cada uno con el otro, en una nueva realidad, que sería su TODO, y que les unió, allá en su juventud, ante el altar, dando origen así a la nueva empresa de su vida: SU MATRIMONIO.
Hoy, cuando ese AMOR EROS ya apagó su fuego y sus vidas se encontraron inmersas en el AMOR ÁGAPE que es el AMOR de la entrega, altruista, caracterizado por la cordialidad y el sacrificio por el otro, cuando el AMOR MANÍA amor obsesionado y posesivo, combinación del AMOR EROS Y EL AMOR LUDUS aflojó el cíngulo que los unía, aparecen ellos LIBRES, pero muy unidos ¡Qué contradicción!, luciendo SU AMOR, vestidos de fiesta, o para la fiesta de la vida, por las calles del Barrio de San Francisco de esta VILLA DE CAUDETE.
Sí, el bueno de Juan Arellano García seguro que dijo con voz potente a los cuatro vientos, desde lo alto de su manís:
-«SÍ, VALIÓ LA PENA» que mi trabajo sirviera para que ESTA PAREJA paseara SU AMOR, por las calles que yo tendí».
Ya habían dejado caer las campanas de Santa Catalina sobre los tejados del pueblo los toques de las siete de la tarde cuando, terminada la Eucaristía en San Francisco, entraba yo en la callejuca dedicada a la memoria de Juan Arellano García, constructor del Barrio cien años atrás. Y los vi. Me pareció que, para la edad que aparentan tener, iban lijericos. Contemplar la ESTAMPA y echar mano del telefonillo, fue todo uno.
Juan Arellano García, desde el manís que da nombre al callejón, contemplaba la escena: Dos abueletes, vestidos de vida, de fiesta, porque la vida es una fiesta, agarradicos de la mano. Ella, es mujer, con su bolso en bandolera y él, tocado con un sombrerico de paja, más de adorno que de protección, con la ayuda de un bastón que, posiblemente, sea lo único que no le duela, van en amorosa complicidad en busca de la gran Avenida del Barrio, de la Avda. de San Jaime.
Pienso que el bueno de Juan Arellano, en su placa de manís, «disfrutaría como un enano», que se dice, contemplando la escena y, elevando el tono de sus sentimientos, se haría oír con aquella exclamación que venía de su más allá del ahora:
-¡VALIÓ LA PENA!
Sí, creo que el bueno del constructor de todo el Barrio y de otros edificios emblemáticos de la Villa, habrá sentido en su interior una explosión de gozo al contemplar, desde el lugar privilegiado donde permanece su figura, a esa pareja de vecinos del Barrio que, agarrados de la mano, seguros en la inseguridad de los muchos años, pasean su AMOR a la caída de la tarde.
Ahora que el fustigador agobiante del día pone tierra de por medio y se va en busca del horizonte, dejando detrás de sí unas sombricas templadas, agradables, sin que el «morisco» venga a llenarles de polvo, levantado de la calzada, los chispeantes ojos, salen ellos a pasear sus humanidades ahítas de amor. ¡Ahí los ves!, agarradicos de la mano se comprometieron ante Dios y la Iglesia:
-«Yo, fulanito/a te quiero a ti menganita/o y me entrego a ti como esposo/a y prometo serte fiel en las alegrías y las penas, en la salud y en la enfermedad... (EN LOS MUCHOS AÑOS), todos los días de mi vida, hasta que la muerte nos separe».
Compromiso, promesa, voto, que se hicieron cuando el AMOR STORGE, amor de amistad, respeto, afinidad en gustos, intereses y compromisos les llevó de la mano al AMOR EROS que hizo que se fundieran, cada uno con el otro, en una nueva realidad, que sería su TODO, y que les unió, allá en su juventud, ante el altar, dando origen así a la nueva empresa de su vida: SU MATRIMONIO.
Hoy, cuando ese AMOR EROS ya apagó su fuego y sus vidas se encontraron inmersas en el AMOR ÁGAPE que es el AMOR de la entrega, altruista, caracterizado por la cordialidad y el sacrificio por el otro, cuando el AMOR MANÍA amor obsesionado y posesivo, combinación del AMOR EROS Y EL AMOR LUDUS aflojó el cíngulo que los unía, aparecen ellos LIBRES, pero muy unidos ¡Qué contradicción!, luciendo SU AMOR, vestidos de fiesta, o para la fiesta de la vida, por las calles del Barrio de San Francisco de esta VILLA DE CAUDETE.
Sí, el bueno de Juan Arellano García seguro que dijo con voz potente a los cuatro vientos, desde lo alto de su manís:
-«SÍ, VALIÓ LA PENA» que mi trabajo sirviera para que ESTA PAREJA paseara SU AMOR, por las calles que yo tendí».
Juan Arellano García
Contento se te acerca hoy mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
12.6.2019. Miércoles. P. Alfonso Herrera, O. C.
PD. Al día siguiente, a la misma hora, volví a verlos con distinta indumentaria. Esta vez les sorprendí dejando la calle San Francisco, derrochando lustre de amor, para entrar por el callejón de Juan de Arellano García y llegarse hasta la Avenida de San Jaime.
¡Daba gusto verlos!
Contento se te acerca hoy mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
12.6.2019. Miércoles. P. Alfonso Herrera, O. C.
PD. Al día siguiente, a la misma hora, volví a verlos con distinta indumentaria. Esta vez les sorprendí dejando la calle San Francisco, derrochando lustre de amor, para entrar por el callejón de Juan de Arellano García y llegarse hasta la Avenida de San Jaime.
¡Daba gusto verlos!
Los que sólo somos hijos de padres maravillosos que un día se unieron y se comprometieron.....pues disfrutamos de esos esposos ancianos que continúan su amor como el primer día.
ResponderEliminarAmaros como Cristo ama a su Iglesia.
El amor humano que da sus frutos,como somos los religiosos carmelitas que devolvemos ese amor humano fiel hecho compromiso eterno para Jesús y nuestra Iglesia.
En las familias naturales de los religiosos acogen y aman a estos como un misterio que no pretenden entender...sino aprovechar para el encuentro con Dios de ellos mismos.
Es genial que miembros de las familias de los religiosos,a pesar de no comprenderlos,los apoyan y cuidan como un tesoro único y original....como un regalo.
Sin darse cuenta son los que hacen que los religiosos llevemos a cabo nuestra misión y hacen más fuerte nuestros lazos amorosos con Jesús.
Los más pequeños y los más grandes gozan con nuestra vocación.
La imagen del matrimonio anciano llena de ternura el corazón,nos animan a vivir entregados en la realidad cotidiana.
Y valió la pena....si valió la pena la entrega....la lucha a veces difícil... porque la familia se llenó de flores coloridas, preciosas.
Flores de sacrificio,de escucha,de empatía,de compañía..... preciosos jardines de fidelidad.
Felicidades por una reflexión tan jugosa y entrañable.
Un genial día para tí, Padre.
Las fotos muy ilustrativas.
ResponderEliminarMuy buenas tardes P. Alfonso, con su relato y fotos nos lo dice todo , lo que esta pareja ya tan mayores puedan seguir disfrutando de su amor y estar juntos .Todo un privilegio, que les dure muchos años más.Desde squi
ResponderEliminarDesde aquí le deseo termine bien el día
ResponderEliminarQue belleza
ResponderEliminar