ESTAMPA CAUDETANA.
LOS CRISANTEMOS.
LOS CRISANTEMOS.
No hace falta que te diga qué es un crisantemo. Siempre florecen cuando el sol
baja sus humos. Sí, cuando anda recogiendo sus bártulos para marcharse con la
música a otra parte, a alegrarles la existencia a las gentes que pueblan el
Hemisferio Sur, donde ya anda en ello, porque desde EL MONTE CHINGOLO (éste es
un barrio del sur bonaerense, a unos treinta kilómetros del centro de la
extensa ciudad, de allí donde en "los almacenes" se ofrecen buenas
viandas a base de buenísimas carnes asadas del lugar y la acompañan de muy
buena música, esa música que tiene la capacidad de hacer que los bailarines
muevan sus cuerpos de manera prodigiosa, como si de notas musicales se
trataran, con una soltura inusitada, entre las líneas de un pentagrama
imaginario dibujado en el escenario. Los bailarines de tango), un buen amigo,
originario del norte argentino, de Tucumán, me dice que ya aprieta fuerte (nada
que ver con el "apreteu" del recalcitrante catalán).
Pues bien, nada que añadir a todo lo que sabes de los crisantemos porque cuando Noviembre se instaló entre nosotros se trajo con él las fiestas, en el día 1, de TODOS LOS SANTOS y en el día 2, LA MEMORIA DE TODOS LOS DIFINTOS y tenías que ver lo guapo que estaba, con tal motivo, el cementerio con aquella profusión floral del tiempo, de CRISANTEMOS de un montón de colores, adornando sepulturas y nichos, también arriates y parterres. Pero yo te quiero decir hola con los CRISANTEMOS que ves en la fotografía. No son de ningún jardín de la Real Villa de Caudete, ni de su cementerio. Esas preciosidades lucen así de bien en el jardín de la parroquia "FLOR DEL CARMELO" de la que yo fui su primer párroco por los años noventa del siglo pasado.
Ocupan el lugar donde yo había plantado un ciruelo que me había regalado Epifanio el jardinero del colegio San Pablo Ceu donde dicté clase tres décadas. Parece que vino a menos o hartos, mis sucesores, de que, al robarles los hermosos frutos, que eran, no exagero, como pelotas de tenis, desgajaran sus ramas destrozándole, se vieron en la necesidad de sacarle y, en su lugar pusieron ese collage tan lindo que es la envidia de los que transitan calle arriba y abajo delante del parterre ajardinado que siguen cuidando con esmero quienes me sucedieron.
Me llamó tanto la atención, me gustó tanto, que no pude por menos que traérmele en la cámara oscura de mi telefonillo para que hoy se me prestara para llevarte mi noticia.
Menos mal que, solventado el asunto que me llevó a la capital, de tren a tren, tuve un ratito para ir a hablar con uno de aquellos frailes. Gracias a ello se me dio contemplar la frescura de esos CRISANTEMOS que han aguantado bien los embates de los adelantados de un invierno que se nos acerca con malas ínfulas.
Pues bien, nada que añadir a todo lo que sabes de los crisantemos porque cuando Noviembre se instaló entre nosotros se trajo con él las fiestas, en el día 1, de TODOS LOS SANTOS y en el día 2, LA MEMORIA DE TODOS LOS DIFINTOS y tenías que ver lo guapo que estaba, con tal motivo, el cementerio con aquella profusión floral del tiempo, de CRISANTEMOS de un montón de colores, adornando sepulturas y nichos, también arriates y parterres. Pero yo te quiero decir hola con los CRISANTEMOS que ves en la fotografía. No son de ningún jardín de la Real Villa de Caudete, ni de su cementerio. Esas preciosidades lucen así de bien en el jardín de la parroquia "FLOR DEL CARMELO" de la que yo fui su primer párroco por los años noventa del siglo pasado.
Ocupan el lugar donde yo había plantado un ciruelo que me había regalado Epifanio el jardinero del colegio San Pablo Ceu donde dicté clase tres décadas. Parece que vino a menos o hartos, mis sucesores, de que, al robarles los hermosos frutos, que eran, no exagero, como pelotas de tenis, desgajaran sus ramas destrozándole, se vieron en la necesidad de sacarle y, en su lugar pusieron ese collage tan lindo que es la envidia de los que transitan calle arriba y abajo delante del parterre ajardinado que siguen cuidando con esmero quienes me sucedieron.
Me llamó tanto la atención, me gustó tanto, que no pude por menos que traérmele en la cámara oscura de mi telefonillo para que hoy se me prestara para llevarte mi noticia.
Menos mal que, solventado el asunto que me llevó a la capital, de tren a tren, tuve un ratito para ir a hablar con uno de aquellos frailes. Gracias a ello se me dio contemplar la frescura de esos CRISANTEMOS que han aguantado bien los embates de los adelantados de un invierno que se nos acerca con malas ínfulas.
Ellos, LOS CRISANTEMOS DE MI ANTIGUA PARROQUIA "FLOR DEL CARMELO" te llevan hoy mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
29.11.2019. Viernes.
Hoy celebramos una algarabía por las ofertas de objetos a bajos precios, el Black Friday, que tiene su origen, se apoya, en "la venta de esclavos". ¿...?
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
Alegres buenos días entrelazados con flores y recuerdos gratos de tu actividad profesional.
ResponderEliminarUn excelente viernes,Padre.
No sabia que el origen de éste viernes comercial era la venta de esclavos.Gracias por la información.
ResponderEliminarBuenos días, con ese ramo de crisantemos tan bonitos,,yo tampoco sabia que el Black Friday era dia de venta de esclavos,pues valla nombre que le han puesto para la gran venta feliz dia,,,
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