ESTAMPA CAUDETANA.
LA SAN SILVESTRE CAUDETANA.
LA SAN SILVESTRE CAUDETANA.
La plaza del Carmen se había llenado de bote en bote. Ya estaba anunciado. Los
oficiales encargados de regular el tráfico en la Real Villa habían situado, con
anterioridad, las señales de tráfico prohibitorias de aparcamiento por donde
habría de discurrir el VIII MARATÓN
La torre de la iglesia del convento de San José (El Carmen) no se perdía
detalle, fue testigo preeminente de los preparativos de la carrera popular que
se estaba preparando y que se convoca anualmente con una intención, sola y
exclusivamente, benéfica. En consecuencia, todos los inscritos pagaron, por
tomar parte en la carrera, la cantidad de SEIS Euros que serían entregados a
Cáritas con el fin de ser destinados para beneficio de los más
desheredados del pueblo.
La hora prevista para dar el pistoletazo
de salida era las 19,00, pero la plaza hervía de gentes entusiastas desde mediada la tarde, antes de que el sol se fuera por los derroteros de costumbre con dirección a mi pueblo de Oropesa, allá en el occidente de la Autonomía Castellano-manchega. La música ambiental, lo llenaba todo y un animador salía, a voz en grito, por los bafles, para mantener altos los ánimos de los participantes, sus acompañantes y gentes en general, que se habían dado cita para vivir de modo cercano y en vivo, el evento lúdico-deportivo-solidario con el que se pone el broche de oro, en la Real Villa de Caudete, a un año que se nos está yendo irremisiblemente, aunque con un poquitín de adelanto.
Por una vez Caudete, no parecía Caudete (siempre es muy generoso y cortés a la hora de iniciar los actos sociales) . Tres minutos antes de la hora fijada, anunciaba el presentador, micrófono en mano, que, dentro de tres minutos, iba a darse la salida, por la voz autorizada del Sr. Alcalde, a los corredores del maratón de San Silvestre Caudetano, aunque en lugar de correrse en su día, el último del año, se programó para el último domingo, ayer, día 28, día de los Santos Inocentes.
Al maratón se le llama de San Silvestre y este año cumplió su VIII edición pero bien podía habérsele denominado con el nombre de los SANTOS DEL DÍA, «Maratón de los Santos Inocentes» y no tanto por la onomástica del 28 de diciembre, que también, sino porque muchos de los inscritos eran niños y corrían con la ilusión limpia y pura de los tales, como aquellos bebés que se llevó por delante aquel rey inicuo que, por querer librarse del Mesías, porque le veía como un contrincante, y, quién no tuvo escrúpulos de librarse de su mujer y del hijo mayor por creer que confabulaban para arrebatarle la corona, decidió eliminar a aquellos angelitos de dos años para abajo de la región de Belén, que es Ramá, donde se oyeron, por mucho tiempo, los gritos desgarradores de unas madres a las que la soldadesca les habían arrancado de sus brazos a los hijos de sus entrañas (Mt. 2,16-18), hecho que ya había sido anunciado, en el Antiguo Testamento, por el profeta Jeremías (31,15).
La hora prevista para dar el pistoletazo
de salida era las 19,00, pero la plaza hervía de gentes entusiastas desde mediada la tarde, antes de que el sol se fuera por los derroteros de costumbre con dirección a mi pueblo de Oropesa, allá en el occidente de la Autonomía Castellano-manchega. La música ambiental, lo llenaba todo y un animador salía, a voz en grito, por los bafles, para mantener altos los ánimos de los participantes, sus acompañantes y gentes en general, que se habían dado cita para vivir de modo cercano y en vivo, el evento lúdico-deportivo-solidario con el que se pone el broche de oro, en la Real Villa de Caudete, a un año que se nos está yendo irremisiblemente, aunque con un poquitín de adelanto.
Por una vez Caudete, no parecía Caudete (siempre es muy generoso y cortés a la hora de iniciar los actos sociales) . Tres minutos antes de la hora fijada, anunciaba el presentador, micrófono en mano, que, dentro de tres minutos, iba a darse la salida, por la voz autorizada del Sr. Alcalde, a los corredores del maratón de San Silvestre Caudetano, aunque en lugar de correrse en su día, el último del año, se programó para el último domingo, ayer, día 28, día de los Santos Inocentes.
Al maratón se le llama de San Silvestre y este año cumplió su VIII edición pero bien podía habérsele denominado con el nombre de los SANTOS DEL DÍA, «Maratón de los Santos Inocentes» y no tanto por la onomástica del 28 de diciembre, que también, sino porque muchos de los inscritos eran niños y corrían con la ilusión limpia y pura de los tales, como aquellos bebés que se llevó por delante aquel rey inicuo que, por querer librarse del Mesías, porque le veía como un contrincante, y, quién no tuvo escrúpulos de librarse de su mujer y del hijo mayor por creer que confabulaban para arrebatarle la corona, decidió eliminar a aquellos angelitos de dos años para abajo de la región de Belén, que es Ramá, donde se oyeron, por mucho tiempo, los gritos desgarradores de unas madres a las que la soldadesca les habían arrancado de sus brazos a los hijos de sus entrañas (Mt. 2,16-18), hecho que ya había sido anunciado, en el Antiguo Testamento, por el profeta Jeremías (31,15).
Degüello de los Inocentes. Miniatura del Siglo X.
Como tenía tiempo antes de la hora de la misa en Santa Catalina y decidí esperar a que la rambla de participantes pasara por delante de mi, cosa que aproveché para grabar el paso.
Cuando me alejaba calle Mayor hacia la parroquia me alcanzaba la voz del mantenedor anunciando que a la conclusión de la maratón tendría lugar una gran chocolatada para todo el público asistente, participantes o meros espectadores.
Abrigaba la esperanza de que al terminar la Eucaristía, al volver al convento, me encontraría con la posibilidad de participar en la chocolatada. Vana ilusión. Los 5° que propalaba a los cuatro vientos el termómetro de la farmacia, muy rebajados en la sensación de frío por el vientecillo frío, frío, muy frío que barría la plaza del Carmen, barrió, también, a todo el personal.
- Y, colorín colorado, el maratón ya se ha acabado.
Como tenía tiempo antes de la hora de la misa en Santa Catalina y decidí esperar a que la rambla de participantes pasara por delante de mi, cosa que aproveché para grabar el paso.
Cuando me alejaba calle Mayor hacia la parroquia me alcanzaba la voz del mantenedor anunciando que a la conclusión de la maratón tendría lugar una gran chocolatada para todo el público asistente, participantes o meros espectadores.
Abrigaba la esperanza de que al terminar la Eucaristía, al volver al convento, me encontraría con la posibilidad de participar en la chocolatada. Vana ilusión. Los 5° que propalaba a los cuatro vientos el termómetro de la farmacia, muy rebajados en la sensación de frío por el vientecillo frío, frío, muy frío que barría la plaza del Carmen, barrió, también, a todo el personal.
- Y, colorín colorado, el maratón ya se ha acabado.
- Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
29.12.2019. Domingo. FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA.
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
Vaya. ....Sin chocolate. ..pero con todos los detalles del evento bien recogidos y compartidos en éste domingo tan familiar.
ResponderEliminarUn domingo espectacular para ti,Padre.
Gracias por las fotos, en especial por la miniatura de los Santos Inocentes.
ResponderEliminarBuena tarde la de ayer para la carrera de San Silvestre . La gente respondió y se lució en la Plaza del Carmen y como no al terminar el chocolatito caliente que viene muy bien en estas fechas . La gente disfrutó y colaboró en el acto solidario . Las gentes de nuestro pueblo participa cuando algo así se organiza . Que todos tengamos un buen ultimo domingo del año .
ResponderEliminarMuy buenas tardes, P. ALFONSO, gracias por el reportaje de la carrera de San Silvestre, pues ayer me fue imposible el poder asístir a tal evento como espectadora. Es bueno el participar para poder ayudar con Caritas, porque toda aportación es bien recibida.. Le deseo un buen día de la Sagrada Familia.
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