ESTAMPA CAUDETANA
LOS REYES MAGOS EN LA REAL VILLA DE CAUDETE
Cuando los Magos llegaron a Jerusalén nadie los esperaba, nadie. Los entendidos
en las Escrituras no las habían repasado, ni habían sintonizado los avisos de
los profetas. Nada. Y si ellos, los entendidos, no estaban al tanto, cómo lo
iba a estar el rey del momento, Herodes el Grande, que no era, ni siquiera, ni
siguiera judío. Así que la llegada de aquellas gentes que venían buscando al
rey de los judíos recién nacido levantó una polvareda en Jerusalén y aleños,
«de las que aquí te espero escopeta».
Pues con ser tan sonada ni siquiera se le parecía, ni de lejos, a la que se armó aquí en la Real Villa de Caudete.
Aquí en Caudete las autoridades estaban sobre aviso y, tan es así, que hasta el primer edil se permitió la licencia de anunciarlo con anterioridad y, además, en el uso de su autoridad, había decidido que a sus Majestades se les recibiera en la fuente redonda, justo delante del centro de salud del pueblo y así, por medio de bandos y filetitos mandados por medio de esa novedosa manera de mandar recado, a la que llaman WhatsApp, fue llenando al pueblo de avisos.
Sus Majestades habían llegado a las periferias del pueblo el día anterior, el día 4, mediada la tarde, y se acomodaron en lo alto de la Sierra Oliva donde pasaron la noche frente a la capilla de Santa Bárbara al amor de una gran fogata que era vista desde cualquier lugar de Caudete.
Desde que amaneció el día de la víspera hasta la 17 horas emplearon el tiempo en bajar hasta el lugar del encuentro y cuando esto aconteció quedaron gratamente sorprendidos por la gran cantidad de personal de toda índole y condición, pero todos «uniformados» con andrajos a tono y hasta los bomberos, que y hasta la policía urbana se pusieron a disposición de los forasteros, y les abrieron camino para que visitaran a los ancianos del pueblo en su residencia y se dejaron ver por las calles de la villa con sus transportes llenos de regalos para niños y mayores.
Todos les esperaban porque así lo anunciaron una representación enviada por la mañana que fue recibida en la Plaza del Carmen, según pude observar por una de las ventanas del vetusto convento de San José (el Carmen).
Ya en su día, ayer, cuando bajaba hasta El Barrio para celebrar la Eucaristía en la Solemnidad de la Epifanía, subían en dirección contraria riadas de gente menudica acompañada de otras mayores todas uniformadas para no desentonar con los ilustres viajeros que a esas horas estarían terminando de desayunar chocolate calentito con lengüetas o con buenos trozos de roscas reales del lugar.
Dicen que cuando dejaron la servilleta bajaron a la Residencia de ancianos y, luego, mira por dónde, yo que por razones obvias no les había visto todavía, me di de bruces con ellos. Esto es, de bruces, de bruces, no, porque uno de los pajes me echó el alto. Iban a pie . Atravesaban la plaza de El Carmen y enfilaban calle Mayor adelante para llegarse a la parroquia de Santa, Catalina para ser recibidos por el Primer Ministro del Señor, el párroco, en medio de una fastuosa Liturgia como correspondía a la Solemnidad. Ya iban tarde (pronto se adaptaron a la «puntualidad» caudetana). Por fin pude transitar y, con tiempo suficiente, pude acceder al convento de San José para poder celebrar la segunda de las tres Eucaristías del día.
Mientras, terminada la recepción en «La Catedralita» del pueblo, sus Majestades terminaban el cometido iniciado en la tarde de la víspera, haciendo entrega de presentes a los niños de la Asociación que lleva su nombre.
Luego, mientras los ñacos se lo pasaban bomba con los juguetes y regalos, ellos se esfumaron y cuando las manecillas del reloj se llevó el día de Reyes y lo encerró en la noche. Y, ellos, conducidos por Júpiter, se fueron a sus países respectivos. Ya nadie se acordaba de ellos. Tampoco les importaba mucho porque se llevaban en sus zurrones el más bonito de los recuerdos, todo un pueblo alegre al que consiguieron unir con el cordón de la magia y una esperanza, la de que este pueblo viva así todo un año más, hasta que florezca nuevamente LA ILUSIÓN y la Real Villa de Caudete, otra vez, vuelva, toda ella, a ser feliz.
- Lejos de los fastos reales en «la catedral del pueblo», en la parroquia de San Francisco revivíamos la sencillez de lo que, sin duda, aconteció en Belén. No llegaron TRES REYES MAGOS DE ORIENTE, los celebramos en una sencilla ceremonia, y digo sencilla, porque el grupo que anima con sus canciones la misa de los días de fiesta, fue arrastrado por la vorágine provocada por la llegada de los Magos de Oriente al pueblo. Pero no importó. Ni mucho menos, ya que fue animada por Juan Vicente Martínez, bien metido en los NOVENTA años, según el decir de las gentes de Andalucía, porque ya tiene bien cumplidicos los OCHENTA Y NUEVE. Nos cantó villancicos del lugar de los que te adjunto el que cantó, a capella, en el momento de la Comunión. Este villancico es tradicional de por aquí y le cantaban siempre en la novena en honor del Niñico desde lo alto del coro sobre una iglesia totalmente abarrotada de fieles e, incluso, creo que era escenificado. Eran otros tiempos. Hoy, es una pena, no se hace. Aunque en la parroquia del Barrio de San Francisco SÍ QUE SE CANTÓ.
- Video.
- Por la tarde tuvieron lugar los BAILES DEL NIÑO presididos por la pareja de Reyes del segundo día de mayores
Pues con ser tan sonada ni siquiera se le parecía, ni de lejos, a la que se armó aquí en la Real Villa de Caudete.
Aquí en Caudete las autoridades estaban sobre aviso y, tan es así, que hasta el primer edil se permitió la licencia de anunciarlo con anterioridad y, además, en el uso de su autoridad, había decidido que a sus Majestades se les recibiera en la fuente redonda, justo delante del centro de salud del pueblo y así, por medio de bandos y filetitos mandados por medio de esa novedosa manera de mandar recado, a la que llaman WhatsApp, fue llenando al pueblo de avisos.
Sus Majestades habían llegado a las periferias del pueblo el día anterior, el día 4, mediada la tarde, y se acomodaron en lo alto de la Sierra Oliva donde pasaron la noche frente a la capilla de Santa Bárbara al amor de una gran fogata que era vista desde cualquier lugar de Caudete.
Desde que amaneció el día de la víspera hasta la 17 horas emplearon el tiempo en bajar hasta el lugar del encuentro y cuando esto aconteció quedaron gratamente sorprendidos por la gran cantidad de personal de toda índole y condición, pero todos «uniformados» con andrajos a tono y hasta los bomberos, que y hasta la policía urbana se pusieron a disposición de los forasteros, y les abrieron camino para que visitaran a los ancianos del pueblo en su residencia y se dejaron ver por las calles de la villa con sus transportes llenos de regalos para niños y mayores.
Todos les esperaban porque así lo anunciaron una representación enviada por la mañana que fue recibida en la Plaza del Carmen, según pude observar por una de las ventanas del vetusto convento de San José (el Carmen).
Ya en su día, ayer, cuando bajaba hasta El Barrio para celebrar la Eucaristía en la Solemnidad de la Epifanía, subían en dirección contraria riadas de gente menudica acompañada de otras mayores todas uniformadas para no desentonar con los ilustres viajeros que a esas horas estarían terminando de desayunar chocolate calentito con lengüetas o con buenos trozos de roscas reales del lugar.
Dicen que cuando dejaron la servilleta bajaron a la Residencia de ancianos y, luego, mira por dónde, yo que por razones obvias no les había visto todavía, me di de bruces con ellos. Esto es, de bruces, de bruces, no, porque uno de los pajes me echó el alto. Iban a pie . Atravesaban la plaza de El Carmen y enfilaban calle Mayor adelante para llegarse a la parroquia de Santa, Catalina para ser recibidos por el Primer Ministro del Señor, el párroco, en medio de una fastuosa Liturgia como correspondía a la Solemnidad. Ya iban tarde (pronto se adaptaron a la «puntualidad» caudetana). Por fin pude transitar y, con tiempo suficiente, pude acceder al convento de San José para poder celebrar la segunda de las tres Eucaristías del día.
Mientras, terminada la recepción en «La Catedralita» del pueblo, sus Majestades terminaban el cometido iniciado en la tarde de la víspera, haciendo entrega de presentes a los niños de la Asociación que lleva su nombre.
Luego, mientras los ñacos se lo pasaban bomba con los juguetes y regalos, ellos se esfumaron y cuando las manecillas del reloj se llevó el día de Reyes y lo encerró en la noche. Y, ellos, conducidos por Júpiter, se fueron a sus países respectivos. Ya nadie se acordaba de ellos. Tampoco les importaba mucho porque se llevaban en sus zurrones el más bonito de los recuerdos, todo un pueblo alegre al que consiguieron unir con el cordón de la magia y una esperanza, la de que este pueblo viva así todo un año más, hasta que florezca nuevamente LA ILUSIÓN y la Real Villa de Caudete, otra vez, vuelva, toda ella, a ser feliz.
- Lejos de los fastos reales en «la catedral del pueblo», en la parroquia de San Francisco revivíamos la sencillez de lo que, sin duda, aconteció en Belén. No llegaron TRES REYES MAGOS DE ORIENTE, los celebramos en una sencilla ceremonia, y digo sencilla, porque el grupo que anima con sus canciones la misa de los días de fiesta, fue arrastrado por la vorágine provocada por la llegada de los Magos de Oriente al pueblo. Pero no importó. Ni mucho menos, ya que fue animada por Juan Vicente Martínez, bien metido en los NOVENTA años, según el decir de las gentes de Andalucía, porque ya tiene bien cumplidicos los OCHENTA Y NUEVE. Nos cantó villancicos del lugar de los que te adjunto el que cantó, a capella, en el momento de la Comunión. Este villancico es tradicional de por aquí y le cantaban siempre en la novena en honor del Niñico desde lo alto del coro sobre una iglesia totalmente abarrotada de fieles e, incluso, creo que era escenificado. Eran otros tiempos. Hoy, es una pena, no se hace. Aunque en la parroquia del Barrio de San Francisco SÍ QUE SE CANTÓ.
- Video.
- Por la tarde tuvieron lugar los BAILES DEL NIÑO presididos por la pareja de Reyes del segundo día de mayores
Foto de los Reyes de los BAILES
- con el mismo ritual que el día primero de Enero.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
7.1.2020. Martes.
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita
Preciosos y entrañables comentarios de la vivencia festiva y feliz de Caudete.
ResponderEliminarEs una gran satisfacción disfrutar de sus acontecimientos en su salsa.
Un excelente martes,Padre.
Los vídeos y las fotos geniales.
ResponderEliminarEl más especial el grabado en San Francisco.
Vaya voz extraordinaria. .Muchas gracias.
Muy buenos días, P. Alfonso con todo el acontecer que usted nos ha relatado y tan completo, del día de ayer llegamos al final de nuestras queridas fiestas de Navidad. Aunque se dice que hasta San Anton fiestas son y hasta San Blas fiestas serán, pero de momento volvemos a la normalidad. Que termine bien el día.
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