sábado, 18 de enero de 2020

La Pista


ESTAMPA CAUDETANA.
LA PISTA.
No se puede tener todo. Si coleccionas calendarios y, encima, los llevas encima, no puedes presumir de alguna cosa más que evidente. Y, si encima de una tara normal cargas más de la cuenta... pasa lo que pasa.
¿Qué pasa?
Ayer, a aquella hora, ya hacía tiempo que fueron las cinco. Y te digo esto porque el refrán, además del de «gallinita por San Antón, pon», aquel otro de «en San Antón a las cinco con sol», ya había cumplido con su cometido. Ya habíamos comprobado, fehacientemente, que sí, que el sol, un poco endeble, por lo gastado y por el frío que hacía, alumbraba el predio de la Real Villa de Caudete. Pero eso fue otra historia de tantas como tienen lugar a lo largo del día antes de que éste cierre su puerta y se encierre en casa para pasar la noche.
- Ayer fue la FIESTA LITÚRGICA de San Antón. Sí, SAN ANTÓN ABAD, EL DEL DESIERTO, EL PADRE DEL MONACATO, para más señas, y lo celebramos, celebramos al SANTAZO (aquí, en Caudete, los de la COFRADÍA DEL SANTO, establecida en su ermita en el ámbito de la parroquia de San Francisco, van a estirar la fiesta litúrgica para que dure tres días, sábado y domingo, también, además de la novena previa en su honor) que se alzó en el pedestal, en medio de las llanuras del desierto de Egipto, qué contradicción, en un llano va y se sube e un pedestal, cosas de la Santidad. Pues así fue. Le costó, al buen SANTAZO, subirse a él, ni más ni menos, que 100 años, pues esos fueron los años que vivió, año arriba, año abajo (250 al 355) alentando a sus hermanos duramente perseguidos por el romano Diocleciano, que tanto daño hizo al cristianismo, por un lado y, por otro, echándole una mano a San Atanasio en su dura lucha contra los herejes arrianos que afirmaban que Jesucristo no era Dios, que no era igual al Padre.
- Y oye, «a las cinco con sol», como asevera el refrán, y ya sabemos que los refranes siempre tienen razón. Y es que desde Navidad los días le van quitando a la noche, poco a poco, su dominio, su terreno. Pero cuando yo iba para Santa Catalina ya había esprintado el reloj y por más esfuerzos que hizo el día, no pudo con la cabezonería de la noche. Hacía frío, bastante frío, porque se habían adelantado a la «borrasca Gloria», que está pidiendo paso, unos vientecicos que ya, ya.
- Pero no fue óbice para que yo dejara de hacer mi paseo para llegarme a la parroquia por la Glorieta de la Cruz.
- Iba ligerito, no vayas a creer que no, primero porque hacía frío y segundo para ver si se me caía algo de
-  «lastre», y, no obstante, contemplaba cómo me alcanzaban, me pasaban y me dejaban atrás, todavía en la Avda. de la Libertad, un hombre flanqueado por dos mujeres, todavía jóvenes, una volvió la cara para echarme una ojeada, y, luego, cuando ya estaba instalado en la Avda. de Las Jornetas, como una exhalación,  pasaron a mi lado dos atletas que pareciome que se habían escapado del polideportivo que había quedado atrás. Como en el caso precedente me enseñaron las espaldas. No paró ahí la cosa. Yo me reconcomía por dentro:
- «mira, me decía a mí mismo, todos te dejan atrás». En esas estaba cuando un joven montado en patines me dió un bofetón con el aire que iba echando a sus lados.
- La verdad, no me hizo mucha gracia así que saqué mi telefonillo y los castigué a todos a permanecer paradicos dentro de la cámara oscura de la maquinita. Y para que veas que es cierto ahí los tienes camino de la Avda. de las Jornetas arriba. Fíjate que todavía tenía la máquina de las fotos en la mano y no pude, como te lo digo, no me fue posible, sujetar al ciclista en una foto, porque más que pedalear, volaba de pie sobre los pedales. Solo dejaba atrás, debilitándose cada vez más, una luz roja parpadeante que daba la impresión de que se reía de mí, guiñandome el ojo.
- Di en pensar que esa vía ciudadana, se había convertido en UNA PISTA complementaria de las del cercano polideportivo, abierta a las actividades lúdico-deportivas de los ciudadanos de la Villa. Y, yo, paseando ligero para poner una barrera de calor al frío reinante y aprendiendo la lección que ayer me dictó una maestra inigualable, la vida.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
18.1.2020. Sábado. Hoy, a estas horas, en los locales aledaños a la ermita de San Antón se encuentran «despachando» unas gachamiga y algo más, todos los que participan en la preparación de la pira para la hoguera de San Antón, que esperamos no lo impidan los vientos que, como caballos alazanes, tiran del carro de la borrasca Gloria y, junto a ellos, miembros de la COFRADÍA, autoridades civiles y religiosas e invitados. Luego saldrán «rodando» los roscos del Santo bendecidos por el Párroco.

     ¡¡¡¡¡BUEN PROVECHO!!!!!
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.

4 comentarios:

  1. Humor del bueno, elaborado finamente en tu bodega interior como el mejor vino.
    Un saludo simpático que saca una sonrisa al amanecer.
    El buen humor es a veces un producto escaso y es muy importante para plantar al mundo una cara alegre y feliz porque el Viñador cuida con mucho cariño de su Viña.
    Un sábado festivo con muchas gachasmigas,Padre.

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  2. Bien por parar al esos corredores poco educados por dejarte atrás. Así quietos en la foto no pueden ganarte la carrera.

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  3. Buenos días, P.un paseo muy bonito el que hace usted,tenemos unas avenidas que da gusto pasear por ellas,aunque los paseantes le dejan atras asi tiene tiempo de tomar estas vistas que nos muestra,feliz sabado,,

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  4. Fina Solera Rodriguez18 de enero de 2020, 9:26

    Buenos días P. Alfonso . Nos están anunciando que viene frío del fuerte y asta nieve . Esperemos que pueda seguir con sus paseos que siempre encuentra algo ameno que contarnos . Esperemos que las fiestas de San Anton se puedan celebrar en todo su esplendor .Buen sábado a todos

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