Teresa

ESTAMPA CAUDETANA.
TERESA.

Mientras los entendidos colocaban la imagen del SANTO ABAD ANTÓN encina del carro y aseguraban las andas, sonaba la música. La banda AMIGOS DE LA MÚSICA echaban a volar por los aires, las alegres notas de canciones del lugar y, al son de las mismas, Teresa, la de las Jornetas, que con harta frecuencia se baja hasta el Barrio, y ayer no iba a ser menos porque todo el mundo estaba de fiesta debido a que el Santo de la ermita, SAN ANTÓN salía, por fin, a procesionar por las calles de la Real Villa de Caudete.
¡Cómo no iba a estar presente Teresa! ¡Cómo no iba a hacerlo!
Teresa, ahí donde la ves, es abuela y sus nietos corretean por las calles del Barrio y, de ahí, sus frecuentes bajadas, pues no es otra la razón por la que se la vea con tanta frecuencia, sus nietos. Y, como corresponde a una abuela, no podía faltar al evento tan entrañable de agasajar al SANTO DEL LUGAR y, así, transmitir, a sus nietos una tradición que viene de lejos, de muy lejos, según aventura el sesudo investigador MANOLO BELTRÁN (Arquitecto Técnico y Catedrático de Dibujo) que  plasma su trabajo de investigador en el artículo «ERMITA DE SAN ANTÓN»  publicado en la revista de las FIESTAS PATRONALES DE MOROS Y CRISTIANOS de septiembre pasado (págs. 192-195).
Allí manifiesta su parecer de que la ermita del SANTO ANTÓN no fue construida en1800, como queda reseñado en el dintel de la puerta de entrada, eso, sería, a lo sumo, la fecha en que se procedió a una restauración o reconstrucción, sino que viene de mucho más atrás, desde los tiempos en que la orden de los ANTONIANOS (nacidos en 1095) se dedicaban a atender, entre otros quehaceres, a los peregrinos que caminaban a Santiago de Compostela y que muchos de ellos estaban tocados con la enfermedad producida por el cornezuelo del centeno  (el ergotismo). Sostiene este escritor investigador que, la ermita del Santo levantada en el extrarradio de la Villa, al contrario de lo que acontece con otras ermitas del camino, estaría al cuidado de los frailes de aquella orden que dejó de existir por decreto pontificio emitido por el papa Pio VI en 1791.
Se basa para ello en dos elementos que permanecen en la ermita y que han ido superando toda restauración, la TAU

(Foto tomada de la revista citada)
letra del alfabeto griego, signo que fuera de la Orden Religiosa de los ANTONIANOS, porque imita la cruz, aquella en la que fuera clavado el SEÑOR, y que se encuentra encima del púlpito y en la CRUZ PATRIARCAL O ARZOBISPAL

- (Foto tomada de la revista citada).
Que era signo de que, en ese lugar, en la ermita de SAN ANTÓN DE CAUDETE, se conseguía Indulgencia Plenaria (liberación total de las penas de los pecados) y que continúa visible encina del hastial (caballete) de la iglesia para todo en que accede a la Villa por el camino de La Encina, como lo viene haciendo desde siglos pretéritos.

Sí, Teresa, la de las Jornetas, que tiene a sus nietos en el Barrio, fue escuchar a la banda AMIGOS DE LA MÚSICA interpretar las canciones de siempre y, toda contenta, ya la ves, puso los pies a trabajar para verter a movimientos la música que la invadía, a toda ella, por completo.  Y, todo ello, a pesar de la lumbalgia que, como cilicio en tiempo de cuaresma, la estaba lacerando, según nos decía.
¡Quién lo diría viéndola de esa guisa!

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
28.1.2020. Martes.

Exterior de la ermita.

(Interior, tomada de la revista citada).

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.