La Imagen de San Judas de la Iglesia del Carmen

ESTAMPA CAUDETANA.
LA IMAGEN DE SAN JUDAS DE LA IGLESIA DEL CARMEN

 Ya había apagado las luces de la iglesia del convento de San José (El Carmen) y procedía a cerrar la puerta del templo una vez que finalizamos los cultos litúrgicos. La imagen no es otra que aquella que eleva al devoto al encuentro con el apóstol SAN JUDAS TADÉO, el hijo de Santiago. Y, a pesar de que la luz no era buena, decidí echarle una foto. Y lo hice, ya lo ves. Pero si la imagen salió bien, no ocurrió otro tanto con el basamento ni con el jarrón con rosas rojas que alguien había puesto a los pies de la imagen como linda ofrenda al Santo apóstol JUDAS. Por eso tuve que hacer lo necesario para poder mostrártelo. Aquí lo tienes:

Esa imagen se venera desde los tiempos de mi predecesor inmediato en el convento a pesar de que, cuando se acometió la restauración de la iglesia con la llegada del siglo XXI, se adoptó por el que fue nombrado para supervisar las obras de restauración y la Comunidad de Frailes de entonces, que la iglesia quedaba sola y exclusivamente para símbolos de la Orden del Carmen. Pero ya se sabe que «cuando un prior llega nuevo a un convento lo primero que hace es cerrar una puerta y abrir una ventana o viceversa » (yo soy la excepción a la norma acuñada por el tiempo porque, hasta el momento, [y ya estoy terminando mi mandato], ni cerré puerta ni abrí ventana. Sólo me he preocupado de mantener el legado recibido que no es otro que una preciosa joya del Barroco Toscano. Con decirte que ni si quiera retiré las imágenes colocadas por mi predecesor, te digo bastante)    Pertenece pues, la imagen, al Apóstol San Judas Tadeo es una realidad constatada y constatable, por quien se acerque al Santo Apóstol, la constante y continuada cercanía de este hombre a aquellas personas que lo pasan mal porque tengan alguna dificultad,  algún problema de los que podemos catalogar como gordos o grandes (yo puedo decir, y digo, que me solucionó un asunto grave en mis tiempos de párroco en Madrid). Y, al ser imposible de solucionarlos, se acude al buenísimo de SAN JUDAS porque es un superdotado por gracia, por carisma, concedido por el Espíritu Santo.
De ello nos dice mucho ese jarrón con tantas rosas rojas que, depositadas a los pies de la imagen, nos habla de muy buen trato, de muy buena relación entre el Santo Apóstol y la humilde e ignota devota que le honra con esa preciosidad de obsequio floral.

San Judas Tadeo. (Oleo de José Rivera. 1610)

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8.2.2020. Sábado.

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita