El Centro de Rosas Rojas

ESTAMPA CAUDETANA.
EL CENTRO DE ROSAS ROJAS.

No fue con los despojos de Salvador. No. El centro llenito de rosas rojas pinchadas en una nubecica de florecillas blancas se quedó en el baptisterio, encima de la pila bautismal, frente al fresco donde Pedro Torres Cotarelo pintara a Salvador y a su hermano José a los que tomó como modelos para las figuras de Cristo y de Juan el Bautista.

Ayer, a las 11,00 horas de la mañana despedimos en un funeral de córpore insepulto a Salvador Díaz Figueres.
Se había ido de entre nosotros a las 00,00 horas del día anterior desde el hospital de Almansa.
No tuvo cuerda su reloj vital para llevarle hasta el día 23. Solo 12 días le faltaron para cumplir 52 años, pues esos hubieran sido los cumplidos desde aquel momento en que Pedro Torres  Cotarelo le mandó bajarse de la banqueta donde estaba sentado con su hermano José, que se le adelantó 13 meses en este viaje, me dice Juan, el sacristán.
Pedro Torres Cotarelo, pintor nacido en este pueblo y que tanto hizo en la restauración de los desperfectos que trajo consigo aquella guerra de tan malas entrañas en el primer tercio del siglo pasado, llevó a efecto, pintó, un fresco grandioso en el paño frontal de la capilla del baptisterio de la parroquia de Santa Catalina. El tema, no podía ser otro, fue el BAUTISMO DEL SEÑOR. Y he te aquí que los personajes que le sirvieron al pintor para que encarnaran las figuras de Cristo y de Juan el Bautista fueron dos hermanos gemelos, hijos de un íntimo amigo del pintor al que se le conocía con el nombre de El Boseador. Fueron éstos Salvador y José Díaz Figueres.
Salvador rindió viaje ayer y contaba 85 años de edad y dado que el pintor fecha su obra el 23 de marzo de 1968, podemos concluír que los gemelos, en aquel entonces, contaban 33 años, los mismos de Cristo y no los 18 que oí decir a unas personas que, curiosas, fueron a contemplar la obra. Y es que en la homilía había sacado yo a colación el hecho y le dije a su viuda, hijos y demás concurrencia que aunque se nos había ido Salvador, su imagen permanecía con nosotros en el fresco pintado en el baptisterio.
Y allí, al despedir el duelo en la puerta de la iglesia, una de las hijas del extinto, mandó al de la funeraria que dejara el centro de rosas rojas, que había reposado sobre el féretro durante todo el funeral, sobre la pila bautismal, ante las figuras jóvenes del padre y del tío, de los dos gemelos, tal y como las ves en la fotografía.

El tiempo pasa
y con él pasamos nosotros. Cuando quedan,
solo quedan vestigios.
En este caso uno de los cuadros de uno de los pintores autóctonos de la Real Villa de Caudete, Pedro Torres Cotarelo y, en el cuadro, las efigies de Salvador y de su hermano José.
Descansen en paz todos ellos.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
13.3.2020.

PD. Al caudetano que reciba mis buenos días le hago saber que mañana, día 14 de los corrientes, celebra SUS BODAS DE ORO SACERDOTALES vuestro párroco P. Luis Torres Pérez. Por si...

P. Alfonso Herrera Serrano, O. Carmelita.