La MADRE

ESTAMPA CAUDETANA.

LA MADRE

   Ayer me mandaron este primer plano de la PATRONA, pero primero de todo, antes que PATRONA, MADRE de todo caudetano.

Acabamos de dejar atrás la SEMANA CULTURAL FESTERA y nos dejamos caer, llevados por la inercia, hacia los días felices de un pueblo pero parece que lo hubiéramos hecho cojeando y cabizbajos, no con el entusiasmo de aquellos que ven en lontananza  el objetivo de su viaje y es que, aunque el objetivo sigue tintineando allí, en septiembre, como estrella prendidica en el firmamento, un agente externo se introdujo en el programa e hizo de las suyas y en ello anda y de tal manera lo hace que el Gobierno de la Nación ha cogido las riendas por la mano y nos ha dicho a todo quisque:
"A CASITA"
Sí, anda de un lado para otro asustando a toda aquella persona que, desobedeciendo lo ordenado, se permite el lujo de andorrear por calles, paseos y parques, un virus coronado ataviado con un disfraz  carnavelesco con calaveras y guadañas estampadas en el ato.
Por eso Fina, primero y Paco el Molinero, después, me han remitido la efigie de la MADRE DE TODO CAUDETANO, de LA VIRGEN DE GRACIA a la que invocamos con devoción filial para que interceda por su Real Villa de Caudete ante su Hijo Jesús que se encuentra junto al Padre, a Dios Padre, para que se nos conceda a los villanos de Caudete vernos libres de la visita del CORONAVIRUS que tanto agobio crea en los lugares por donde pasa o se establece.
Hay un refrán muy nuestro con dos terminaciones:
1.- "No hay mal que cien años dure"
2.- "No hay mal que para bien no venga".
- Si la sabiduría popular tiene siempre razón porque ha adquirido forma y vida en la vida del pueblo, en su devenir, podemos concluír que, por encima de todo lo que corretea por las redes sociales, hay algo estupendo que nos ha traído el huésped indeseable y no es otra cosa que una poderosa llamada un aldabonazo que te ha sacado del paroxismo en el que se encuentra el ser humano hoy.
¡Para!, nos dice, ¡reflexiona! ¡Date cuenta en la situación en que te encuentras!
¡Sal de ti!
Y con esas llamadas de atención tan enérgicas coincide, yo diría que las copia con descaro, con las que nos hace el tiempo litúrgico fuerte de la Cuaresma.
La cuaresma no es otro tiempo que aquel en el que se nos pide a los fieles cristianos, también a los que no lo son, que nos otorguemos un descanso, un tiempo de reflexión, para que podamos llevar adelante la estupenda acción de LA COMUNICACIÓN
1.- COMUNICACIÓN CON LOS DEMÁS. Nos viene bien para caer en la cuente de que más allá de uno mismo está la gran realidad de los demás a los que tenemos que tener en cuenta y, como con harta frecuencia pasan desapercibidos... se nos pide que les demos nuestro favor, favor que en estas circunstancias no es otro que dejar de favorecer la extensión de la pandemia. Aceptando el sacrificio que supone el permanecer encerradico en casa. Y eso es vivir la Cuaresma.
2.- COMUNICACIÓN CON DIOS que no es otra cosa que rezar y rezar, nos dice Santa Teresa de Jesús, es HABLAR CON DIOS. Y de qué tema podemos hablar con Dios, NUESTRO PADRE, que tenga más actualidad que esta pandemia causada por un virus que, según el decir de gentes amigas de la investigación, se ha escapado (no quiero decir "soltado" con intenciones espúreas) de un lugar donde andan haciendo estudios con esos seres microscópicos a los que llaman virus. A este de ahora se le  conoce como CORONAVIRUS. Nuestro diálogo con Dios, nuestra oración a ÉL, es una oración de súplica, súplica en la que Le pedimos que nos libre de ese jinete de la muerte de la que nos habla el libro de la Consolación, conocido, también, como el Apocalipsis.
3.- Y, también, nos trae como cosa buena un tiempo hábil para EL DIÁLOGO CON UNO MISMO en el que toda persona ha de sentarse a una mesa con sus circunstancias (Ortega y Gasset nos dirá que "el hombre es él y sus circunstancias") y, caer en la cuenta de la situación en que te encuentras y, ante el panorama que aparece ante ti, se te ofrece la posibilidad de echar mano de las herramientas. fundamentalmente, LA PRIVACIÓN, EL SACRIFICIO y hacerlo ofrenda a las gentes de más allá de sí mismo como su consorte, sus hijos, sus compañeros de trabajo... que, mira por dónde, rebota de tal manera,  que llega hasta el ámbito de Dios.
A ese BIEN que nos trae el maladado visitante, que no es otro que el  DIÁLOGO A TRES, podemos llamarle PENITENCIA CUARESMAL. Y toda penitencia cuaresmal siempre, siempre, tiene que ver con una proyección social y desde los prójimos se levanta hasta el mismo Dios.
Sí, el mal del CORONAVIRUS nos ha traído algo bueno:  un encuentro o reencuentro con los semejantes, muchos de ellos dolientes y todos con cierto temor ante la pandemia  y, también la ESPERANZA de que su mal, no va a durar mucho porque Dios no tiene los oídos cerrados. "NO TEMAS, BASTA QUE TENGAS FE" (Mc. 5, 21-43), nos dijo a través de su  Hijo Jesucristo cuando tranquilizaba a un padre al que comunican que su hijita acababa de morir.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
17.3.2020. Martes

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.