ESTAMPA CAUDETANA
UN RATO CON LA VIRGEN
Ayer por la mañana llovía sobre la Real Villa de Caudete.
Como viene ocurriendo estos días, no era fuerte, tampoco flojilla. Caía bien.
Al dar las doce del mediodía bajé corriendo a la sacristía
de la iglesia del convento de San José (El Carmen) y pulsé la tecla que ponía
en marcha el repique corto, el que dura cinco minutos, de las campanas de la
torre de la iglesia, una torre que, aunque retocada en los albores del siglo
XXI, el de ahora mismo, asienta los cimientos sobre aquella que puso la
bandera, si es que entonces se ponía, el año del Señor de 1670 dando por
concluida la obra por la que el convento de San José (El C armen) veía su conclusión
tras 70 años desde que se pusiera la primera piedra en el claustro bajo, el de
la columnata Barroca según el arte etrusco, el Toscano, que se encargó el
Imperio Romano de plantarle en todos sus dominios.
Mientras las campanas echaban al aire su toque de
atención a las gentes de la Villa para recordarles que era la hora del Ángelus
y que había que parar un poco para rezarle a la Virgen y pedirle que interceda
por nosotros ante su Hijo, ante el Padre Dios y ante el Espíritu Santo para que
nos concedan la gracia de vernos libres de este mal que se está extendiendo por
el mundo entero y que según el decir de un anciano ( tiene 91 años) analista
llamado Avram Noam Chonski, filósofo, politólogo y lingüista lo han
desencadenado los poderosos de la tierra, él, que no tiene pelos en la lengua,
dice quienes han declarado una guerra mundial de baja intensidad, solo se lleva
por delante a la mano de obra inactiva, los ancianos, para hundir en la miseria
a los chinos y a países proclives a ellos, en beneficio, claro está, de los
USA, pero que está dando bofetadas a diestro y siniestro y, si no, mira lo que
nos está aconteciendo a los españoles.
Pues bien, mientras las campanas lanzaban al aire su llamada
yo salí a concederles a las niñas de mis ojos un rato de trabajo desde la
puerta de la iglesia. Poco trabajaron porque en la Plaza del Carmen, como
aconteciera el día anterior, nadie se encontraba en ella, nadie, ni siquiera la
mujer, ni mayor, ni joven, que suele sacar su perrico a dar un paseo. En esas
estaba cuando por la calle el Molino arriba subía un hombre, ya mayor. Seguro
que su esposa le echó a la calle para que se acercara a la tienda a por
provisiones, haciendo bueno el aforismo que dice: “hombre casado, hombre
cargado”, porque en la mano libre llevaba una bolsa que hacía propaganda de la
tienda donde había realizado la compra. Desde luego cómo son los tenderos, te
cobran la bolsa de plástico, y no barata, y, encima, tienes que hacerles
propaganda gratuita. “Tienen un morro que se lo pisan”, que diría la gente
joven. Yo, cuando el que está en la caja me pregunta que si quiero bolsa,
a mi vez, le digo ¿cuánto me va a dar la Cía. por hacerle propaganda, porque la
propaganda se paga y se paga bien? Pues ellos, no, no pagan ni un céntimo. ¡Ya
podían hacer una rebajita en la factura! Jamás había visto, en todo el
tiempo que llevo residiendo en la Villa a aquel hombre. Venía guarecido bajo un
paraguas amplio a prueba de las gotas de la lluvia y de los chorritos que
echaban las canales de los tejados a la acera. Sí, llegó a mi altura seco.
Cerró su paragua y tras cruzarnos un saludo nos pusimos a hablar. El tema no
podía ser otro que la lluvia y es que la lluvia, en Caudete siempre es noticia.
-“¡Bien viene este agua! No comprendo cómo puede sentar mal
a alguien”
- “Nunca llueve a gusto de todos”, le contesté con el dicho
popular.
- Ya necesitábamos agua por esta zona y agua como la que
está cayendo, agua que no entorpece nada y beneficia a todo el mundo. Por
ejemplo aquí en el pueblo que se está llevando toda la porquería depositada en
las calles y, sobre todo nos previene la aparición de ese bicho del que todo el
mundo habla y que tanto daño está causando por ahí fuera.
- Cierto, porque lo que es en Caudete, no parece que
haya venido. Yo, por lo menos, no tengo oído nada al respecto.
- Y que no venga, mire Ud., porque aquí ni le hemos llamado,
ni pizca de falta que hace que venga. ¡Que se quede por ahí fuera o, mejor, que
esta lluvia que está cayendo se lo lleve y no pare hasta que se ahogue en el
mar, que tampoco está tan lejos, solo a 70 kilómetros!
- Pues que Dios le Oiga, le dije.
- Le dejo, se despidió, voy a entrar a ESTAR UN RATO CON LA
VIRGEN.
Presumo que el buen hombre no me conoció.
Cuando iba a meterme para adentro apareció calle Molino
arriba la señora que sacaba al perrico a dar un paseo. La lluvia se había
tomado un respiro y presumo que la buena señora aprovechó el momento para sacar
al animal a tomar el aire y a “soltar lastre”. No creo que fuera aquel animal
el que hiciera su abundante deposición en la esquina donde la calle del Molino
empieza a la misma vera de la torre de la iglesia del convento de San José (El
Carmen). El animal, el pobre, bien a gusto se quedaría y su dueño, su dueño…
¿qué decir de su dueño que dejó el montón de “plasta” a cuatro dedos de la
`pared de la torre?.
Al pasar para la sacristía allí quedaba el buen hombre
sentado en el antepenúltimo banco de la iglesia, en animada charla con la
Virgen del Carmen o de Gracia, que tanto da. Seguro que la estaba piropeando y,
de paso, le pediría que cuidara mucho de su mujer, que estaba a la espera de
que llegara con las viandas, de sus hijos y, sobre todo, de sus nietecicos y,
también, por qué no, para que nos mantuviera libres del azote del Covid 19 y de
paso que solucionara la papeleta en aquellos lugares donde se estaba cebando.
Sí, aquel buen hombre estaba PASANDO UN RATO CON LA VIRGEN
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
24.3.2020. Martes.
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
Me alegro mucho que en Caudete no haya llegado el virus. Que continúe así.
ResponderEliminarBuenos días a todos.
Buenos días P. Alfonso . Seguimos en casa confinados .sigue lloviendo bastante y se limpian las calles y para los campos es muy bueno .
ResponderEliminarTodos los días a las 12 se oyen las campanas y nos hace rezar por los enfermos y fallecidos por este dichoso Covid 19 tan horrible . Seguiremos así asta que esto pase. Que pase un buen día .
Muy buenos días,P.Alfonso,precisos buenos días con esta imagen tan bella de la Virgen del Carmen.Bentita sea esta lluvia que Dios nos manda tan beneficiosa para el campo y para limpiar el ambiente.En este momento estoy oyendo las campanas de las monjas de clausura.Que tenga un buen día.
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