Tranquilidad

ESTAMPA CAUDETANA.
TRANQUILIDAD.

Volví a llegarme hasta la Glorieta de la Cruz. Atrás quedó el monasterio del Sagrado Corazón de Jesús y de La Virgen de Gracia donde liban su miel contemplativa un grupico de MONJAS CARMELITAS DE CLAUSURA.
Habían tenido la iglesia del monasterio abierta desde las 16,00 a las 18, 00 horas, como cada domingo,  porque, en ese segmento temporal, tienen ellas EL MANIFIESTO DEL SEÑOR e invitan a las gentes de la Real Villa de Caudete a adorarle durante la exposición mayor.
Tras la bendición con el Santísimo volvió a cerrarse la puerta del monasterio y el recogimiento de las monjas, en el silencio monacal, volvió a envolverlo todo.
Yo me dejé llevar hasta la Glorieta de la Cruz, más por el deseo, que por las posibilidades, pero hay que hacer, a veces, lo contrario de lo que te pide el cuerpo. A mi memoria vino aquel masoniego  (lugareño de Lamasón valle de Picos de Europa del que fui párroco):
-"¡Mal día hace para segar con la guadaña!", le dije. Era un día de "abriguna" con temperatura de muchos grados, alrededor de 38°, traídos por el viento sur, mucha humedad, el sol pegando a base de bien y los tábanos inmisericordes. El prao era "pindiu", en el "cuestu" que iba hacia el Collao de Hozalba, por debajo de la Vueltona donde Luis Ocaña dio el hachazo definitivo a la Vuelta ciclista a España de aquel año.
"Dice verdad, Sr. Cura, el cuerpo tira de uno para casa pero hoy no se va a salir con la suya. Vine a por una carga de hierba para las vacas, pero le voy a llevar la contraria  y voy a segar dos, me dijo. Y lo hizo. No podía ser de otra manera. Aquél hombre era masoniego, gente recia donde los halla.
Llegué hasta la Glorieta de la Cruz. " mi banco estaba imposible.  Los rayos del sol punteaban toda la superficie del mismo. En el rincón junto a la fuente, dos bancos gozaban de sombra y en el más cercano a ella, me senté. La TRANQUILIDAD era total. Solo el canto de algunos pájaros rasgaban el silencio. Me encontraba solo en el patio del monumento y, solo, estaba en todo el derredor, ni un alma bajaba hacia el Santuario de la Virgen de Gracia o subía por el paseo hacia la Puerta de la Villa. El sol metía miedo aunque ayer subiera un airecico, paseo de la Virgen arriba, que, según el decir de Teresa, al salir de la iglesia, le daba frío. Muy chistosa, Teresa.
Solo, sí, solo me encontraba a aquella hora, a las 18,15. Solo con ELLA, con la Virgen de Gracia.
Los niños no aparecían. Los artilugios que tiene situados el Ilmo. Ayuntamiento para el sano esparcimiento de los ñacos" del lugar y relajo de los papás o abuelos, estaban callados, tristicos, nada alteraba su quietud. Me pareció oír que hipaban, aguantando  unas ganas inmensas de llorar

y en esas los sorprendí desde donde me encontraba yo y los encerré en una fotografía.
Sonaron en la torre de la parroquia de Santa Catalina sus bronces, a las órdenes de Juan Doménech, el sacristán. Llamaban al rezo del Santo Rosario y a la Eucaristía, de la tarde del domingo que me había sido asignada a mí. Así que cogí "el tole, tole", que diría mi madre, y emprendí el camino hacia la parroquia no sin antes despedirme de la Virgen de Gracia, cuya imagen, en piedra, contemplaba y, mientras lo hacía, la veía, a toda ELLA, llena de luz, de la luz del sol, y me dio la impresión de que ocultaba al Niño para que no le hiciera mal el duro sol caudetano.

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
20.7.2020. Lunes. HOY CELEBRAMOS LOS CARMELITAS LA SOLEMNIDAD DEL PROFETA ELÍAS, INSPIRADOR DE LA ORDEN DEL CARMEN. (C. 964)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.