Doble Acontecimiento en el Carmen

ESTAMPA CAUDETANA.
DOBLE ACONTECIMIENTO EN EL CARMEN.

 (Un momento de la ceremonia litúrgica tomada desde el coro).

 

 (El hermano mayor, Luis, tras consagrar el sangüis).

 

 (Los tres homenajeados en el restaurante)

Ayer, la iglesia del convento de San José se vistió de luces.
De luces porque luminosos fueron los motivos:
Uno, el fraile carmelita Luis Torres Pérez, natural de esta Real Villa de Caudete y miembro de esta Comunidad de San José (El Carmen), celebró las BODAS DE ORO de aquel día en que, aquí, en su pueblo natal, en ésta que es su casa, celebró su primera misa. Había sido ordenado sacerdote en Salamanca por el obispo almanseño, Mauro Rubio Repullés, el día 14 de marzo de 1970.
Dos: Celebraban sus BODAS DE ORO MIGUEL E ISABEL.
Aquel año, como todos, llegaba a Caudete para pasar sus fiestas patronales en familia, el fraile Luis, como solían y suelen hacer todos los caudetanos que nutren la diáspora. Pero aquel año de 1970 iba a ser distinto. Distinto porque Luis llegaba como nuevo sacerdote para presentarse así, ordenado, a sus paisanos. Es costumbre que se remoza constantemente allí donde un paisano sube, como sacerdote, las escaleras del presbiterio para reunirse con sus gentes y los paisanos para celebrar su primera misa en el pueblo que le vio nacer.
Pero, además, aquel acontecimiento se vio engrandecido por otro acontecimiento familiar, su hermano Miguel, que le había seguido los pasos en su llegada a este mundo, con 24 añitos había conseguido que Isabel, conocida como "La Castillica", le diera el SÍ cuando le dijo aquello de: "chica me gustas un montonazo y quiero compartir contigo mi vida, mis ilusiones, mis planes, mis proyectos, MI VIDA", o algo por el estilo, y, ella, presumo que cerrando los ojos, metió toda su persona en un SÍ grandote que dejaría turulato al bueno de Miguel.
Todo tuvo su encaje y encuadre y no encontraron mejor fecha para decir a todo quisque de la Villa que se querían y que se desgajaban de sus respectivas familias, para constituír una nueva, la suya, que aquella en la que el hermano mayor, Luis, el misacantano, iba a celebrar su primera misa y, en ella, ellos, con el hermano como testigo cualificado, se darían, públicamente su SÍ.
Seguramente que el bueno de Antonio, conocido como "Milán",  sería miembro de alguna comparsa y, en muchas ocasiones habría pegado tiros con su arcabuz o trabuco. Pero aquel día, asistido por Emerenciana, su esposa, de un solo tiro, consiguió dos guapos trofeos:
Al mayor, a Luis, fraile Carmelita, sacerdote, porque CANTÓ SU PRIMERA MISA EN LA VILLA y a su segundo hijo, a Miguel, porque LE CASÓ, MUY BIEN CASADO, CON ISABEL, La Castillica.
Pero eso aconteció ahora hace 50 años. Ayer también se repitió aquel acontecimiento pero, claro, CINCUENTA AÑOS DESPUÉS. Entonces ellos fueron los protagonistas, en esta ocasión, se les unieron los tres hijos habidos en el matrimonio y cuatro nietos, además de algunos familiares cercanos.
Ese acontecimiento, esas dobles BODAS DE ORO tuvieron lugar a las 13 horas del día de ayer en la iglesia del convento de San José (El Carmen). El mayor de los hermanos, Luis, presidió la misa de acción de gracias de ambos hermanos por SUS BODAS DE ORO SACERDOTALES PROPIAS Y DE MATRIMONIO DE SU HERMANO MIGUEL.
Ella, Isabel, la Castillica, se vio sorprendida porque los dos hermanos se habían confabulado para disponer ciertos detalles y ella, cuando fue consciente de ello experimentó un subidón emocional que la dejaron seca, deshidratada por los borbotones de lágrimas que salieron de sus ojos, me diría, luego, sentados a la mesa en el restaurante del Paseo Luis Golf donde habían dispuesto el banquete para celebrar la efemérides con los tres hijos y los nietos del matrimonio y algún otro familiar, además de los compañeros de Luis, el fraile. 

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
31.8.2020. Lunes. (C. 1005)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.