El Amo

ESTAMPA CAUDETANA.
EL AMO

(Desde lejos. 15 metros más o menos).

(Al lado de él. 3 metros escasos).

Volvía a casa por la calle La Nieve y cuando la dejé, le vi. Se notaba que allí el jefe era él. La gente pasaba a su lado por la acera donde se encontraba el coche aparcado sobre el que se hallaba subido y no hacía ningún caso, pasaba olímpicamente de los viandantes. Nada le espantaba. Nadie le metía miedo. No recelaba de nadie. Él era el jefe.
Viéndole de esa guisa, cabría decir: "está castigado" a permanecer en lo alto del coche porque habrá hecho alguna de las suyas, y lo han echado fuera de casa. Algo así a como le  aconteciera a un joven grumete (o a un avezado marinero que de todo puede haber), que ha metido la pata en su aprendizaje como marinero o ha hecho alguna faena digna de castigo severo  y el capitán del navío le ha impuesto la penitencia de purgar la culpa  en todo lo alto del palo mayor, en el carajo.
No es un grumete, no. No lo es.  ¡Es   EL AMO! Es el amo del tramo inicial de la Calle dedicada a un alcalde que gobernó la Real Villa de Caudete hace ya algún tiempo y como prueba de agradecimiento pusieron su nombre en placas en lugares estratégicos de la vía pública a él dedicada. Luis Pascual, se llamaba aquel señor. Y sí, da la impresión que, desde su puesto privilegiado de observación, su carajo particular, el techo de uno de los vehículos aparcados, anda a la expectativa para que ningún otro felino se cuele en su predio, en su dominio. Dominio que va desde el inicio de la calle hasta que es partida por la calle El Molino.
Viéndome a mí, no debía tener prevención alguna, y lo sabía, porque, ahí le tienes, sin hacer el más mínimo ademán de apearse de su observatorio o, en su caso, se diría este no es gato, no tiene aspecto de serlo y tampoco se le ven artes de adueñarse de mi terreno de caza. Por eso no se inmutó cuando me acerqué hasta él, sentado con pose de emperador, y saqué mi telefonillo para "cazarle" y guardarle en la cámara oscura. Nada. "El tío", más que preocuparse por  mí, se preocupó por él e, intuyendo  mis intenciones, se acicaló la cara con su patita, mano,  derecha y adoptó la pose que ves en la fotografía. Ni la mujer guapa que contratan las empresas de publicidad para que su imagen hable de las bondades de un producto determinado, en sesión de fotos, hubiera igualado al minino, AL AMO del primer tramo de la calle Alcalde Luis Pascual de esta Real Villa de Caudete que termina cuando la calle El Molino la parte en dos.
Cuando pasé a su lado por la acera, ¡qué seguridad! ¡qué aplomo!, me dedicó una mirada que me acompañó, mientras volvía su cabeza, hasta que me acerqué a los contenedores selectivos de detritus de la ciudad. Yo también le miraba de reojo.

 

  Alcalde Luís Pascual

Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
27.8.2020. Jueves. (C. 1001)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.