sábado, 1 de agosto de 2020

El Gel Hidrohalcohólico

ESTAMPA CAUDETANA.
EL GEL HIDROALCOHÓLICO

Con el advenimiento de un tal Covid 19 procedente de la China profunda, llegó una pandemia que ha puesto de rodillas a todo quisque al rededor del mundo. Y para afrontar una defensa contra "el bichito", o lo que sea, se recomendó a la población una esmerada limpieza de las manos exhaustiva y constante con jabón y, también servirse de un gel con alcohol para disolver y dar matarile al causante de tanto estropicio a todos los niveles sociales y económicos y, sobre todos ellos, la muerte de tantísima gente.
- Pero ese producto higiénico por excelencia no solo limpia, sino que crea algún problema indeseable, a todas luces, y no me refiero al trato abrasivo a que somete a la piel de las manos, sino,  sobre todo, a cuando se asocia con ciertos amigos que se va encontrando en el desempeño de su cometido. Y, si no, juzga tú mismo:
- EL GEL HIDROALCOHÓLICO ha formado sociedad con el mármol pulido y limpio, como un jaspe, del presbiterio de la iglesia del Monasterio de las Madres Carmelitas de Clausura de la Villa de Caudete y con las suelas de cuero de unos zapatos almanseños...
-
Me lo decía la Madre Priora del monasterio del Sagrado Corazón de Jesús y de la Virgen de Gracia de las Madres Carmelitas de clausura, Madre Josefina:
- Fíjate lo que le ocurrió al sacerdote el otro día cuando llegó el momento de la comunión y, el buen hombre,  iba a traerme el porta viático con las 7 formas para las monjas y, en el trayecto que media entre el altar y la verja del coro bajo, pisó un charquito de gel "borracho", hidroalcoholizado, existente en el mármol pulido y limpísimo del presbiterio y qué crees que pasó?
- Ni idea, le contesté. ¿Qué pasó?
- Pues que el buen hombre, portando en la mano derecha el porta viático y en la mano izquierda el copón con el Santísimo para dar la comunión a los fieles asistentes a la misa, al pisar el charquito de gel  se les fueron los pies para adelante de modo y manera que, según vi, se elevaron un montón, casi a la altura de la cintura, dejando espacio más que suficiente para que ocurriera lo que era de esperar,  lo normal, darse un buen culetazo contra el brillante suelo del presbiterio.
- Y, dime ¿qué es lo que aconteció? ¿Se pegó el culetazo o no se lo pegó?
- Pues, mira, no, no se lo pegó. Incomprensiblemente, no se lo pegó.
Mientras estaba el pobre en el aire, casi en decúbito supino, con las manos en alto para salvar el copón y el porta viático, los asistentes prorrumpieron en interjecciones varias y, yo, asustada, le pedí al Señor que no se pegara el trompazo.
-Y ¿se lo pegó o no se lo pegó?, quise saber.
- No se lo pegó. No me explico cómo pudo volver a la vertical saltándose la ley de la gravedad explicada por Isaac Newton el 5 de julio de 1684, porque, además, el sacerdote, no era un chis garabís, pesaba lo suyo.
Quien sí se pegó el golpazo, me dijo la Madre Priora, fue el Señor. Ya ves. Desde el copón salió volando una Forma, solo una, que fue a parar al suelo. Todas las demás, que también estaban por encima del copón, volvieron a él
- No me digas ¿y solo salió del copón una de las Hostias Consagradas?
- Solo una. Y le pedí:
Dame esa forma a mí. ¡Dámela!
Y me la dio.
Cuando se tranquilizó el personal y yo volví en mí  escuchaba decir al sacerdote:
"Cuando hacen sociedad el gel hidroalcohólico, el mármol pulido y limpio del presbiterio y unas suelas de cuero con vocación de patinadoras... acontece lo que habéis visto".
Madre Josefina si todo se desarrolló como dices la cosa da que pensar, le dije:
- Las Formas Consagradas, por el aire, que vuelven al copón, el cura que, por la ley de la gravedad, debió pegarse un costalazos de los que hacen historia y que aterriza de pie sin que vuelvan a patinar las suelas de los zapatos embadurnados de gel "borracho", y tu oración salida, como un suspiro desde tus adentros, me dan que pensar. Puede que la gente no vea nada especial, pero, la verdad, Madre Priora, yo creo que en ese hecho hubo algo más que una simple actuación de un sacerdote equilibrista. Tú, ¿no?
Ella estaba demasiado contenta, a la par que preocupada, (¡qué cosas!), me decía, por haber auxiliado al Señor Sacramentado dado que había indicado al sacerdote , un tanto conmocionado, dónde había ido a caer la Forma Consagrada, al tiempo que le decía:
"dámela a mí, dámela a mí".


Recibe mi saludo, mis

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
1.8.2020. Sábado. Comenzamos el mes de agosto con la FIESTA DE SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO, un gran devoto de la Virgen María en su advocación del Monte Carmelo.


(C. 976)

P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.

1 comentario:

  1. Muy buenos días, P. Alfonso, hoy el día de su Santo nos ha contado un comentario conmemoredor , todo por culpa de esta pandemia, que tenga un día muy especial en su Onomástica, muchas felicidades .

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