ESTAMPA CAUDETANA.
AYER SE NOS FUE MANOLO.
(Talla de la VIRGEN DE GRACIA, MADRE Y PATRONA DE LA REAL VILLA DE CAUDETE Y
SUS GENTES, sin los abalorios con que la ocultan, perdón, visten, las
camareras)
Ayer, de madrugada, se nos fue Manuel. Manuel era un Caudetano más y, como
Caudetano, gozaba, poseía, gracia, esa gracia con que le bendijo Dios y que,
puesta a trabajar, deja constancia de dos cosas.
La primera es que Dios está ahí alumbrando la inteligencia.
La segunda que aquellos bendecidos por la gracia divina, por su propia
industria manifiestan, al exterior, la influencia divina hecha fruto a través
del arte y posibilidades de su criatura con que uno viene ya enriquecido al
nacer. Son dones que el Señor da a las personas. Mi madre, cuando veía por
televisión a Pinito del Oro haciendo sus piruetas en todo lo alto del
circo o veía danzar a las bailarinas de un ballet o miraba a un torero hacer
una faena primorosa, siempre decía:
"hijo ¡Qué salero tiene!, ¡qué gracia le da Dios!".
En Caudete hay mucho artista por lo tanto sobre Caudete Dios ha sembrado sus
gracias sus carismas. El devenir histórico de la Real Villa de Caudete
está salteado por grandes figuras que han destacado en los distintos
artes. Tenemos gente estupenda que manifiesta la riqueza, con que fue bendecido
por Dios, en las distintos artes del saber humano: tenemos músicos, tenemos
pintores, tenemos escultores, tenemos sabios en el cuidado y cultivo de las
viñas, de los almendros, de las olivas y en muchos otros campos.
MANUEL SERRANO BALLESTER era uno de ellos. Desde muy pequeño trabajó con sus
manos el barro "a escondidas tenía que tomarle a mi padre, José María, el
Tejerico, alguna pella de barro para poner en el la inspiración que me salía de
dentro", me dijo en una de aquellas charlas que mantuve con él, en las que
el reloj era un artilugio sin protagonismo alguno. Solo las ponía fin el sol
cuando dejaba de colar sus rayos por el balcón de la salica donde me recibía.
Yo, hasta las Navidades pasadas, no había tenido conocimiento de él y lo llegué
a tener a través de la exposición de obras de artistas autóctonos que se llevó
a efecto en la Casa de la Cultura, en la sala Pérezgil. Seguro que me le
habré tropezado alguna vez tomando fotografías de aquellos lugares de la Villa
con los que su espíritu establecía un diálogo en profundidad, incluso cuando,
dentro del claustro del convento de San José (El Carmen), estuvo con su máquina
tomando fotos. Pero nunca, nuca, había cambiado un saludo con él y eso que a mí
me salen a porrillo. Sí, asistí al homenaje de que fue objeto por el Ilmo.
Ayuntamiento cuando, por fiestas del año pasado, le hicieron entrega de la
Cierva, símbolo de la Real Villa de Caudete, y del diploma que le acreditaba
como caudetano destacado por sus méritos.
Pero aquel vacío quedó lleno cuando, a partir de la bendición de una de sus
obras, una estatuilla de Santa Catalina que había donado a la Asociación de
Campaneros, él no pudo asistir porque el mal que nos privó de él, ya lo tenía
enlazado.
Aquel día hablé en mis "Buenos Días" de él, del artista y de su obra
y cómo él no buscaba dentro del barro una imagen, sino que era él el que
llevaba la imagen, preconcebida, y, con sus dedos sensibles, iba
materializando, sacando a la realidad, aquella idea que bullía en su
imaginación. Así quedaron las cosas hasta que un día se me presentaron en Santa
Catalina dos muy buenos amigos de él, Fina, maestra jubilada, y Gaspar, en su
carricoche eléctrico. Venían a hacerme entrega de una de sus obras, un
obsequio, UN SANTIAGO APÓSTOL PEREGRINO, el único que todavía conservaba, con
un dicho:
"Ese hombre me entiende".
Me dieron su teléfono por si quería hablar con él para darle las gracias. Lo
guardé. Dos días después, alguien, vecino de Manuel, me llevó hasta su puerta y
tocó el timbre. Aquella tarde de hace tres meses se vinieron abajo los tabiques
del desconocimiento y echó a andar una amistad que el bueno de Manuel se ha
llevado consigo a encontrarse presencialmente, con aquel al que encontró, en su
interioridad, por el Camino, en su peregrinar a Compostela, a encontrarse
con Santiago el Mayor, el Patrón de España, al que en tantas y diferentes
poses moldeó en sus pellas de barro.
No fueron muchos los encuentros que mantuve con él. Pero fueron ricos y plenos
de contenidos humanos y, por serlo, por ser humanos, se elevaron hasta lo
divino y, a lo largo de ese tiempo su personalidad de por sí, rica, se
enriqueció con creces, hasta llegar a un estado de tranquilidad, de saberse en
las manos de Dios, de la aceptación de la situación en la que una enfermedad
incurable le tenía postrado y que se le estaba llevando y que le hacía pedir al
beato P. Alberto Marco Alemán, no un milagro, sino su compañía en el duro
trance por el que estaba pasando como ser contingente que era.
Quería muchísimo a la Virgen de Gracia y, como artista, me decía, en algún
encuentro en el que no faltaba un diálogo en torno a la imaginería mariana en
el arte románico en que aparecía la Virgen sedente, que no aguantaba el que
vistieran a la imagen de la PATRONA y me sacó esa foto que tomara con ocasión
de alguna celebración, creo recordar que me dijo, con motivo de
celebrarse algún aniversario importante de la nueva Imagen que vino a
ocupar el lugar que dejara la anterior al ser incinerada el 22 de julio de
1936.
Mi tributo para Manolo ha sido y es resaltar los dones con que Dios lo
enriqueció, la destreza y voluntad con que los puso a trabajar y el resultado
de dejarse conducir por la acción del Espíritu Santo, siendo su culmen,
vivir conscientemente en su presencia, por la recepción de los Santos
Sacramentos que no son otra cosa que "hechos materiales con efectos
divinos".
Manuel, lo sé yo, porque yo lo asistí, fue bien y contento al encuentro con
Dios Nuestro Padre de la mano de La Virgen de Gracia, a la que quería con
locura.
El párroco, P. Luis torres Pérez O. Carm, paisano del lugar, en el desempeño de
su encomienda pastoral, presidió, como le es debido a su cargo, las honras
fúnebres en la que había sido su parroquia de siempre, San Francisco.
Descanse en Paz MANUEL SERRANO BALLESTER, el artista, el hombre.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
8.10.2020. Jueves. (C. 1043)
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
Muy buenos días, P.Alfonso, muy bien toda la descripción que nos trae de Manolo Serrano , y el recuerdo de él , una gran persona D.E.P.La Virgen de Gracia lo habrá acogido en sus brazos . Que tenga un buen día.
ResponderEliminarMuy buenos días, P. Alfonso, hoy nos trae el recuerdo de Manolo Serrano, muy bien descrito de su persona y de su buen saber de él D.E.P. la Virgen de Gracia lo habrá cogido en sus brazos.Que tenga un buen día.
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