ESTAMPA CAUDETANA.
FAMILIARIDAD.
Ayer, mediado el día, habían subido los grados, dentro del tubito, hasta los
treinta grados. ¡Quién lo dijera en un octubre!
El sol, parado en todo lo alto, calentaba a base de bien el ambiente, tanto que
me vi obligado a buscar la sombra que proporcionaba una estupenda pinada que,
según me decía una señora, los vio sembrar hace 55 años.
No me encontraba solo disfrutando de la sombra bajo la foresta del lugar
porque, conmigo, disfrutaba del momento una ardillica que subía y bajaba por el
tronco de uno de aquellos pinos. Se la veía satisfecha porque no estaba
cebándose con los piñones de una piña sujeta entre sus patitas delanteras.
Ella lo sabía. Sabía que yo no representaba peligro alguno. Es más, pienso que
quiso alegrarme el rato porque a una distancia no superior a un metro, primero
y, después a unos tres metros, bajaba hasta la base y se escondía en el ramaje
de unos gratecos podados que hacían de pared verde, y luego subía
ágilmente tronco arriba. Se paraba de trecho en trecho y se ponía a mover su
colica erizada. Tras la muestra de sus especialidades acrobáticas, decidió
bajarse hasta colocarse delante de mí, presumo que para recibir mi aplauso,
porque, como ves, primero desde la acera y, luego, en la misma carretera, se
paró, y, mirándome fijamente, como esperando, ya te digo, que me decidiera a
aplaudirla. No lo hice porque andaba trasteando con el telefonillo para
"cazarla" en los distintos poses y poder encerrarla en la cámara
oscura de mi móvil.
Nunca, jamás, en otros encuentros que he tenido con este roedor, tan
liliputiense, que no pesa más de 300 gramos, se ha portado con tanta
FAMILIARIDAD, como el espécimen esciurimorfo de la familia de los Sciuridae con
el que me encontré ayer, mediado el día, cuando el sol pegaba de firme fuera de
la cubierta de pinos que nos protegía, a ella y a mí, de él, haciendo que, en
el termómetro, los grados subieran hasta la rayita de los 30 grados
centígrados.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
14.10.2020. Miércoles.(C. 1050)
P. Alfonso Herrera Serrano, Carmelita.
Buenos días P. Alfonso . Con usted la pequeña ardilla no tuvo ningún miedo, se sentía segura y así se dedicó a hacer sus piruetas y sus gracias para que pudiera usted hacer tranquilamente sus fotos . Buen ratito le hizo pasar en su pequeño descanso. Que pase un buen día.
ResponderEliminarMuy buenos días, P. Alfonso, esa ardilla se hizo amiga de usted , por eso Ella siguió con su tarea de buscar los piñones y quiso que usted disfrutara de poder grabarla sin ninguna preocupación, así nosotros también hemos poder disfrutar .Que tenga un buen día.
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