jueves, 23 de septiembre de 2021

El Regalo.

ESTAMPA CAUDETANA.

EL REGALO.

Ya te puse antes de ayer en antecedentes. El P. Ángel había cumplido años el día anterior y Ramón Gisbert Conejero sabiendo de la debilidad del bueno del P. Ángel, las gallinas que deambulan de un lado al otro por el corralón del convento de San José (El Carmen) ha querido sorprenderle con un regalazo. No, no creas que le ha regalado algún espécimen de gallinas exóticas o de esas que ponen los huevos de colorines. No, no se salió del género de los emplumados, pero por lo que sí se salió fue por regalarle UN PAR DE GANSOS, macho y hembra. Resulta que llevaba unos días recabando la complicidad de un amigo cuya esposa cría gansos “a porrillo”, que dicen en mi pueblo de Oropesa para indicar que lo hace en abundancia, y de esos animales tiene llenito su campo, para que intercediera y, así, pudiera llevarse a cabo su proyecto de REGALARLE AL P. ÁNGEL dos hermosos emplumados.

Y el día llegó y este día fue el de ayer. Ramón convenció al P. Ángel para que le acompañara a dar una vuelta en el coche y a donde le llevó fue al campo del amigo donde ya le esperaba la esposa, la criadora de ánades. Escogieron una hembra y un macho y volvieron a casa con los dos hermosos ejemplares de palmípedos emplumados. Los bichos, me dijo Ramón, venían asustadicos pero el P. Ángel, durante el trayecto estaba eufórico.

Ni el jamón que le había regalado, también Ramón, le puso tan contento, tan fuera de sí, como le aconteció por la alegría que experimentó cuando tuvo a uno de ellos en brazos durante todo el camino de vuelta a casa.

Yo, del hecho, no tenía ni idea porque había estado de viaje fuera de la Real Villa de Caudete y se me dio a conocer la efemérides por la tarde, después del rezo comunitario de las Vísperas que fue el momento en que me expliqué cuál era la razón de que tuviera la cara tan risueña, tan angelical, tan de ángel emplumado.

Por la tarde, cuando volví de mis quehaceres en la parroquia de San Francisco, salí al corralón del convento de San José para echarles una ojeada, un vistazo, a los nuevos inquilinos que habían llegado para hacerles la competencia a la tropa de gallinas del bueno del P. Ángel. Ellos también me escrutaban a mí. Los vi bastante desubicados y confusos. Claro andaban solicos, lejos de sus hermanos que se habían quedado en el campo y las gallinas se habían retirado lejos de allí, del lugar donde paraban los grandes especímenes y el gato tampoco daba señales de vida

Cuando los dejé solos en el corralón se pusieron a buscar acomodo para pasar la noche. La hembra protestaba agriamente con unos graznidos que inspiraban lástima. De la garganta del macho, salían unos gritos, subidos de tono, que me daban la impresión de que, con ellos, estuviera diciéndole a su compañera que no se preocupara, que allí estaba él para defenderla ante cualquier peligro que surgiera en ese lugar extraño  para ellos.

Recibe mi saludo, mis

         ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

23.9.2021. Jueves. (C. 1.378)

P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.


1 comentario:

  1. Muy buenos días, P. Alfonso, buena pareja de esos gansos , que le han regalado al P. Ángel , son guapos , guapos , me imagino la gran alegría que llevaría , pues ahora a cuidarlos , para que se encuentren a gusto con ustedes. Que tenga un buen día.

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