ESTAMPA CAUDETANA.
LOS HIGOS CHUMBOS.
Este tiempo de atrás, cuando más apretaba el calor, ya te hable de que, en una
de las paleras de la chumbera que crecía en el corralón del convento de San
José, habían aparecido dos flores que, con el tiempo, cuajaron en sendos HIGOS
CHUMBOS. Hecho que me hizo viajar en el tiempo hasta mi más tierna infancia,
hasta mi pueblo de Oropesa, situado geográficamente al otro lado, al occidente
de la autonomía Castellano-Manchega.
También te decía que la chumbera que crece
estupendamente en el corralón del convento de San José, aquí en esta Real Villa
de Caudete, procedía de allí de al lado de la ermita dónde se venera a la
patrona de la Villa oropesana, Nuestra Señora, la Virgen de Peñitas, en pleno
campo, a un kilómetro del centro del pueblo.
Pues mira, aquellas flores que
anunciaban tiempos mejores en fruto, ya han hecho acto de presencia y su frutos
están cogiendo un color que da gusto verlos.
El que está situado en la parte de
arriba de la palera va un poco más adelantado que el que se encuentra debajo.
Yo creo que es debido a que el primero se encuentra en una posición de
privilegio porque al estar en lo alto de la palera goza de un encuentro más
beneficioso con el sol y, éste, ya sabemos que es el pintor por excelencia que
dota de color a todo aquello que tiene la suerte de ser objeto de su atención
más esmerada y eso es lo que le acontece al HIGO CHUMBO situado allí donde nada
le impide encontrarse a total disposición del pintor celeste.
Solo te mando la
fotografía del HIGO CHUMBO, que abre este escrito, porque no he querido
pincharme ni que te pinches tú con las finísimas espinas que, en grupitos muy
numerosos, tienen montada una defensa de primer orden por toda la superficie de
su fruta y la tienen tan bien montada que, ni siquiera las voraces gallinas que
andan sueltas por el corralón les meten picotazo alguno.
Tendré que ayudarle a
caer en un recipiente y hacer como le vi hacer a mi madre, echar agua y con una
escobilla darle unas vueltas para quitarle su defensa, sus muchos montoncitos
de espinas y luego practicarle una incisión en su ruborizada piel para dejar al
descubierto su carne granulosa.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!
11.9. 2021. Sábado (C. 1.366) paréntesis
P. Alfonso Herrera Serrano. Carmelita.
Muy buenas tardes, P. Alfonso, bien nos describe los colores del higo chumbo y el porque y también muy interesante la forma de poder degustar sin pincharnos , yo por si acaso paso de comerlos . Que termine bien el día que iremos a despedir a la Virgen.
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