miércoles, 9 de noviembre de 2022

La Flor Otoñal del Geranio.

 ESTAMPA CAUDETANA

LA FLOR OTOÑAL DEL GERANIO.

¿Quién dijo hundimiento y desesperación? ¿ quién se echó atrás? ¿ quién dijo hasta aquí he llegado? ¿ quién dijo ya no puedo más? ¿ quién dijo lo tiro todo por la ventana? pues ese quidam no se parece en nada a un geranio que, levantándose de su estrepitosa derrota en la batalla mantenida con la tropa de mariposicas que, mediado el mes de junio, habiendo llegado del otro lado del estrecho de Gibraltar, tomaron al asalto los geranios que se las prometían muy felices en las jardineras de las ventanas del claustro alto del convento de San José de esta Real Villa de Caudete. Estas hordas voladoras habían caído sobre él como cayeron, por los años setecientos las hordas al mando del moro Tarik que también hicieron de las suyas, hundiendo al personal en la más absoluta miseria, pues le quitaron libertades, protagonismo y tantas cosas... 

Hoy el hermano árabe anda nuevamente de conquista, eso sí, de una manera totalmente distinta a la que practicaron en el siglo VIII. Ahora lo hacen pacíficamente, tal y como adelantó Gadafi, empleando, sola y exclusivamente, la matriz, los úteros, de las mujeres. Así cayeron las mariposicas africanas sobre las jardineras del convento de San José arrasándolas, como si hubieran sido una marabunta y dejaron yermos a aquellos geranios que, con el empuje de una estupenda primavera, habían llegaron a merecer y a presumir, por derecho propio. Todos fueron inmolados en aquella guerra salvo un par de vastaguicos. Uno de ellos es, precisamente, el que, todo ufano y lozano, dice aquí hoy: "yo todavía estoy levantando la linda bandera de ml flor, de mi penacho, de mi flor con el que me asomo al claustro bajo, el construido según los artes barroco y toscano, donde una fuente sin agua me mira con agrado".

Sí, la flor de ese geranio que se levanta sobre sus raíces, allí donde el paño norte del claustro se da la mano con el este, que fueron las únicas que al parecer no minaron los gusanos tras eclosionar los huevecicos liliputienses que depositaron en ellos, aquellas mariposicas.

Ella, la linda flor del geranio que ha florecido estos días en una jardinera del claustro alto del convento de San José, te lleva hoy mi saludo, mis

 

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

9.11.2022. Miércoles. (C. 1.604)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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