viernes, 24 de febrero de 2023

La Virgen de La Amargura

ESTAMPA CAUDETANA.

LA VIRGEN DE LA AMARGURA.


Acabamos de iniciar el tiempo litúrgico fuerte de la Santa Cuaresma, tiempo por el que caminaremos hasta el culmen de todo un proyecto divino llevado a cabo por la Persona Segunda de la Santísima Trinidad, que es el Hijo, Jesús, palabra que, en el ámbito judío veterotestamentario, significa Dios Salva, y que alcanza su plenitud con su entrega a Dios por nosotros, los seres humanos y retomar, tras padecer la muerte como uno de tantos, si bien es verdad, que aconteció de modo Cruelísimo al ser crucificado en una cruz, la vida en el momento triunfante de su resurrección.

Antes de ayer te llevaba mi saludo y mis buenos días la Virgen a la que yo di el nombre de DOLOROSA porque, en la víspera del Miércoles de Ceniza, las cofrades del Cristo de la Juventud habían procedido a cambiarle el hato por otro más austero, en tonos morados más de acuerdo con el tiempo litúrgico en el que hemos entrado, el de  Cuaresma. Pues bien, ayer tarde, cuando llegué a la parroquia de San Francisco para celebrar la Eucaristía en unión de un grupo de fieles asiduos, me tenía Domingo, el sacristán, preparada una estampa con la efigie de la Virgen que se venera en aquella parroquia y que es conocida con el nombre de LA AMARGURA y no con el de  Dolores y me dijo Domingo, con esa sorna que caracteriza al indiano del lugar, 

"No escribas que te he dicho yo que han vestido a la Virgen de los Dolores con el hato de la Cuaresma porque, la Virgen que aquí veneramos, la conocemos con el nombre de LA AMARGURA"

 y con su dedo me apuntaba la estampica que había sacado de una bolsa repleta de ellas que permanece en uno de los  estantes de un armario de la sacristía.  En dicha estampica, la que encabeza hoy mis letricas, aparece el busto de la imagen con un pie de foto en el que así se hace constar: "VIRGEN DE LA AMARGURA". Esa estampita es la que yo fotografié para que hoy puedas contemplarla tú y, de paso, reparar el fallo que cometí antes de ayer a la vez que pido disculpas al bueno de Domingo, el sacristán.

Recibe mi saludo, mis

 

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

24.2.23. Viernes. (C. 1.640)

P: Alfonso Herrera. Carmelita.

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