viernes, 24 de marzo de 2023

El Niñico de la Hornacina.

ESTAMPA CAUDETANA.

EL NIÑICO DE LA HORNACINA.


Llevo algún tiempo preguntándome acerca de las razones que asistirán a quienes sean, supongo yo que a los miembros de la cofradía del Dulce Nombre del Niño Jesús para que el niño que esculpiera Roque López, discípulo de Salzillo y heredero de su taller, se encuentre ausente de la hornacina en la que suele permanecer a lo largo del año hasta que el calendario, a punto de fenecer, nos traiga las fiestas en torno a Él, en torno al Dulce Nombre del Niño Jesús.

En su lugar vemos a otro Niñico, no a aquel que salvara de la quema el maestro de las escuelas de la Real Villa de Caudete, Don Julián Huesca Bañón (*) (Ríp) en tiempos nebulosos, vistiéndolo con el hato de bailadora, porque se habían promulgado leyes en contra de todo aquello que indicara profesión de fe de que en Dios y más concretamente en las imágenes que representaran, de alguna manera, a Santos mártires, confesores, vírgenes, a las personas de la Beatísima Trinidad y a cualquier otro motivo religioso como cruces. Es el caso del niñico que esculpió, como antes te decía, Roque López que, todavía púber, fue llevado por su padre, José, al taller de Francisco Salzillo con el ánimo de que perfeccionara el arte de la escultura que ya comenzaba a manifestarse en el chaval, pues dicen las notas históricas que el padre de Roque y Rafael Salzillo firmaron un contrato que recogía los compromisos de ambos respecto de la criatura que ponía en sus manos.

El Niñico que ves en las fotografías no es aquel del que te hablo y que se encuentra ausente de su hornacina, ¡que va! Es otro que, según el decir de Manuel Gil, sacristán que fuera de Santa Catalina antes, durante y con posterioridad a la guerra civil española, le fue obsequiado por una familia de la que no se tiene noticia y sin que dejara constancia de documentación alguna que lo certificara.

Según tengo oído, esta esculturica que ves es coetánea de la que se venera en su capillica de la nave derecha de la iglesia de Santa Catalina, según el dictamen de entendidos en las obras escultóricas murcianas de por aquel entonces. Aventurando mi propia hipótesis, hasta podría ser una obra del mismo Roque López pues, es sabido, y la documentación que ha llegado hasta nuestros días así lo atestigua, que, de las manos trabajadoras de Roque, salieron un montón de niños, cientos, que se reparten por lugares de culto y en familias particulares que los vienen heredando de generación en generación.

Y ha sido el sacristán actual Juan Doménech quien me ha arrojado luz pues me ha dicho: "que la imagencica se encuentra en una habitación cerrada sometida a cuidados exhaustivos para prevenir cualquier deterioro".

Pues ¡Qué bien!

El Niñito que está ocupando el lugar del otro, del que tiene carta de ciudadanía, ¿A que es guapo también? te lleva hoy mi saludo, mis 

 

      ¡¡¡¡¡¡BUENOS DÍAS!!!!!!

24.3.2023. Viernes. (C. 1.652)

(*) Información que me ha sido suministrada por Paco Cantos Albertos, conocido como Paco El Molinero.

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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