El Broche

EL BROCHE

A punto estaban las manecillas del reloj de llegar a las 22:30 horas cuando un estallido de luz y de color salpicó gratamente la bóveda celeste por encima de la villa marinera de El Campello. Había concluido momentos antes la procesión con las imágenes de la Patrona del lugar la Geperudeta, la Madre de los Desamparados y de su hija, la monja Teresa de Jesús, la titular de la parroquia, la andariega de Ávila, la carmelita,  la reformadora de conventos, la fundadora de una retahíla de ellos en los que implantó la regla del Carmelo sin ninguna clase de mitigaciones, la que había salido de la pluma de Alberto, el patriarca de Jerusalén, que les había otorgado a los iniciadores de un nuevo modo de vivir bajo los auspicios de la Virgen María del Monte Carmelo, allá por 1.209.

Después de ser paseadas las sagradas imágenes por las calles de la parte antigua de la villa de El Campello, una vez introducidas en el ámbito sacro de la parroquia donde son veneradas por los fieles campelleros y realizado el rito de la entrega de banderas oficiales al Castillo Festero, se abrió la bóveda del cielo que cubre a esta villa de pescadores, y que hoy ha venido a ser un emporio turístico de primer orden, para ofrecerle a la Patrona, a la Virgen de los Desamparados, un gran castillo de fuegos de artificio que lo llenó todo de luz y de color.

Y, cuando el último de los cohetes explotó en todo lo alto dejando caer sus restos como hilitos de luz, el cielo corrió las cortinas  y fue, otra vez, la noche, EL BROCHE que cerró las fiestas de Moros y Cristianos de la villa marinera de El Campello en honor de su Patrona la Virgen Madre de los desamparados.

Recibe mi saludo, mis

¡¡¡BUENOS DÍAS. Lunes. (1.699).

GOZOS A LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS

P. Alfonso Herrera. Carmelita.