ESTAMPA CAUDETANA.
EL CONTRASTE.
" por la Avda. de las Jornetas me pegará bien el aire frío, ese que se cuela dentro de uno hasta los mismísimos huesos" y nada de eso. Fue salir de casa y ya noté que me sobraba ropa.
Se había calmado hasta el aire, porque los vientos de días anteriores habían desaparecido como por ensalmo. Sí, esos que encontraban algún resquicio para introducirse por entre las ropas y hacerse notar al llegar a la piel de uno. Es más, lo que yo notaba ayer a lo largo de mi paseo, previo a la hora de la misa, era el sudor que empapaba mi camisa.
EL CONTRASTE con lo acontecido el día anterior era manifiesto a todas luces. Antes de ayer, un día verdaderamente invernizo y, ayer, un día de primavera subida. El día anterior fue tristorro hasta dejarlo de sobra, con unos elementos atmosféricos sueltos que zaherían a uno implacablemente por lo que el único valiente fui yo y, ayer, un día que puso en la calle a mucha gente, sobre todo a mamás jóvenes que sacaban a sus hijitos a que disfrutaran de un ambiente maravilloso y, una cuadrilla de chicos, ñacos los llaman en esta Real Villa de Caudete, bajando a toda velocidad en sus patinetes Avda. Jornetas abajo, cortando el aire quieto, mientras lanzaban palabras inapropiadas, empleadas fuera de lugar y contexto, con manifiesto poco respeto para con lo que significaban aquellas palabras y contra quienes sí guardamos el decoro en el hablar. Ellos iban despreocupados, amigos del peligro, sin tener en cuenta a los coches que subían en sentido contrario, que sí se hacían a su derecha para evitar una desgracia. Yo pensaba para mis adentros:
"Esos artilugios, tan perfeccionados actualmente, son verdaderas máquinas para matar o para morir(se) los cabalgantes".
Cuando en mi bajada ligerita llegué a la parcela desde donde saqué la fotografía a la sierra Alázera el día anterior para que vieras cómo SE PONÍA LAS NUBES POR MONTERA, POR GORRA, Ayer hasta pude leer la placa en la que se indica que la calle llamada a ser y que ahora es solo una insinuación, una entrada a un campo ocupado por hierbajos de toda índole y condición, estaba dedicada al escritor portugués que se encontró muy bien en España pues, con nosotros vivió muchísimos años, hasta su muerte, el tal José Saramago.
Yo sé que me crees, pero para que veas que ni se me pasa por la cabeza engañarte al decirte lo que cambió la "cosa" de un día a otro, volví a tomar otra fotografía de la sierra Alázera a la misma hora y desde el mismo lugar, es la que ilustra mi escrito de hoy.
Ahora dime tú ¿hay o no hay CONTRASTE entre ayer y antes de ayer?
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
29.2. 2024 Jueves. (C 1.820)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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