domingo, 14 de abril de 2024

Se esfumó la alegría

ESTAMPA CAUDETANA.

SE ESFUMÓ LA ALEGRÍA .

Antes de que las yemas de la higuera que se viniera de Madrid conmigo se abrieran y surgieran sus lindas hojas pintadas de un verde inigualable, ya se habían adornado las ramas nuevas del año pasado con las brevitas. Pero, hete aquí que, nada más empezar a crecer con pujanza las nuevas ramas que vendrán ahítas de higos de la gota de miel, se está deshaciendo de sus hijas, las brevas, para que crezcan lustrosos sus hijos, los higos. Y es que en la naturaleza todas las especies se parecen un poco por no decir bastante, o mucho, pues, para un padre humano el ojito derecho es la primera de sus hijas y para una madre humana, por el contrario, su ojito derecho es el primero de sus hijos. Y, para la higuera, por lo que veo, sus preferidos son los higos. 

La prueba palmaria ha aparecido delante de mis ojos estos días al ver que por el suelo del corralón del convento de San José (El Carmen) aparecen, diseminadas, llenas del polvo, debajo de la higuera, cierto número de brevas arrugadas, raquíticas, caídas mientras que en sus ramas del año pasado, otras, también  arrugadas, como cutis de persona anciana, al percibir el rechazo de su madre están a punto de dejarse caer al nunca jamás. ¡Pobrecicas ellas!  Y pobres de nosotros que nos las prometíamos muy, pero que muy felices, esperando a degustar tan rico fruto.

Recibe mi saludo, mis


!!BUENOS DÍAS!!!

14.4.2024. Domingo. (C 1.865)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

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