ESTAMPA CAUDETANA.
EL VIAJE.
En el día de ayer, mejor, en la noche de ayer, la Real Villa de Caudete fue invitada a un viaje en el tiempo.
Ya nos había puesto el antecedentes el Padre Superior durante la comida cuando nos dijo:
"Esta noche, en el Paseo, (Paseo Luis Golf) está programado un grupo musical cubano para amenizar la velada".
No nos dio otra información acerca del por qué ni del grupo que iba a amenizar en la noche la Villa. Y fue en un corrillo formado por gentes del lugar en el que, a la sombra porque al sol no había quien parara, donde me puse al día.
Sí, esta noche toca y canta un grupo cubano que, creo recordar que decían se llama CUBA LINDA, que a su vez es el título de una de sus canciones.
Este hrupo, como suele hacer allí donde ameniza fiestas o veladas, te hacen VIAJAR con ellos hasta lo más puro y castizo de su tierra cubana, porque han montado en las notas de sus melodías, muy pegadizas, hechos y aconteceres de su tierra en tiempos muy lejanos, aquellos, previos a la revolución, que llevaron a efecto los hermanos Castro y un médico argentino conocido como el Che Guevara, entre otros, echando abajo al gobierno de Batista.
Es fácil colegir que, en un lugar tan adicto a la música y con tantos maestros intérpretes que nutren las tres bandas de música existentes en la Villa, amén de grupos de solistas y de cuerda, el éxito estaba más que garantizado porque, además, todo ritmo, toda melodía, todo canto, toda manifestación musical, con que visten las gentes de las Antillas sus aconteceres, encuentran en los caudetanos una aceptación total.
Yo no asistí al concierto. Claro que, tampoco me hizo falta, porque, como el lugar desde donde echaban a la quieta y calurosa noche las agradables notas de sus melodías, está situado aledaño al convento y, desde nuestra sala de estar, se escuchó, nítidamente, toda retahíla melódico-interpretativa del grupo musical CUBA LINDA.
Las melodías cubanas, o de las Antillas, llenaron todo el Paseo, también el convento de San José (El Carmen) y fueron, de un lado a otro, por gran parte de la villa hasta que el reloj juntó sus dos manecillas en las 12,00 horas de la noche, cerrando un día y abriendo otro y se hizo el silencio.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
31.7.2024. Miércoles. (C. 1970)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario