domingo, 8 de septiembre de 2024

Nos visita la Sagrada Imagen de la Patrona, de la MADRE, la Virgen de Gracia.

ESTAMPA CAUDETANA.

NOS VISITA LA SAGRADA IMAGEN DE LA PATRONA, DE LA MADRE, LA VIRGEN DE GRACIA.

Es una gozada madrugar cada siete de septiembre para acompañar a la SAGRADA IMAGEN DE LA VIRGEN DE GRACIA en su subida hasta el lugar donde de desarrolla la vida de sus hijos caudetanos, porque es en ese día, a las siete de sus horas, cuando el dintel de la puerta de su santuario se convierte en su corona pétrea y, así, Corona a la Sagrada Imagen, mientras, en la explanada la banda oficial de la Real Villa de Caudete pone en el aire el HIMNO NACIONAL que encuentra dificultades en una larga traca que hace de las suyas anunciando, así, la salida de la Patrona, de la Reina, de la Madre.

Cuando sus hijos salen de casa para emprender el camino del santuario, la noche los acoje en su seno. El camino les es mostrado por la luz producida por la industria del hombre. 

Cuando yo llegué, ayer por la mañana, un abigarrado gentío llenaba la amplia explanada del santuario. 

Solo faltaban cinco minutos para que la carroza, portando la Sagrada Imagen de la Patrona se pusiera en movimiento.

Dí los buenos días, saludé al personal y, la cayada por toda respuesta de aquellos a los que saludé, me envolvió. 

Me enfundí en el hato litúgico. Se oyó la orden que daba alguien: 

"Son la siete. ¡Vamos, en marcha!" 

Las ruedas de la carroza se pusieron en movimiento. La Sagrada Imagen salía. Emprendía viaje para encontrarse con sus hijos allí donde ellos hacen su vida.

La masa, que apretujada en el ámbito de la explanada esperaba, al verla salir, prorrumpió, a una sola voz, en alegres vítores a la Madre. 

Enseguida se abrió un pasillo y, los fieles de cada lado del mismo, caminó con Ella en su lado respectivo, la acompañaba Avenida arriba.

Por delante abrían paso las sagradas imágenes de San Roque y de San Blas, Patrón de menor rango de la Villa.

El párroco, envuelto en una capa pluvial, y los dos coadjutores seguían a la sagrada imagen. Luego iban la Reina de las Fiestas con sus damas de honor, las autoridades y la banda Unión Musical Santa Cecilia y, cerrando la procesión, multitud de fieles devotos.

Una hora después se detenía la procesión en la Glorieta de la Cruz. 

El sol, el mejor de los pintores, estaba poniendo una gama preciosa de verdes en la foresta que jalona la pérgola que cubre la Avenida de la Virgen de Gracia. 

Abajo, en la Glorieta, delante de la Sagrada Imagen, los abanderados de las Comparsas dieron comienzo al RUEDO DE  LA BANDERA delante de la Sagrada Imagen de la Patrona. Y, por hacerlo delante de Ella debieron dar, y dieron, 180 vueltas (*), la mitad de ellas, rodilla en tierra.

Al finalizar, los rodadores depositaron un sentido beso en sus respectivas banderas y, seguidamente, fueron abrazados por familiares y amigos.

(Vídeo del Ruedo de banderas)

La procesión, como de costumbre, hizo una parada que, los devotos y autoridades, aprovecharon para tomar un tenteempie.

Los coadjutores salimos pitando para celebrar la Eucaristía en la parroquia de San Francisco y en el monasterio de las Madres Carmelitas de clausura. A mí me tocó en el monasterio.

Las monjas habían adornado su iglesia con un montón de liliuns amarillos agrupados en distintos centros porque cuando la Sagrada Imagen llegué a su altura, visitará a su Hijo presente en el sagrario. 

Mediada la celebración de la Eucaristía comenzaron a llegar hasta dentro de la iglesia del monasterio los estampidos producidos por los trabucos. Con ellos se nos daba la noticia de que la procesión se iba a poner en marcha precedida por los volanticos y miembros escopeteros de las Comparsas que lanzaban al aire el aviso, el apercibimiento, de que la Patrona estaba llegando a la Villa.

Al salir de celebrar la Eucaristía coincidí con los volanticos de la comparsa de los Mirenos y los miembros de esta comparsa que estaban lanzando los potentes tiros con sus trabucos. 

Ofendían los estampidos a los oídos y no acostumbrados, como los míos, a escuchar ruidos con tanto decibelio. 

Allí estaba yo, a la puerta de la iglesia del monasterio y allí escuché el zambombazo que pegó el trabuco de la miembro Mirena y cuando se difuminó el humo producido por la combustión de la pólvora le dije en plan de chunga: 

- "¡Has fallado! Mañana te sacaré en mis buenos días y si quieres verte no tienes más que sintonizar la Web de Amigos de la Historia Caudetana"

- "iré a verme!, me dijo la simpática joven que manejaba el trabuco tan bién, tan bién, como lo hicieran aquellos bandoleros que acompañaban al Mireno.

Al llegar la Sagrada Imagen de la Virgen de Gracia a la altura de las puertas de la iglesia del monasterio de sus hijas, las monjas Carmelitas de clausura, éstas, abiertas de par en par, ñermitían ver, al fondo, el altar profusamente adornado con centros de flores, el sagrario donde la estaba esperando el Hijo, Sacramentado, para encontrarse los dos, y, por encima de el sagrario, a Ella misma vestida con el hato del Carmelo.

Tras el tradicional encuentro la procesión siguió su camino que prontamente llegó a la misma puerta de la villa y allí, bajo el templete que la tenían preparado, hizo un alto para escuchar la bienvenida que le ofrecían sus hijos cantándole antiquísimos villancicos.


Tras lo cual por las calles de la antigua villa llegó a la parroquia de su hija Santa Catalina que la cedió el puesto de honor en el camarín donde le fue ofrecida la liturgia del séptimo día de la novena celebrada en su honor seguida de una solemne Eucaristía oficiada por el señor cura párroco del lugar. 

Concluida la misa cada una de las comparsas emprendieron seguidas de su banda particular de música el camino hacia su respectivas capitanías. Quilla comparsa con la que coincidí al salir de la Eucaristía volví a encontrarme con ella porque, al pasar, en su camino, frente al convento de San José (El Carmen) llamaron mi atención a arcabusazo limpio. 

Por la tarde aprovecharon los Moros y Cristianos para darse caña a lo largo del trayecto entre la Plaza de toros y la plaza de Nuestra Señora del Carmen donde tuvo lugar la refriega más dura y contundente de las guerrillas mantenidas en el día de ayer. 

Pretendí obtener noticias gráfica del acontecimiento pero acudí un poco tarde de modo manera que me fue imposible hacerlo in situ por lo que tuve que volver sobre mis pasos y desde una de las ventanas del convento sacar una instantánea incompleta porque los cristianos no se dejaban ver porque la iglesia del convento se interponía entre ellos y el objetivo de mi telefonillo no obstante algo sí que te puedo enseñar. 

Concluida la batalla guardando un orden estricto las comparsas desfilaron calle Mayor adelante hasta la plaza de la iglesia donde iba a tener lugar el primer acto de los Episodios Caudetanos (la invasión de Caudete por Tarik y la conversión de Mireno, el bandolero).

El primero de los días  festivos, SÉPTIMO DE LA NOVENA, de Moros y Cristianos en honor de la patrona del lugar, la Virgen de Gracia, continuó con una magna ofrenda general de flores llevada a cabo por todas las comparsas 

acompañadas por sus bandas de música, con la presencia del M.I Ayuntamiento,  autoridades y pueblo en general, para finalizar con las tradicionales Palmera y Alborada acompañada por banda de música.

Recibe mi saludo, mis


¡¡¡BUENOS DÍAS!!!

8.9.2024. Domingo. Solemnidad de la Virgen de los Llanos, Patrona de la ciudad de Albacete y de toda la diócesis albaceteña. (C. 2.006)

P. Alfonso Herrera. Carmelita.

(*) Solamente se dan 180 vueltas a la bandera 90 de ellas rodilla en tierra por parte de los abanderados cuando lo hacen delante de la Sagrada Imagen de la Virgen. Si ella no está presente como cuando lo hacen las distintas comparsas en los lugares acostumbrados, únicamente se ruedan noventa sin poner rodilla en tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario