ESTAMPA CAUDETANA.
LA KIWICHA.
Con toda seguridad, mi paisano Don Francisco Álvarez de Toledo, 5° Virrey del Perú, la comió porque, como afirma el dicho:
"Allí donde fueres, haz lo que vieres".
Y como los aborígenes, súbditos de sus majestades, los reyes de España, los Aimara y Quechuas, entre otros, tenían y siguen teniendo a esa planta como alimento (*) pues se comen sus semillas como comemos, nosotros, el el cereal y sus hojas en ensalada como nosotros las lechugas.
El AMARANTO, así lo llamamos nosotros con palabra griega que significa flor que no pierde el color, KIWICHA la llaman los antes dichos Quechuas y Aimaras, pobladores de las regiones de donde ella es originaria, está compuesta de más de 800 especies. Muchas de ellas comestible y saludables porque tienen propiedades medicinales, otras son meras hierbas que salpican sembrados o se yerguen en ribazos y cunetas.
Una de éstas últimas es la que me llamó ayer tarde la atención mientras subía Avda. de las Jornetas arriba, impelido por la llamada de las campanas que tocaban a Eucaristía. Allí donde se unían dos tubos de goma, justo en el alcorque de un hermoso especimen de castaño loco o de indias que, en otros tiempos sirvieron para regar por goteo a esos árboles que prestan guardia a toda la Avenida, emergía un AMARANTO o una KIWICHA. ¡Cosas de la naturaleza! El viento se encargó de transportar una semillica y de introducirla en el estrecho hueco existente entre las dos gomas y, ahí la tienes. Toda vivaracha, toda valiente como diciendo:
"¡Aquí estoy yo! ¿Pasa algo?
Y, yo, ni corto ni perezoso, telefonillo en mano ¡Zas! Me la traje encerradita en la cámara oscura para que, puesta a mi disposición, se acerque hasta ti con mis saludos, con mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
23.8.2025. Sábado. (C. 2.323).
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
(*) Gracias a que España no fue a colonizar, esquilmar y aniquilar a las gentes de las tierras descubiertas, sino todo lo contrario. Ahí están esos pueblos y esas culturas que lo demuestran palmariamente, cosa que no hicieron otros que fueron meros usurpadores de tierras para lo que acabaron con los indígenas de los lugares donde pusieron sus botas:
"El mejor indio, es el indio muerto, decían los colonizadores de América del Norte porque España dominaba hasta la mitad de lo que son, hoy en día, los USA"
Hasta mediados del siglo pasado, en un lugar muy alejado de nosotros, el gobernador del conquistador daba 5 libras esterlinas a quien entregara la cabeza de un aborigen.
Y a un pueblo entero, el Tasmano, lo borraron del mapa humano quedando como reliquia una miembro, una niña, de ese pueblo disecada en un museo de occidente hasta que fue devuelta, no hace mucho tiempo, a la tierra donde vino al mundo, donde se procedió, por las autoridades del momento, a darla sepultura con todos los honores y, en ella, a todo un pueblo que desapareció bajó las armas del colonizador.
No, en América y en todos los lugares a donde llegó España hubo defensa, cuidado y formación de los lugareños a los que se enriqueció, eso sí, con nuestra cultura de modo y manera que España fue como la madre que fue sacando a luz nuevos pueblos, nuevas naciones).
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