ESTAMPA CAUDETANA.
CON LA FIESTA SE FUE MI MÓVIL.
Estaba pletórico llenito de información con multitud de fotografías y vídeos que recogían este y aquel aspecto de la fiesta de Moros y Cristianos en honor de la Virgen Santísima, nuestra Madre de Gracia. Pero, “siempre hay un pero”, tenía gen viajero mi viejo medio de comunicación pues iba a cumplir muy pronto los cuatro años.
Y se fue. Quiso hacerlo nadando pero, el pobre, se hundió en el agua como se hunde el plomo y, a pesar de que, con presteza, lo saqué del fondo del líquido elemento me dijo con tristeza:
"hasta aquí he llegado".
“Hundo mi carabela como hiciera el intrépido conquistador para así cortar de un tajo cualquier posibilidad de dar marcha atrás”.
Pero lo que hizo aquel conquistador extremeño, le lanzó tierras adentro para conformar, con los aborígenes de las zonas más cercanas al mar, un ejército con el que liberar a toda aquella gente que estaba sometida por el Imperio de los incas. Pero mi telefonillo no tenía vocación de hacer de los más media un nuevo país culto, como culto era aquel otro que lo puso en su sitio, mi telefonillo, ya te lo he dicho, se hundió como el plomo en el cacharro de agua. Y, al hacerlo se autoinmoló, dejó de funcionar, dejó de existir por mi culpa, por un descuido.
Me dejó desangelado, vaciado de todo el aporte que yo había ido almacenando para ir dándotelo a conocer paulatinamente. Todo se lo llevó el aparato al fondo del recipiente.
En la Cia que me proveí de uno nuevo se me dijo: "con paciencia vaya recuperando números, direcciones, agenda... Solo me recuperaron el WhatsApp y no entero. Nada más. Todo lo perdí. No supieron, no pudieron o no quisieron echar tiempo para conseguir introducir algo más en el nuevo. Nada me quedó.
Así que, si me lees y me quieres volver a mandar tu n° de teléfono, te lo agradeceré.
Recibe mi saludo, mis
¡¡¡BUENOS DÍAS!!!
13.9.2025. Sábado. (C. 2.342)
P. Alfonso Herrera. Carmelita.
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